Opinión
BELÉM, BRASIL—El verdadero ganador de la cumbre anual sobre el clima de las Naciones Unidas de este año no fue el "clima" global, sino el Partido Comunista Chino (PCCh). Pero no precisamente por las razones que afirman los medios.
Más de 50 años después de desplazar a la libre República de China en la ONU, el PCCh fue la auténtica estrella de la cumbre climática anual de la ONU (COP30). Cerrando acuerdos para exportar más artefactos "verdes", ejerciendo un supuesto "liderazgo global", y sobre todo marcando el ritmo de las negociaciones claramente el PCCh llevaba la voz cantante.
La 30.a Conferencia de las Partes (COP30) incluso presentó una especie de mascota donada por el PCCh: una espantosa estatua del "Espíritu Guardián Dragón-Jaguar" con cuernos de diablo que indignó a los cristianos brasileños.
Una estatua titulada "El Espíritu Guardián Dragón-Jaguar", donada por el PCCh, se exhibe en la 30.a Conferencia Anual sobre el Clima de la ONU (COP30) en Brasil. Concebida como símbolo del "Guardián de la Selva Tropical", esta criatura híbrida con cuernos generó reacciones encontradas entre los asistentes. (Cortesía de Alex Newman).Pero la historia real de la COP30 no es solamente una estatua fea sino la actual reorganización del poder económico global: el continuo trasvaso del poder económico mundial, que se aleja del Occidente, que una vez dominó y se dirige hacia la China comunista y sus aliados.
Desde imponer más daño a las economías occidentales hasta generar una demanda artificial de basura "verde" fabricada en China, pero que es ordenada y subsidiada por los gobiernos y contribuyentes occidentales. Mientras, el PCCh se frota las manos de satisfacción.
A lo largo de la cumbre, legiones de sonrientes funcionales del PCCh repartieron simples osos panda de peluche y libros de Xi Jinping mientras dignatarios climáticos, activistas y periodistas se movían alrededor del colosal stand del régimen en la COP30.
Durante toda la cumbre, decenas de sonrientes funcionarios del PCCh repartieron ositos panda de peluche y libros de Xi Jinping mientras dignatarios climáticos, activistas y periodistas revoloteaban alrededor del gigantesco stand del régimen, situado estratégicamente junto a la entrada principal. La enorme huella china proyectó en la COP30 una sombra oscura sobre todo el proceso del evento.
Los diplomáticos del PCCh trabajaron arduamente para asegurar un acuerdo global que impulse las perspectivas económicas del régimen a expensas de lo que solía conocerse como el "Mundo Libre".
Y por eso, el PCCh recibió incontables elogios sobre su supuesto liderazgo visionario en materia climática multilateral.
Pero la realidad es que la huella de carbono del PCCh es mucho mayor que la de todo el mundo occidental en su conjunto, y según muchos, ¡sigue en aumento!
Mientras tanto, bajo el pretexto de salvar el clima, los gobiernos occidentales están debilitando y desmantelando lo que queda de sus propios sistemas energéticos y economías. La clase media está siendo arrasada.
El PCCh lo aplaude constantemente mientras el régimen absorbe la capacidad productiva, los empleos y el poder económico que se están trasladando desde Occidente.
Como advirtió el presidente estadounidense Donald Trump en Twitter en 2012, la narrativa del "calentamiento global" "fue creada por y para los chinos con el fin de hacer que la industria estadounidense no fuera competitiva".
Si ese fuera el plan, ciertamente está funcionando, y la COP30 lo demostró.
Este escritor lleva 15 años asistiendo a las cumbres climáticas de la ONU para la revista New American. La influencia del PCCh nunca ha sido tan evidente.
Elogio global al liderazgo climático del PCCh
Líderes mundiales, activistas y periodistas elogiaron el liderazgo supuestamente ilustrado del PCCh en materia climática, especialmente en medio del boicot del gobierno estadounidense a la cumbre.
Líderes mundiales posan para una foto antes de la conferencia climática COP30 de la ONU en Belém, Brasil, el 7 de noviembre de 2025. Mauro Pimentel/AFP vía Getty ImagesIncreíblemente, a pesar de que el PCCh emite aproximadamente tres veces más CO2 que Estados Unidos, la directora ejecutiva de la COP30, Ana de Toni, apenas pudo contener su entusiasmo.
"China ha demostrado liderazgo no solo al llevar a cabo su propia revolución energética, sino que con la capacidad de escala de China, ahora también podemos comprar energía baja en carbono... a precios competitivos", dijo a los medios extranjeros, asumiendo (correctamente) que los hechos no se mencionarían.
"China está muy decidida no solo a seguir siendo un líder muy estable en el Acuerdo de París, fortaleciendo la gobernanza climática, sino también a tomar medidas muy prácticas para apoyar a otros países", añadió.
El gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva anunció múltiples acuerdos con el PCCh durante la cumbre y elogió el papel de Beijing en las conversaciones sobre el clima.
La ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, dijo a la agencia de noticias e inteligencia del PCCh, Xinhua, que China hizo una "gran contribución" en la lucha contra el cambio climático.
Varios diplomáticos y activistas destacados que hablaron con este escritor en la cumbre se hicieron eco de esos sentimientos.
Cuando se le preguntó sobre la enorme huella de carbono del PCCh, Romain Ioualalen, director de la campaña de política global de Oil Change International, financiada por la dinastía petrolera Rockefeller, elogió al régimen y pidió a Occidente que elimine gradualmente los combustibles fósiles primero.
"China está haciendo comparativamente mucho más que Estados Unidos y muchos países desarrollados para intentar desarrollar su economía y descarbonizarla", afirmó, haciéndose eco de un tema de discusión omnipresente pero falso en la COP30.
"Tampoco olvidemos la responsabilidad histórica", añadió Ioualalen. "China comenzó a emitir mucho CO2 en los últimos 20 años. Los europeos y los estadounidenses han emitido mucho CO2 en los últimos 100 o 150 años".
En cualquier caso, Occidente debe cometer primero un suicidio económico y luego el PCCh podría considerar hacer lo mismo.
"Es necesario que los países ricos que todavía producen mucho petróleo y gas, como Estados Unidos, Canadá, Noruega y Australia, eliminen gradualmente [la energía de los hidrocarburos] primero", dijo Ioualalen.
En declaraciones a Reuters, un alto diplomático anónimo explicó que "China actúa como garante del régimen climático". En efecto
Incluso los políticos y los medios de comunicación estadounidenses promocionaron la narrativa del PCCh como salvador del clima.
La NBC, por ejemplo, afirmó que, a medida que el gobierno estadounidense da un paso atrás, "China está pasando a primer plano como líder en la lucha contra el calentamiento global".
Los "diplomáticos" del PCCh, añadió la NBC, "están trabajando entre bastidores para garantizar conversaciones constructivas".
El gobernador de California, Gavin Newsom, quien asistió a la cumbre, coincidió: "China lo entiende", afirmó.
El acuerdo final: un regalo para China, a costa de usted
Como era de esperar, el PCCh se mostró satisfecho con el resultado que ayudó a diseñar, conocido como la "Decisión Global Mutirao".El jefe de la delegación del PCCh en la COP30, Li Gao, elogió el acuerdo global "conseguido con tanto esfuerzo" por mostrar "solidaridad".
"Esto demuestra la fuerte voluntad política de todas las partes de trabajar juntas en solidaridad para abordar el cambio climático", argumento Li, ridiculizando lo que llamó "unilateralismo creciente" y "proteccionismo" por parte de las autoridades estadounidenses.
El régimen genocida al que sirve Li Gao tenía literalmente billones de razones para celebrar el pacto COP30 que ayudó a crear.
Pensemos, por ejemplo, que uno de los grandes logros fue el compromiso de "triplicar" la llamada financiación para la adaptación climática.
Esto se suma a los 1.3 mil millones de dólares por año en redistribución de riqueza de los contribuyentes occidentales a las cleptocracias del Tercer Mundo (llamadas "países en desarrollo") a través de un plan deshonestamente llamado "financiamiento climático".
Es fácil entender por qué los delegados del PCCh estarían tan entusiasmados con el acuerdo global "conseguido con tanto esfuerzo".
Según un análisis reciente de The Guardian , "enormes sumas" de este supuesto dinero para la financiación climática fluyen desde lo que queda de la clase media occidental hacia… ¡Adivinaste!: ¡¡la China comunista!
Otra victoria importante del PCCh es la referencia en el acuerdo de la COP30 a un "presupuesto de carbono" para la humanidad, cuatro quintas partes del cual supuestamente ya se han emitido.
Dado que Estados Unidos y Occidente ya han agotado más de lo que les corresponde, el PCCh y sus aliados deben obtener la mayor parte de lo que queda, según han argumentado dignatarios climáticos durante años. Ahora, esta visión está consagrada en un acuerdo oficial.
Otro gran beneficio para el PCCh será su capacidad de vender más de sus estafas de "energía verde", como paneles solares, molinos de viento y otros, a Occidente.
Esto tiene un doble beneficio para el PCCh: recauda fondos fiscales occidentales vendiendo basura que nadie compraría en un mercado libre, y perjudica a las economías occidentales al hacer que la energía sea mucho más cara que en China.
Naturalmente, las fábricas que producen basura "verde" en China funcionarán principalmente con carbón y otros combustibles de hidrocarburos.
Con la última incorporación al "régimen climático" negociado en Belém, el flujo de riqueza y producción de Occidente hacia China seguirá acelerándose.
Esto significa que el PCCh tendrá más recursos para continuar su rápida militarización, incluso mientras Occidente socava su propia seguridad.
El PCCh también está utilizando el proceso "climático" para expandir su influencia diplomática y su poder blando.
Ninguno de estos acontecimientos es nuevo.
En la COP28, los gobiernos occidentales se esforzaban por "eliminar gradualmente los combustibles fósiles", un compromiso que todos aceptaron en el acuerdo final de ese año.
A pesar de haber acordado el lenguaje, el PCCh y los gobiernos árabes fueron sorprendidos haciendo acuerdos petroleros en la cumbre.
En resumen, los occidentales están siendo tomados por tontos mientras el PCCh trabaja para socavar el dominio estadounidense y lograr un orden mundial "multipolar".
La huella de carbono del Dragón
Irónicamente, a pesar de ser aclamados como salvadores del clima, las víctimas del régimen del PCCh ya emiten más de un tercio de las emisiones globales de CO2. Esa proporción está aumentando.Según los últimos datos de World Population Review , China produjo más de 13,250 millones de gigatoneladas de CO2 en 2023, el último año del que hay datos disponibles.
Estados Unidos, en cambio, produjo alrededor de 4500 millones de gigatoneladas.
Pero ni siquiera eso cuenta la historia completa. Las víctimas del PCCh emitieron más de 0.42 toneladas de CO2 por cada 1000 dólares de PIB.
Estados Unidos produjo significativamente menos de la mitad, según los datos. Esos mismos 1000 dólares de PIB para la economía estadounidense solo resultaron en menos de 0.19 toneladas.
La mitad de toda la generación eléctrica a carbón del mundo se produce en China, y no hay planes para controlarla.
Sin embargo, en defensa del PCCh, éste fue abierto respecto de sus intrigas.
En la cumbre climática COP21 de 2015 en París, la administración Obama se comprometió unilateralmente a reducir las emisiones de CO2 de Estados Unidos en más de un 25 por ciento para 2025. Otros gobiernos occidentales hicieron promesas similares.
El PCCh, por el contrario, prometió seguir aumentando sus emisiones durante los próximos 15 años, quizás alcanzando su pico máximo en 2030. Ahora afirma que habrá una ligera reducción en 2035.
En otras palabras, el régimen anunció orgullosamente al mundo que sus emisiones de CO2 seguirían creciendo durante al menos 15 años.
Estas políticas provocaron que los precios de la energía en Estados Unidos se dispararan, lo que llevó a la industria estadounidense a China mientras el régimen bombeaba CO2 a la atmósfera a un ritmo sin precedentes.
Las políticas de Obama en el marco del Acuerdo de París destruyeron cerca de medio millón de empleos en Estados Unidos, incluyendo 200,000 en el sector manufacturero, según un estudio de la Fundación Heritage, de tendencia conservadora. Este daño se traduce en una pérdida de ingresos de unos 20,000 dólares para las familias estadounidenses para 2035 y una reducción del PIB de más de 2.5 mil millones de dólares.
Sin duda, el PCCh estaba satisfecho. Y, sin embargo, de alguna manera, se esperaba que el mundo creyera que trasladar las emisiones de CO2 (y la producción de la que provienen) a China beneficiaria al clima.
Si los líderes de este proceso realmente creyeran que el CO2 es un contaminante que impulsa un calentamiento peligroso (no lo es), todos estarían horrorizados por el Acuerdo de París.
Pero en lugar de eso, aplaudieron.
Como mínimo, esto demuestra que los que están en la cima saben que todo es un fraude.
Cuando pedí comentarios al PCCh en París, enviaron a uno de sus secuaces para seguirme y tomar fotografías.
Este año, también rechazaron múltiples solicitudes de entrevistas o comentarios en persona.
El periodista Alex Newman solicita una entrevista o comentario a la delegación del PCCh en la COP30 en Brasil. (Cortesía de Andrés Müller).
El panorama general
Los conservadores estadounidenses llevan mucho tiempo bromeando sobre los comunistas "sandía": verdes por fuera, rojos por dentro. El PCCh y sus aliados parecen estar imitando esa estrategia.El CO2 no es "contaminación", es el gas vital que exhalamos todos los seres vivos. Como me dijo William Happer, asesor climático de Princeton durante el primer mandato de Trump, el CO2 es "bueno para el planeta" y "se debería animar a la gente a producir más".
En cualquier caso, las emisiones humanas de CO2 representan una fracción del uno por ciento de todos los gases de "efecto invernadero" presentes naturalmente en la atmósfera.
No hay motivos para que los estadounidenses, los chinos o cualquier otra persona se preocupen por su "huella de carbono".
Y, afortunadamente, los estadounidenses se dan cuenta de ello: las encuestas muestran que la mayoría rechaza la hipótesis del calentamiento provocado por el hombre.
La cumbre de este año enfrentó obstáculos sin precedentes. El multimillonario Bill Gates reconoció que el cambio climático no era una amenaza tan grave como se afirmaba.
Como lo documenta The Epoch Times, múltiples estudios revisados por pares realizados por científicos destacados en revisiones importantes en los últimos años han socavado por completo el mantra de la "ciencia establecida".
Mientras tanto, Trump se burló de la narrativa climática en la Asamblea General de la ONU en septiembre, calificándola de "la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo".
Durante la COP30, Trump incluso sugirió que podría haber investigaciones en curso sobre una "conspiración" para difundir alarmismo climático.
Antes de su segundo mandato, Trump dijo en un discurso de 2022 que derrotar "decisivamente" el "engaño de la histeria climática" debe ser "una de las tareas más urgentes" para su movimiento MAGA y el país.
Por primera vez, el gobierno de Estados Unidos no tuvo representación en la cumbre anual.
"La administración Trump se negó a usar el dinero de los contribuyentes para enviar o facilitar cualquier viaje oficial para esta conferencia, que está dedicada a paralizar la economía estadounidense y llevar a la bancarrota al pueblo estadounidense", me dijo un portavoz del Departamento de Estado.
La administración Trump también se ha retirado del Acuerdo de París y de muchos otros programas climáticos de la ONU.
Sin embargo, el gobierno estadounidense sigue siendo parte del tratado subyacente de 1992, conocido como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Este acuerdo crea y sustenta todo el proceso.
Este hecho fue señalado por numerosas voces destacadas en la COP30. En su opinión, significa que todo lo que se acuerde en la COP30 y en futuras COP seguirá siendo vinculante para Estados Unidos.
Fuentes involucradas en la política climática de la administración me dijeron que se ha hablado de retirarse de la CMNUCC.
Si Trump espera derrotar verdaderamente este plan de empoderamiento del PCCh disfrazado de política "climática", no hay otra opción.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no refleja necesariamente las opiniones de The Epoch Times.
