El Departamento de Estado anunció el 11 de julio que perderá casi 3000 empleados como parte de su plan de reorganización.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo en un comunicado enviado por correo electrónico a The Epoch Times que "se tuvo cuidado de no comprometer las funciones diplomáticas básicas, incluyendo la seguridad diplomática, los servicios de pasaportes y el personal diplomático de las oficinas nacionales".
La reestructuración incluye el despido de 1107 empleados de la administración pública y 246 empleados del servicio exterior con asignaciones nacionales. Otros empleados optaron por marcharse voluntariamente.
El departamento comenzó a enviar notificaciones de despido ese mismo día, informando a los empleados de que sus puestos fueron "suprimidos", según una notificación obtenida y revisada por The Associated Press.
Los empleados despedidos perderán el acceso a la sede del departamento a las 5 de la tarde.
Los funcionarios del servicio exterior afectados fueron puestos en licencia administrativa inmediata durante 120 días, tras los cuales serán relevados de sus puestos, según un aviso interno separado. Para la mayoría de los funcionarios, el período de separación es de 60 días.
La medida se produce tras el anuncio del 22 de abril por parte del Departamento de Estado de que trabajaría para llevar a cabo una "reorganización histórica" con el fin de "alinear mejor" las prioridades de la política exterior "America First" (Estados Unidos primero).
"El secretario [Marco] Rubio se comprometió a garantizar que el Departamento de Estado avance al ritmo que exige la relevancia", afirmó el funcionario en un comunicado enviado por correo electrónico, en el que señaló que el departamento trabajó con el Congreso para adoptar un plan que reflejará la misión de Rubio.
"El plan incluye una reducción selectiva de la plantilla de acuerdo con la legislación federal y las normas de la Oficina de Gestión de Personal de Estados Unidos". Una vez que la reestructuración entre en vigor, el departamento espera que su plantilla de empleados nacionales a tiempo completo se redujeron en más de un 15 %.
"La reorganización hace que el departamento sea más responsable, más accesible y más transparente", afirmó el portavoz del departamento.
La administración Trump trabajó para reducir el tamaño del gobierno federal en varias áreas, incluida la aplicación de los despidos recomendados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Educación fueron desmantelados en gran medida a principios de este año y la USAID fue absorbida por el Departamento de Estado.
Una reciente sentencia de la Corte Suprema permitió que los despidos entrarán en vigor después de que una demanda cuestionara la legalidad del cambio de la administración. El Departamento de Estado hizo referencia a ello en su correo electrónico, diciendo: "La decisión casi unánime de la Corte Suprema confirma que la ley estuvo de nuestro lado durante todo este proceso".
En general, los despidos no fueron tan numerosos como se esperaba. Una carta del Departamento de Estado enviada en mayo al Congreso para notificar la próxima reorganización indicaba que el departamento cuenta con 18,700 empleados en Estados Unidos y que tenía previsto reducir esa plantilla en un 18 %.
Según el portavoz, una revisión exhaustiva de la agencia reveló que había varios puestos obsoletos, así como otros que "se desviaron de su propósito original o eran simplemente duplicados".
El portavoz declaró que "el Departamento agradece a los empleados afectados su dedicación y servicio a los Estados Unidos".
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