El senador Chuck Grassley (R-Iowa) pidió al presidente Donald Trump que «como mínimo» imponga sanciones más duras a Moscú en respuesta a lo que calificó como una ola de ataques contra civiles ucranianos perpetrados durante el fin de semana por Rusia, cuyo ejército atacó ciudades ucranianas con una gran cantidad de drones y misiles, desafiando los repetidos llamamientos de Trump a un alto el fuego.
«Ya estoy harto de que Putin mate a personas inocentes», publicó Grassley el 26 de mayo, en referencia al presidente ruso Vladimir Putin. «Presidente Trump, tome medidas, AL MENOS SANCIONES».
El llamamiento del senador de Iowa se produjo un día después de que Trump condenara una serie de ataques mortales con drones y misiles rusos contra Ucrania durante la noche, considerados el mayor ataque aéreo de Moscú desde que comenzó la guerra en febrero de 2022, y afirmara que está «absolutamente» considerando la posibilidad de endurecer las sanciones contra Rusia.
Grassley, que preside la Comisión Judicial del Senado y es miembro del Grupo Senatorial sobre Ucrania, instó repetidamente a Trump a que haga responsable a Putin, acusando al líder ruso de aprovecharse de la moderación de Estados Unidos para obtener avances en el campo de batalla mientras afirma buscar una solución diplomática a la prolongada guerra.
En abril, Grassley escribió en una publicación en X: «YA HE VISTO SUFICIENTES ASESINATOS DE MUJERES Y NIÑOS INOCENTES DE UCRANIA. Presidente Trump, por favor, imponga las sanciones más duras a Putin. Debería ver con claridad que está utilizando a Estados Unidos como un títere».
Trump mantiene las sanciones existentes contra Rusia y se ha posicionado como mediador en el conflicto, presionando a ambas partes para que dejen de luchar y entablen conversaciones de paz. Pero mientras el presidente ucraniano Volodimir Zelenski aceptó la propuesta de alto el fuego incondicional de Trump, Putin la rechazó, expresando su disposición a dialogar, pero manteniendo sus exigencias para que se aborden las llamadas causas profundas del conflicto antes de deponer las armas.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo en una entrevista en abril que estas causas fundamentales incluyen lo que el Kremlin considera el papel de Occidente en el derrocamiento en 2014 del gobierno prorruso de Ucrania y el impulso de Kiev para unirse a la OTAN, que Rusia considera como una alianza militar hostil que se acerca cada vez más a Moscú para amenazar la seguridad a largo plazo del país.
Trump, que recientemente mantuvo conversaciones telefónicas por separado con Putin y Zelenski y afirmó que ambas partes quieren seguir dialogando en busca de una solución diplomática al conflicto, advirtió en abril que Estados Unidos podría retirarse de su papel como mediador de paz si no veía más señales de progreso por ambas partes. Tras un fin de semana de intensos ataques rusos, el presidente mostró su creciente frustración con Moscú y con Kiev.
«Siempre he tenido una muy buena relación con Vladimir Putin... pero algo le ha pasado», dijo Trump en una publicación del 25 de mayo en Truth Social. «Está matando innecesariamente a mucha gente... Se están lanzando misiles y drones contra ciudades de Ucrania, sin motivo alguno».
En un comentario que parecía reflejar su opinión sobre las intenciones generales de Putin, Trump añadió: «Siempre he dicho que quiere TODA Ucrania, no solo una parte, y quizá eso esté demostrando ser cierto, pero si lo hace, ¡conducirá a la caída de Rusia!».
Trump también expresó su descontento con Zelenski, diciendo que la retórica del líder ucraniano estaba socavando el progreso diplomático. «Todo lo que sale de su boca causa problemas», escribió Trump. «No me gusta, y más vale que pare».
El 25 de mayo, Zelenski condenó los últimos ataques rusos, diciendo que cada uno de esos «ataques terroristas rusos» es motivo para nuevas sanciones contra Moscú, e instó a Estados Unidos y a los países europeos a presionar a Rusia para que alcance la paz.
«La guerra puede detenerse, pero solo mediante la presión necesaria sobre Rusia. Hay que obligar a Putin a pensar no en lanzar misiles, sino en poner fin a la guerra», afirmó Zelenski en una publicación en X.
Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el 26 de mayo que la última ronda de ataques de Rusia contra Ucrania era una represalia por los supuestos ataques de Kiev contra infraestructuras civiles en Rusia.
«Podemos ver cómo los ucranianos atacan nuestras instalaciones de infraestructura social, la infraestructura civil», declaró Peskov a los periodistas, según la agencia estatal de noticias Tass. «Se trata de ataques en represalia, ataques contra instalaciones militares y objetivos militares», continuó, acusando a Occidente de fijarse en los ataques rusos e ignorar los ataques de Ucrania.
The Epoch Times no ha podido verificar de forma independiente las afirmaciones de Rusia sobre los ataques contra la infraestructura civil en Rusia.
Ucrania había sido restringida por sus aliados para atacar únicamente objetivos militares en las zonas de Ucrania ocupadas por Rusia utilizando las armas suministradas por Occidente antes de los ataques rusos contra sus ciudades.
El canciller alemán, Friedrich Merz, confirmó el lunes que Ucrania ya es libre de atacar objetivos militares dentro del territorio ruso utilizando esas armas.
«Ya no hay restricciones en el alcance de las armas entregadas a Ucrania», dijo Merz durante un foro organizado por la cadena pública WDR el 26 de mayo.
El canciller alemán añadió que Kiev debe poder utilizar sus armas para atacar la infraestructura militar rusa cuando Moscú ataca objetivos civiles en Ucrania.
«Un país que solo puede enfrentarse a un agresor en su propio territorio no se está defendiendo adecuadamente», dijo Merz.
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