El presidente de Bolivia, Luis Arce, acusó este domingo al exmandatario Evo Morales de buscar su renuncia, con los bloqueos de carreteras que realizan sus seguidores, para que quien asuma el Gobierno dé vía libre al también exlíder oficialista para postularse en los comicios generales de agosto "pisoteando la Constitución" del país.
"El único objetivo que tienen (pidiendo) que yo renuncie es para que se dé una sucesión presidencial entre comillas y él (Evo Morales) pueda habilitarse nuevamente como candidato", dijo Arce a los medios en la región central de Cochabamba.
El mandatario sostuvo que una nueva candidatura de Morales es "inconstitucional" y aseguró que su dimisión "no resuelve los problemas" que tiene actualmente el país.
Para Arce, estos problemas "tienen una raíz", que es la falta de financiamiento externo porque los parlamentarios de oposición y los del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) que son leales a Morales se niegan a aprobar los créditos internacionales gestionados por su gobierno.
"Todo esto forma parte de un plan estratégico para que Evo Morales sea candidato otra vez pisoteando la Constitución. Nosotros lo hemos criticado, lo hemos dicho con claridad y ese ha sido el motivo para que se estrelle contra el Gobierno", insistió el presidente.
Arce, que no buscará la reelección, pidió a Morales "que no arriesgue la vida de otros por su propio beneficio" y le recordó las muertes que hubo durante la crisis social y política de 2019 en Bolivia.
Ese año, Morales renunció a la Presidencia al denunciar un "golpe de Estado" en su contra, mientras que sus detractores sostienen que su dimisión fue consecuencia de las protestas por un fraude a su favor en las fallidas elecciones de 2019.
El expresidente pudo presentarse a esos comicios con el aval del entonces Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), pese a que la Constitución permite solamente dos mandatos y a un referendo que en 2016 le negó la posibilidad de volver a postularse.
"Tuvimos un golpe de Estado por el capricho de una reelección, hay que decirlo con claridad, ha habido muertes en el país producto de ese capricho. No vamos a volver a repetir esos errores que conducen nada más que al luto de las familias bolivianas", aseveró Arce.
Los sectores leales a Morales bloquean carreteras desde el lunes pasado sobre todo en Cochabamba para exigir la renuncia de Arce y que el exgobernante pueda participar en las elecciones del 17 de agosto con un partido que no está habilitado porque perdió su personalidad jurídica.
El Gobierno denunció que las acciones de los manifestantes en las carreteras dejaron hasta el momento más de medio centenar de heridos, entre policías, médicos y civiles, y también acusa a los movilizados de impedir con violencia el paso de ambulancias, alimentos y combustible.
Las autoridades decidieron que las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía en las operaciones para desbloquear progresivamente las carreteras sin que haya "muertos", según Arce.
Por su parte, Morales sostuvo este domingo que la semana que inicia será "decisiva" en la disputa del "pueblo" que lo acompaña contra el "imperio" y el presidente estadounidense, Donald Trump, al que acusa de inmiscuirse en la política boliviana para evitar su candidatura.
El político, que gobernó Bolivia en tres periodos, insiste en ser candidato, pese a que el TCP ratificó recientemente que la reelección en el país está permitida "por una única vez de forma continua", sin la posibilidad de un tercer mandato.
Morales está distanciado de Arce desde fines de 2021 y renunció a la militancia del MAS, tras perder el liderazgo del partido oficialista después de casi tres décadas.
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