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Imagen ilustrativa: (The Epoch Times).

Imagen ilustrativa: (The Epoch Times).

Nuestras células pueden oír sonidos, lo que abre posibilidades para la medicina

SALUDPor George Citroner
23 de abril de 2025, 3:53 p. m.
| Actualizado el23 de abril de 2025, 3:53 p. m.

Las células humanas pueden "oír" las ondas sonoras, según una nueva investigación de la Universidad de Kioto, lo que podría cambiar la forma en que tratamos afecciones como la obesidad sin necesidad de medicamentos ni cirugía.

"Creo que el sonido será una herramienta única para controlar las actividades celulares y tendrá un impacto en muchos campos relacionados", declaró Masahiro Kumeta, experto en biociencias a nivel celular y molecular y autor correspondiente, a The Epoch Times.

Cómo afecta el sonido a las células

Según el nuevo estudio, que destaca una conexión prácticamente inexplorada entre el sonido y la salud celular, los sonidos no solo pueden ser percibidos por los oídos y el cerebro, sino también por nuestras células.

El estudio, publicado recientemente en Communications Biology, consistió en exponer células cultivadas a ondas sonoras utilizando un dispositivo diseñado para emitir vibraciones. Al conectar un reproductor de audio digital a un diafragma colocado en una placa de cultivo celular, los investigadores pudieron observar cómo reaccionaban las células a diferentes frecuencias sonoras audibles para los seres humanos durante un período de entre dos y 24 horas.

Descubrieron que los sonidos dentro del rango audible provocaban respuestas celulares significativas, incluida una reducción en la transformación de las células precursoras en células grasas. Esto significa que el sonido impedía la formación de células grasas.

Kumeta y su equipo diseñaron un sistema para rodear las células cultivadas con ondas sonoras. Utilizaron un conjunto de patrones sonoros, que incluían ruido blanco y sonidos de frecuencia única a 440 Hz y 14 kHz, que representan una frecuencia baja y alta dentro del rango audible para el ser humano, respectivamente. Estos se generaron mediante un software generador de tonos y se transmitieron a las células a través de una placa vibratoria a 100 pascales, que es una unidad de medida de la presión sonora.

Según Kumeta, las propiedades del sonido podrían utilizarse para tratar la obesidad controlando el tejido adiposo de forma remota sin necesidad de cirugía, simplemente colocando un dispositivo generador de sonido en el cuerpo.

"Dado que el sonido es un fenómeno físico inmaterial, será una herramienta segura, inmediata y altamente permeable para transferir la estimulación a las profundidades del cuerpo", afirmó Kumeta.

Sin embargo, señaló que sus hallazgos actuales se limitan al nivel de las células cultivadas y que él y su equipo están tratando de demostrar el efecto del sonido en un modelo con ratones.

Los investigadores también identificaron aproximadamente 190 genes que responden al sonido y estudiaron cómo este influye en la forma en que las células se adhieren entre sí.

Esta investigación "abre la puerta" al uso de frecuencias sonoras específicas para influir en el comportamiento de nuestras células, sin cirugía, medicamentos ni contacto físico directo, según declaró a The Epoch Times el Dr. Joseph Mercola, médico osteópata certificado en medicina familiar que no participó en el estudio.

"Por ejemplo, si una onda sonora puede ralentizar o detener el desarrollo de las células grasas, como sugiere este estudio", señaló Mercola, "entonces se podría utilizar el sonido con fines terapéuticos".

Implicaciones médicas más amplias

Los hallazgos apuntan a nuevas formas de promover la cicatrización de los tejidos, guiar la diferenciación de las células madre o calmar las respuestas inmunitarias hiperactivas utilizando ondas sonoras controladas en un entorno médico, según Mercola.

"Dado que el sonido es energía, no materia, este enfoque evita introducir nada extraño en el cuerpo. Eso lo hace más seguro y preciso, especialmente para tejidos delicados o inflamados".

Los hallazgos sugieren que es posible favorecer la cicatrización de heridas y la reparación nerviosa, e influir en la activación de las células madre sin necesidad de recurrir a fármacos ni cirugía, según explicó Jason Sonners, doctor en biología molecular y medicina regenerativa, a The Epoch Times. "Se trata de una herramienta de bajo riesgo con un potencial muy elevado".

Según Sonners, este estudio es un "poderoso" recordatorio de lo receptivo que es nuestro cuerpo al entorno, "no solo a las fuerzas químicas o mecánicas", sino también a frecuencias como la luz y el sonido.

Conexiones con la medicina tradicional china

La investigación proporciona una validación científica de prácticas adoptadas desde hace mucho tiempo por los sistemas de medicina tradicional.

Los antiguos chinos creían que la música puede tener un impacto en nuestro cuerpo, según explicó Jamie Bacharach, acupuntora médica de Acupuncture Jerusalem, a The Epoch Times. "Las anécdotas transmitidas a lo largo de los siglos por los practicantes de la medicina tradicional china sugieren que la música tiene la capacidad de influir en el funcionamiento interno de nuestro cuerpo", afirmó.

Jason Chong, médico de medicina tradicional de Asia Oriental, explicó a The Epoch Times que, en la medicina de Asia Oriental, se entiende que determinados tonos resuenan con diferentes elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. Se pueden considerar correlacionados, respectivamente, con las notas musicales Mi, Sol, Do y La en la tonalidad de Do.

Explicó que también hay linajes de la medicina tradicional china (MTC) que observan las relaciones entre tempos específicos y ciertos órganos; por ejemplo, 108 latidos por minuto (BPM) se consideran beneficiosos para el hígado, 120 BPM para los riñones y 126 BPM para el corazón y los pulmones. La idea es que las vibraciones sonoras a ciertos tempos resuenan con estos órganos, ayudando a restablecer el equilibrio y promover la curación.

Bacharach señaló que podemos estimular nuestros "meridianos energéticos", que según la MTC son vías de energía conectadas a nuestros órganos y regular los órganos asociados a ellos cuando utilizamos estos sonidos de forma intencionada, "ya sea a través de la tonificación vocal, la escucha o instrumentos sintonizados con frecuencias concretas".

Una posible nueva frontera en la medicina

El profesor Lixing Lao, presidente de la Universidad de Medicina Integrativa de Virginia, reconoció las limitaciones del estudio y señaló que los investigadores no especificaron qué tonos afectan a qué genes. "No obstante, podría ser el primer paso de futuras investigaciones para identificar sonidos/tonos específicos para enfermedades específicas", afirmó.

"El sonido es una fuente vital de información ambiental para los seres vivos", afirmó Kumeta. "Su capacidad para inducir respuestas fisiológicas a nivel celular apenas se está empezando a comprender".

Mercola se mostró entusiasmado con la idea de que algún día podamos entrar en una clínica, tumbarnos y recibir un tratamiento específico basado en el sonido que afecte a las células en tiempo real, sin necesidad de pastillas ni agujas.

"Aún es pronto", añadió. "Pero este trabajo ayuda a replantear el sonido no como ruido de fondo, sino como un lenguaje que tus células entienden. Ese tipo de conocimiento no solo cambia la medicina, sino que cambia tu forma de pensar sobre la vida en un mundo lleno de vibraciones".


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Comentarios (1)

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Rafa

23 de abril de 2025

¿Y las Farmacéuticas que piensan de esto ?. La propaganda mediática de los conglomerados farmacéuticos en contra serán bestiales.

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