Una bailarina ruso-estadounidense liberada el mes pasado de una prisión en Rusia como parte de un intercambio de prisioneros, Ksenia Karelina, visitará la Casa Blanca el lunes para reunirse con el presidente Donald Trump, dijo un funcionario de la Casa Blanca a The Epoch Times.
La visita de la ciudadana de 33 años pone de relieve el delicado equilibrio de las negociaciones con Moscú en medio de las actuales tensiones geopolíticas.
Karelina, residente de Los Ángeles y bailarina aficionada que nació en Rusia y se convirtió en ciudadana estadounidense en 2021, fue arrestada en febrero de 2024 mientras visitaba a su familia en Ekaterimburgo.
Las autoridades rusas la acusaron de traición por donar 51.80 dólares a una organización benéfica con sede en Estados Unidos a la que acusaron de ayudar a las fuerzas de seguridad de Ucrania.
La organización benéfica Razom for Ukraine, con sede en Nueva York, negó financiar esfuerzos militares y dijo que su grupo se centra en la ayuda humanitaria.
"El caso contra Ksenia Karelina fue una farsa desde el momento de su detención", dijo Dora Chomiak, directora ejecutiva de la organización benéfica, en un comunicado después de que Karelina fuera liberada.
"Manifestar pacíficamente la solidaridad con el pueblo de Ucrania no es un delito".
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia afirmó que la donación apoyaba a las fuerzas armadas de Ucrania.
Karelina se declaró culpable en agosto de 2024 y fue sentenciada a 12 años en una prisión de máxima seguridad.
Su liberación el 10 de abril ocurrió tras intensas negociaciones entre agencias de inteligencia estadounidenses y rusas, que culminaron en un intercambio en un aeropuerto de Abu Dhabi supervisado por el director de la Agencia Central de Inteligencia, John Ratcliffe.
"Es un honor haber recibido a Ksenia Karelina esta mañana temprano y ayudarla a que regrese a Estados Unidos. Agradezco a los oficiales de la CIA que hicieron posible este éxito", escribió Ratcliffe el 10 de abril en un posteo en la red social X, junto con fotos de él y una Karelina sonriente.
"El presidente Trump seguirá trabajando por la liberación de todos los estadounidenses detenidos injustamente".
Para asegurar el acuerdo, Estados Unidos liberó a Arthur Petrov, ciudadano ruso-alemán acusado de traficar productos electrónicos de uso militar en violación a las sanciones.
El presidente ruso, Vladimir Putin, emitió un indulto para Karelina, un gesto considerado como un acercamiento a la mejora de los lazos con la administración Trump, que ha señalado apertura al diálogo con Moscú para poner fin al conflicto de Ucrania.
El intercambio refleja un patrón más amplio de intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, incluida la liberación en febrero del profesor estadounidense Marc Fogel a cambio del cibercriminal ruso Alexander Vinnik.
Fogel también visitó a Trump en la mansión ejecutiva.
La visita de Karelina a la Casa Blanca, que simboliza la política de "paz a través de la fuerza" de Trump, ocurre mientras su administración presiona para lograr un acuerdo de paz en Ucrania, y se espera que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, visite Moscú pronto.
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