El ejército estadounidense evacuó un edificio de la Base Conjunta Andrews en Maryland el 6 de noviembre tras abrirse un paquete sospechoso, lo que provocó que al menos siete personas enfermaran, según la base militar.
La investigación se lleva a cabo tras el descubrimiento del paquete, según la base. Se afirmó que un edificio y otro contiguo fueron evacuados por precaución después de que una persona abriera el paquete.
Los equipos de primera respuesta de la Base Conjunta Andrews determinaron posteriormente que el paquete no suponía una amenaza inmediata, y se reanudaron las operaciones normales en la base, según informó esta en un comunicado a varios medios de comunicación.
Al menos siete personas se sintieron indispuestas tras la apertura del paquete en la base, pero se mantuvieron en estado estable y no necesitaron ser hospitalizadas, según la base.
Los detalles sobre el contenido del paquete y cómo llegó a la base siguen sin estar claros. Tampoco se sabe qué enfermedad o síntomas experimentaron las personas que se sintieron mal.
The Epoch Times se puso en contacto con la Base Conjunta Andrews para obtener más información, pero no ha recibido respuesta en el momento de la publicación.
La Base Conjunta Andrews se encuentra en el condado de Prince George, en Maryland, a pocos kilómetros al sureste de Washington. Es una de las bases militares más sensibles de Estados Unidos y es utilizada con frecuencia por el presidente, el vicepresidente y los miembros del gabinete para viajes nacionales e internacionales.
En febrero de 2023, se produjo un incidente de seguridad cuando un intruso entró en una zona residencial de la Base Conjunta Andrews, lo que provocó que un residente abriera fuego contra él. El intruso, cuya identidad no fue revelada, fue detenido por las fuerzas de seguridad en el lugar de los hechos y no se informó de ningún herido como consecuencia del incidente.
En febrero de 2021 se produjo otro incidente de seguridad cuando un hombre atravesó el puesto de control militar de entrada a la instalación y atravesó otras zonas valladas para acceder a la pista de vuelo y subir a bordo de un avión C-40, que el ejército utilizaba para transportar a funcionarios del gobierno. El intruso fue detenido posteriormente por las fuerzas de seguridad de la base en el lugar de los hechos.
Una investigación del inspector general identificó tres fallos de seguridad principales tras el incidente. La investigación reveló que un guardia de la puerta permitió al hombre entrar en la base a pesar de no tener credenciales de autorización. El hombre pudo entonces colarse a través de una valla de seguridad, subir al avión y salir de él sin que nadie le detuviera, a pesar de que no llevaba una tarjeta de identificación que le autorizara el acceso a la zona restringida.
Con información de Lawrence Wilson, Reuters y Associated Press.
















