El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, descartó retirar las tropas de la disputada región de Donbás como condición para un alto el fuego y las conversaciones de paz con Rusia, advirtiendo que tal medida daría a esta última una ventaja estratégica para futuras ofensivas.
“Para los rusos, Donbás es una cabeza de puente para una nueva ofensiva futura”, declaró Zelenski a los periodistas en Kiev el 12 de agosto, según informó la agencia nacional de noticias Ukrinform. “Cualquier cuestión territorial no puede separarse de las garantías de seguridad”.
El presidente ruso, Vladímir Putin, exige que Kiev retire sus fuerzas de las provincias de Donetsk y Lugansk, que juntas conforman la región de Donbás, a cambio de que Rusia detenga su avance en otros territorios ucranianos.
Partes de Donbás fronterizas con Rusia están controladas por dos repúblicas separatistas prorrusas desde 2014, mucho antes de que estallara la guerra a gran escala en febrero de 2022. Tras más de tres años de intensos combates, la mayor parte de la región se encuentra ahora bajo ocupación rusa.
Según Zelenski, Ucrania aún controla aproximadamente el 30 % de la provincia de Donetsk, unos 3500 kilómetros cuadrados, y ha establecido allí líneas defensivas fortificadas y posiciones estratégicas elevadas.
Abandonar estas posiciones, afirmó, despojaría a Kiev de defensas cruciales y provocaría nuevos ataques rusos.
“Si abandonamos hoy Donbás —nuestras fortificaciones, nuestro terreno, las alturas que controlamos—, abriremos claramente una cabeza de puente para que los rusos preparen su ofensiva”, afirmó.
Los comentarios de Zelenski se producen antes de la reunión del 15 de agosto entre Putin y el presidente estadounidense Donald Trump en Anchorage, Alaska. La cumbre marcará la primera visita de Putin a Estados Unidos en una década y la primera reunión en persona entre los dos líderes desde que Trump regresó a la Casa Blanca.
Trump sugirió “algún intercambio de territorios para el beneficio de ambos”, Rusia y Ucrania. Aunque no se han confirmado oficialmente los términos, dicho acuerdo podría implicar que Ucrania reconociera la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y que Rusia renunciara a parte del territorio ucraniano que ha ocupado desde 2022.
“Rusia ocupa una gran parte de Ucrania”, declaró Trump el 11 de agosto. “Han ocupado algunos territorios muy importantes. Vamos a intentar recuperar parte de ese territorio para Ucrania”.
Trump describió las conversaciones del 15 de agosto como una “reunión exploratoria” para evaluar las perspectivas de paz. “Si es un acuerdo justo, se lo revelaré a los líderes de la Unión Europea y de la OTAN, así como al presidente Zelenski”, afirmó. “Puede que les diga: 'Mucha suerte, sigan luchando', o puede que les diga que podemos llegar a un acuerdo”.
La Casa Blanca reafirmó el 12 de agosto que la reunión será un “ejercicio de escucha” para Trump, lo que indica que no habrá un avance inmediato en el proceso de paz.
“El objetivo de esta reunión para el presidente es salir con una mejor comprensión de cómo podemos poner fin a esta guerra”, declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una rueda de prensa.
“Creo que el hecho de que el presidente de Estados Unidos se reúna con el presidente de Rusia, sentados cara a cara en lugar de hablar por teléfono, le dará a este presidente la mejor indicación de cómo poner fin a esta guerra y hacia dónde se dirige”, afirmó.
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