Bryan Kohberger, el hombre acusado de asesinar a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho a finales de 2022, fue condenado el miércoles a cadena perpetua, pocas semanas después de llegar a un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte.
El juez del condado de Ada, Steven Hippler, condenó a Kohberger a 10 años de prisión por un delito de robo y a cuatro cadenas perpetuas consecutivas por cada uno de los delitos de asesinato en primer grado por la muerte de Ethan Chapin, Xana Kernodle, Kaylee Goncalves y Madison Mogen.
La sentencia era ampliamente esperada después de que Kohberger llegara a un acuerdo con el estado, tras admitir su culpabilidad en las muertes a cambio de no ir a juicio y evitar su posible ejecución.
“Incluso si pudiera obligarlo a hablar... ¿cómo podría alguien estar seguro de que lo que dice es la verdad?”, dijo Hippler sobre Kohberger en un momento dado el miércoles, según un video de la sala de la corte en el momento de la sentencia.
El juez añadió que la sentencia es ahora el momento de poner fin a los “15 minutos de fama” de Kohberger, y preguntó: “¿Realmente creemos, después de todo esto, que es capaz de decir la verdad o de renunciar a algo de sí mismo para ayudar a las personas cuyas vidas destruyó?”.
En un momento dado, Hippler señaló que es posible que nunca se conozca el motivo de Kohberger para cometer los cuatro asesinatos.
Cuando el juez le preguntó si quería hablar, Kohberger respondió: “Respetuosamente, declino”, mientras se inclinaba ligeramente hacia delante en su silla.
En un emotivo mensaje, el juez dijo a la sala que Kohberger "se deslizó a través de ese vidrio corredizo" de la casa para matar a las cuatro víctimas el 13 de noviembre de 2022, en una vivienda fuera del campus universitario en Moscow, Idaho.
“Este acto malvado, incomprensible y sin sentido ha causado un dolor y una pérdida inconmensurables. Ningún padre debería tener que enterrar a su hijo”, dijo Hippler antes de dictar sentencia contra Kohberger.
“Esta es la mayor tragedia que se le puede infligir a una persona”.
Hippler describió a Kohberger, ahora de 30 años, como un “cobarde sin rostro” que había “masacrado sin sentido” a cuatro estudiantes universitarios.
Tras señalar que Kohberger eludió la captura durante varias semanas después de que los cuatro estudiantes fueran encontrados asesinados, el juez dijo que “gracias a la incompetencia del asesino y al excelente trabajo de la policía”, fue capturado.
Kohberger, estudiante de posgrado en criminología en la cercana Universidad Estatal de Washington, fue detenido en Pensilvania, donde vivían sus padres, aproximadamente seis semanas después de los asesinatos.
La policía dijo que recuperó ADN de una funda de cuchillo encontrada en la casa y utilizó la genealogía genética para identificar a Kohberger como posible sospechoso. Accedieron a los datos de su teléfono móvil para localizar sus movimientos y a las imágenes de las cámaras de vigilancia para ayudar a localizar un sedán blanco que fue visto repetidamente pasando por delante de la casa la noche de los asesinatos.
Según los investigadores, se utilizó un bastoncillo de algodón encontrado en la basura de la casa de sus padres para comparar el ADN de Kohberger con el material genético de la funda.
El fiscal del condado de Latah, Bill Thompson, declaró anteriormente que Kohberger utilizó sus conocimientos de investigación forense para intentar borrar sus huellas limpiando a fondo su vehículo después del crimen.
Durante la audiencia para dictar sentencia, las familias y los compañeros de piso supervivientes de las víctimas describieron el daño que les han causado los asesinatos.
“Este mundo era un lugar mejor con ella”, dijo Scott Laramie, padrastro de Mogen, en la audiencia de sentencia. “En cuanto al acusado, no malgastaremos palabras. Tampoco caeremos en el odio y el rencor. El mal tiene muchas caras, y ahora lo sabemos, pero el mal no merece nuestro tiempo ni nuestra atención. Hemos dejado de ser víctimas. Vamos a recuperar nuestras vidas”.
Ben Mogen, padre de Mogen, dijo: “Pensaba que pasaríamos el resto de nuestras vidas juntos.
“Maddie era la única hija que tenía. Era lo único bueno que había hecho en mi vida, lo único de lo que estaba realmente orgulloso”.
A principios de esta semana, el presidente Donald Trump sugirió que el juez debería obligar a Kohberger a dar explicaciones.
“Espero que el juez obligue a Kohberger, como mínimo, a explicar por qué cometió estos horribles asesinatos”, escribió Trump en un posteo en Truth Social el lunes. “No hay explicaciones, no hay NADA”.
Antes del acuerdo con la fiscalía, el juicio estaba previsto para el mes que viene.
Con información de The Associated Press
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