La reunión anual del Club Bilderberg comienza este jueves en Estocolmo.
Se trata de la 71.ª reunión de este grupo secreto, formado por élites de los ámbitos de la política, la tecnología, los negocios, las finanzas y el ejército y se celebrará del 12 al 15 de junio en la capital sueca.
El evento toma su nombre del lugar donde se celebró su primera reunión en 1954, el Hotel de Bilderberg, en Oosterbeek, Países Bajos.
A diferencia de eventos similares, como la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, no se invita a los medios de comunicación a cubrir lo que ocurre durante la reunión y los propios asistentes tienden a mantener en secreto lo que se dice a puerta cerrada.
Esta cultura del secretismo ha dado lugar a una serie de teorías conspirativas sobre el grupo, entre ellas que los asistentes a Bilderberg estuvieron detrás de la creación de la Unión Europea y la invasión de Irak.
Entre los asistentes al evento de este año se encuentran el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el multimillonario empresario estadounidense Peter Thiel, el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, el rey Willem-Alexander de los Países Bajos y Christopher Donahue, comandante del Ejército de los Estados Unidos en Europa y África, según una lista facilitada por los organizadores.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, también pronunciará un discurso en la reunión "sobre la competitividad de Suecia y la UE y el apoyo de Suecia a Ucrania", según informó su portavoz.
Según la página web de Bilderberg, alrededor de dos tercios de los participantes son europeos y el resto proceden de Norteamérica.
Aproximadamente un tercio están relacionados con la política y el gobierno y el resto tienen experiencia en otros campos.
Entre los temas previstos para el debate figuran las relaciones transatlánticas, la guerra entre Rusia y Ucrania, la economía estadounidense, la inteligencia artificial, la despoblación y la migración, el "eje autoritario" y la geopolítica de la energía y los minerales críticos.
Hay poca información sobre el evento, ya que las reuniones se celebran bajo la "regla de Chatham House", que lleva el nombre del think tank de asuntos internacionales con sede en Londres y que establece lo siguiente: "Cuando una reunión, o parte de ella, se celebra bajo la regla de Chatham House, los participantes son libres de utilizar la información recibida, pero no pueden revelar la identidad ni la afiliación de los ponentes ni de ningún otro participante".
Los organizadores afirman que esta privacidad permite a los participantes intervenir a título individual y no en su calidad oficial, lo que significa que no están vinculados por ningún cargo que puedan ocupar ni por posiciones expresadas públicamente con anterioridad sobre los temas que se debaten.
"No hay un orden del día detallado, no se proponen resoluciones, no se celebran votaciones y no se emiten declaraciones políticas", se lee en la página web del evento.
La página web afirma además que el objetivo principal de la reunión es "fomentar el debate y el diálogo".
"No hay un resultado deseado, no hay una declaración final, no se proponen resoluciones ni se celebran votaciones y la reunión no apoya a ningún partido político ni punto de vista", añade.
El evento está dirigido por un comité directivo de 30 personas, copresidido actualmente por el empresario francés Henri de Castries y la filántropa canadiense Marie-Josée Drouin.
Se ha reunido al menos una vez al año, todos los años excepto tres, desde 1954.
La reunión de 1976 se canceló debido a un escándalo de soborno que involucró a su presidente fundador, el príncipe Bernhard de los Países Bajos.
Las reuniones de 2020 y 2021 también se suspendieron debido a las restricciones de viaje por la pandemia COVID-19.
Con información de Reuters.
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