La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, amenazó el 16 de abril con quitarle a la Universidad de Harvard la posibilidad de matricular a estudiantes extranjeros y dijo que el DHS iba a quitarle 2.7 millones de dólares en subvenciones.
Noem vinculó la decisión a la respuesta de Harvard a las protestas propalestinas en la universidad, que empezaron después de la operación militar de Israel contra los terroristas de Hamás en la Franja de Gaza, en respuesta a los ataques del grupo contra el sur de Israel en octubre de 2023.
"Desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, los alborotadores y profesores de Harvard con visados extranjeros han vertido odio antisemita contra los estudiantes judíos", afirmó el DHS en un comunicado de prensa en el que anunciaba la medida.
El comunicado de prensa dice que Noem también ha escrito una carta exigiendo registros detallados de las "actividades ilegales y violentas" de los estudiantes extranjeros con visado de Harvard antes del 30 de abril, o la universidad se enfrentará a la pérdida inmediata de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
"Si Harvard no puede verificar que cumple plenamente con sus requisitos de información, la universidad perderá el privilegio de matricular a estudiantes extranjeros", dijo el DHS.
La universidad fue objeto de una investigación del Congreso hace más de un año, tras ser acusada de tolerar el antisemitismo en el campus, una acusación que llevó a la entonces presidenta de Harvard, Claudine Gay, a dimitir en enero de 2024, entre otras acusaciones de plagio.
"Con una ideología antiamericana y pro-Hamás envenenando su campus y sus aulas, la posición de Harvard como institución de enseñanza superior de primer orden es un recuerdo lejano", dijo Noem en el comunicado del DHS. "Estados Unidos exige más a las universidades a las que se confían los dólares de los contribuyentes".
Subvenciones canceladas
El DHS también canceló dos subvenciones a la universidad por un total de 2.7 millones de dólares, alegando que "socavan los valores y la seguridad de Estados Unidos".La primera, una subvención de 800,303 dólares para la Ciencia de la implementación para la prevención de la violencia selectiva, "etiquetó a los conservadores como disidentes de extrema derecha en un estudio sorprendentemente sesgado", afirmó el DHS.
La subvención de 1,934,902 dólares para la evaluación del programa Blue Campaign y el asesoramiento sobre violencia "financió la propaganda de salud pública de Harvard".
Las universidades de élite se enfrentan a la presión
La medida del DHS es la última de una serie de acciones del gobierno contra las universidades de élite que supuestamente permitieron actividades antisemitas y violentas en el punto álgido de las protestas propalestinas que se produjeron en todo el país en 2024.Las agencias federales retiraron recientemente 2260 millones de dólares en fondos destinados a Harvard.
Las agencias, entre las que se encuentran el Departamento de Educación y el Departamento de Salud y Servicios Humanos, expusieron sus exigencias a la universidad en una carta del 11 de abril.

La primera de ellas pedía reformas sustanciales en la gobernanza, el establecimiento de jerarquías claras, la promoción de los profesores titulares y con antigüedad, y la reducción del poder de los estudiantes y del profesorado sin titularidad en los asuntos de la universidad.
También pedían el fin de los programas de diversidad, equidad e inclusión y la aplicación de una reforma de la contratación y la admisión basada en el mérito, exigiendo a la universidad que "adopte y aplique políticas de admisión basadas en el mérito y ponga fin a todas las preferencias basadas en la raza, el color y el origen nacional".
La administración también exige que la universidad reforme su "proceso de reclutamiento, selección y admisión de estudiantes internacionales para evitar la admisión de estudiantes hostiles a los valores e instituciones estadounidenses consagrados en la Constitución y la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, incluidos los estudiantes que apoyan el terrorismo o el antisemitismo".
La carta también pide a Harvard que aumente su "diversidad de puntos de vista", con la exigencia de que el profesorado de cada departamento refleje diferentes perspectivas sobre la política y las cuestiones sociales.
En respuesta a estas exigencias, Harvard sugirió en un comunicado del 14 de abril que no tenía intención de cumplirlas.
"La universidad no renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales", escribieron en un posteo en X. "Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada puede permitir que el gobierno federal la controle".
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