Los organizadores de la proyección del documental State Organs, que expone la práctica sistemática del Partido Comunista Chino (PCCh) de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa, recibieron una amenaza de bomba.
La proyección del galardonado documental State Organs está programada para el 29 de noviembre en St John the Evangelist—Campbelltown, en el suroeste de Sídney.
La amenaza se envió a través de la plataforma digital Eventbrite y exigía a los organizadores de la iglesia a cancelar el evento y romper su relación con los practicantes de Falun Dafa, de lo contrario "se detonaría una bomba".
El 25 de noviembre, Eventbrite informó a los organizadores del mensaje y les comunicó que se había puesto en conocimiento a la policía.
"El 11 de noviembre de 2025, un usuario envió la siguiente amenaza a través de nuestra plataforma: 'Se instaló una bomba en la iglesia. Si el evento no se cancela antes de mañana por la noche, no se pone fin a la cooperación a Falun Dafa y no se hace una declaración en Internet, se detonará la bomba'".
"Eventbrite notificó a las autoridades locales de [Nueva Gales del Sur o NSW], Australia, y compartió los detalles del informe, incluida la información de la fuente".
"Le recomendamos que se ponga en contacto directamente con la policía si ellos aún no se han comunicado con usted al respecto. Además, contemple la posibilidad de dar a conocer a su lugar de trabajo sobre este informe para que puedan evaluar las medidas de seguridad. Nos tomamos muy en serio todos los informes de seguridad y nos comprometemos a brindarle nuestro apoyo".
Aunque la amenaza puede estar mal redactada, hace eco a incidentes similares ocurridos en el extranjero relacionados con los esfuerzos de represión transnacional del Partido Comunista Chino (PCCh) contra disidentes y minorías religiosas, e interfiere y obstaculiza las instituciones democráticas.
El G7 también lo calificó como una "forma más agresiva de injerencia extranjera".
En febrero de 2025, el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de Washington D. C. tuvo que evacuar tras una falsa amenaza de bomba dirigida a Shen Yun Performing Arts.
La Compañía Shen Yun fue fundada en 2006 por practicantes de Falun Dafa y sus espectáculos muestran danza y música clásicas chinas de la época previa a la toma del poder por los comunistas en China.
Por otra parte, el documental State Organs, que se ha proyectado varias veces en Australia este año, expone la atrocidad del Partido Comunista Chino (PCCh) de sustraer órganos a uigures y practicantes de Falun Dafa vivos, que por 25 años han sido víctimas de una persecución perpetrada del PCCh.
Iglesia de San Juan Evangelista, Campbelltown, en el suroeste de Sídney, Australia. Cortesía de Stacey WangEsta amenaza de bomba es uno de los primeros casos de su tipo, no solo contra la proyección, sino contra la comunidad de Falun Dafa en Australia.
Además, se produce justo cuando el tercer funcionario de mayor rango del PCCh, Zhao Leji, finaliza su gira diplomática por Australia, en la que se ha visto a grupos pro-PCCh acosando a manifestantes de Falun Dafa que intentaban pedir cuentas al régimen por sus abusos contra los derechos humanos.
Según pudo saber The Epoch Times, la policía de Nueva Gales del Sur ya registró la iglesia de San Juan Evangelista y no encontró rastros de material explosivo. The Epoch Times solicitó comentarios adicionales.
Además, se sabe que los representantes políticos locales están consternados por la presencia de tal amenaza en la zona.
Miedo y riesgo para la reputación de quienes se atreven a hablar: exmiembro de la AFP
Paul Johnstone, exmiembro de la Policía Federal Australiana (AFP), dijo que tal intimidación tenía como objetivo crear miedo y riesgo para la reputación de quienes consideraran discutir temas "delicados"."Estas proyecciones (...) tienen como objetivo sacar a la luz una de las violaciones de derechos humanos más inquietantes de la era moderna. Sin embargo, el PCCh considera que este tipo de eventos son una amenaza directa a su imagen internacional y usa una amplia gama de tácticas para suprimirlos", dijo Johnstone a The Epoch Times.
"En Australia, los organizadores han denunciado campañas de presión sobre los propietarios de los locales, cancelaciones repentinas de reservas y acoso coordinado que se cree que está relacionado con personas o representantes alineados con el PCCh (...) La intención es simple: crear miedo, una carga financiera y riesgo para la reputación de cualquiera que se atreva a discutir temas que el PCCh califica como 'delicados'".
El ex periodista estatal chino Cheng Lei también compartió su preocupación por el miedo generalizado que existe en la sociedad australiana a criticar al PCCh o a defender los derechos humanos.
"A veces, cuando estoy con australianos de origen chino, se da esta [situación]: si nos tomamos una foto de grupo, algunos se niegan a salir porque dicen: 'Voy a ir pronto a China'", explicó Lei al público en la Galería de Arte Moderno de Brisbane.
Johnstone, quien anteriormente formó parte de las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF) y ha dado conferencias sobre seguridad en universidades chinas, dijo que la intimidación es solo una de las muchas herramientas que usa el PCCh en su campaña de represión transnacional.
"Las tácticas incluyen ataques en Internet, vigilancia de las comunidades de la diáspora, amenazas contra los familiares de los activistas en China, intentos de influir en los políticos locales e infiltración en las organizaciones comunitarias", dijo.
"Muchos australianos de origen chino, entre ellos practicantes de Falun Dafa, uigures, tibetanos y defensores de la democracia, denuncian que les toman fotos en las manifestaciones, que se les acercan personas sospechosas o que se les presiona a través de sus amistades para que no participen en debates públicos".
Ilustración de The Epoch Times, (The Epoch Times, Getty Images)
Por qué los australianos deberían movilizarse para proteger a Falun Dafa
El ex oficial de las Fuerzas de Defensa Australiana también explicó por qué el PCCh ve a Falun Dafa como una amenaza."En realidad, Falun Dafa no amenaza a nadie de la jerarquía política del PCCh. El movimiento espiritual no aboga por la violencia, el derrocamiento político ni la perturbación social. No amenaza a las comunidades, ni a los gobiernos ni a los individuos en Australia ni en ningún otro país democrático", dijo Johnstone.
"La única entidad amenazada por Falun Dafa es el propio PCCh, porque el movimiento representa una gran organización civil independiente que el Partido no puede controlar. Su popularidad en la década de 1990, combinada con su mensaje de autonomía moral, desafió directamente el monopolio del PCCh sobre la ideología y la lealtad. Por eso Beijing ataca a Falun Dafa de forma tan agresiva, tanto a nivel nacional como internacional".
Johnstone también explicó por qué es tan importante defender eventos como estos organizados por los practicantes de Falun Dafa.
"Defender estos eventos es esencial para proteger la libertad de expresión, la libertad académica y el derecho democrático a hablar abiertamente sobre los abusos contra los derechos humanos, por muy incómodas que puedan resultar estas verdades para el PCCh", dijo.















