El brote de chikungunya sigue propagándose en China, lo que ha llevado a las autoridades locales a aplicar medidas de control estrictas similares a las utilizadas durante la pandemia de COVID-19.
Seis provincias y regiones —Guangdong, Zhejiang, Fujian, Hainan, Yunnan y Guangxi— fueron designadas zonas de categoría I por el Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades del régimen chino para la prevención y el control del brote de chikungunya el 12 de agosto.
Más recientemente, el Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong publicó en su cuenta oficial de WeChat que entre el 10 y el 16 de agosto se registraron 830 nuevos casos locales del virus transmitido por mosquitos en la provincia. Según los datos publicados oficialmente por el régimen comunista, se han registrado 9.933 casos en Guangdong desde que apareció el primer caso confirmado el 8 de julio en la ciudad de Foshan, la más afectada.
Según el centro, se han detectado casos confirmados en más de diez ciudades de la provincia de Guangdong.
El virus también se ha propagado a otras regiones, como Macao y Hong Kong, y en julio se registraron casos en Beijing.
Dado el historial del régimen chino de censurar los datos que considera políticamente sensibles, como se ha visto con el encubrimiento de los contagios de COVID-19 y las muertes relacionadas a finales de 2019, el número real de contagios de chikunguña podría ser mayor.
La fiebre chikungunya es una enfermedad viral transmitida principalmente a los humanos por mosquitos. Sus síntomas son similares a los del dengue. Los pacientes suelen presentar fiebre, dolor articular intenso, dolor muscular, dolor de cabeza, fatiga y erupciones cutáneas.
Las muertes por esta enfermedad son poco frecuentes, pero se producen, especialmente entre las poblaciones vulnerables, como las que padecen enfermedades subyacentes.
No existe un tratamiento antiviral específico para el chikungunya.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. emitieron una alerta de viaje de nivel 2 el 1 de agosto para China debido a la propagación del brote del virus del chikungunya.
Aunque las autoridades sanitarias chinas no habían informado de ningún caso grave ni de fallecimientos, las autoridades locales del régimen han impuesto medidas de control similares a las aplicadas durante la pandemia de COVID-19, como la cuarentena obligatoria a cargo del paciente y las pruebas PCR, invocando el temor público a confinamientos draconianos.
Además, las autoridades han adoptado la extracción obligatoria de sangre para las pruebas PCR y han liberado semanalmente millones de mosquitos de laboratorio modificados genéticamente en un intento de reducir la población de mosquitos, lo que ha aumentado la preocupación de la población.
En los últimos días, según informes de los medios de comunicación en chino y posteos en las redes sociales de ciudadanos chinos, así como lo que han contado a The Epoch Times, las autoridades comunistas han adoptado medidas de control más extremas, que perturban gravemente la vida de la población.
Destrucción de huertos
En respuesta al brote de chikungunya, las autoridades locales de la provincia de Guangdong aplicaron una medida extrema de prevención y control que consiste en utilizar maquinaria para arrancar las hortalizas de las parcelas de los aldeanos y los jardines de los residentes y luego sellarlas con cemento.El personal de control de epidemias también ha rociado pesticidas en pueblos y ciudades.
Según informan los medios de comunicación chinos, las "medidas de limpieza" de las autoridades para prevenir los mosquitos no solo se han centrado en los terrenos baldíos, sino que también se han extendido a los huertos que los residentes han cuidado con esmero durante años en sus propios patios, sin previo aviso ni indemnización.
"Llevo cinco años cultivando este huerto, y todo es para nuestro consumo", declaró un aldeano al Tangren Daily. "No solo es limpio, sino también saludable. Ahora lo hemos perdido todo de la noche a la mañana. Estamos dispuestos a cooperar con las medidas de prevención de epidemias, pero la prevención de epidemias no significa destruir nuestras vidas".
El medio de comunicación chino Beijing News informó de un residente de Foshan posteó un video en las redes sociales el 11 de agosto en el que se veía cómo las autoridades destruían los huertos de algunos residentes. Un miembro del personal de una oficina comunitaria explicó a los medios de comunicación que el motivo de su actuación era que se había producido un brote de chikunguña en la zona y que los huertos tenían agua estancada y abono, lo que creaba un caldo de cultivo para los mosquitos.
Otros videos posteados en las redes sociales mostraban que los huertos, antes sanos, habían sido completamente sellados con cemento en Foshan para prevenir el chikungunya. Además, según informes de los medios de comunicación chinos, un gran número de trabajadores estaban limpiando la vegetación de la ciudad con el pretexto de evitar que los mosquitos se escondieran en ella.
Wang, un residente de Foshan que solo dio su apellido por motivos de seguridad, declaró a The Epoch Times el 17 de agosto que las autoridades lanzaron una gran campaña para eliminar los mosquitos, lo que ha trastornado gravemente la vida de la población.
"El personal de control de epidemias fue a los hogares de la gente, lo que provocó una indignación y ansiedad generalizadas. Arrancaron todo lo que había en las casas, desde plantas y verduras hasta macetas e incluso el agua de los gatos", afirmó.
Shen, un trabajador migrante en Guangdong que no quiso dar su nombre completo por motivos de seguridad, también declaró a The Epoch Times el 17 de agosto que "arrancaron todas las verduras que la gente había plantado en sus propios terrenos".
Según los residentes locales, también se llevó a cabo una fumigación a gran escala con pesticidas y la limpieza de huertos en Guigang, Guilin, Nanning, Hezhou y otros lugares de la provincia de Guangxi.
Se instalan mosquiteros en las alcantarillas de la ciudad
El tifón Yangliu, también llamado Podul, tocó tierra en la provincia de Fujian el 14 de agosto, trayendo consigo fuertes lluvias que cayeron en Guangdong, Guangxi, Sichuan y otras regiones.Días antes de que el tifón azotara Foshan, los residentes locales postearon videos de las autoridades instalando mosquiteras en las alcantarillas de la ciudad como parte de la prevención contra el chikungunya. Los residentes se quejaron en Internet de que los mosquiteros bloqueaban el drenaje y provocaban graves inundaciones urbanas.
"Han instalado pantallas en todas las alcantarillas de las calles y las han pegado con cinta adhesiva", dijo Shen. "Y luego han caído las fuertes lluvias de los últimos días en Foshan. El agua no podía bajar por las alcantarillas y el aguacero era tan intenso que la ciudad se inundó. ¿No es una prevención excesiva? Es absurdo".
El Dr. Chian-Feng Huang, psiquiatra y director del Hospital General de Miaoli en Taiwán, especializado en medicina preventiva, dijo a The Epoch Times que las medidas eficaces de prevención y control del chikungunya incluyen la instalación de mosquiteras en ventanas y puertas, la instalación de aire acondicionado y el uso de ropa de colores claros y manga larga.
"Las medidas de prevención comunitaria incluyen la eliminación de fuentes de contaminación, como los recipientes propensos a la acumulación de agua", dijo Huang.

Señaló que Guangdong parecía estar volviendo a las medidas de confinamiento extremo de la pandemia de COVID-19.
"Medidas como las pruebas PCR obligatorias, la cuarentena obligatoria a cargo del paciente y las extracciones de sangre forzadas han excedido las necesidades reales de prevención de la epidemia", dijo Huang.
"Esto plantea la cuestión de si están utilizando esto como una oportunidad para crear una base de datos de sangre de los ciudadanos", dijo.
"Además, el bloqueo del drenaje ha agravado las inundaciones, que son consecuencia de las medidas de prevención epidémica equivocadas y extremas de las autoridades. Sin embargo, es la población la que está soportando el peso de esta carga".
Sean Lin, profesor adjunto del Departamento de Ciencias Biomédicas del Feitian College y exmicrobiólogo del Ejército de Estados Unidos, también declaró a The Epoch Times que instalar mosquiteros sobre las alcantarillas del sistema de alcantarillado es "una medida totalmente irrazonable".
"Los mosquitos prosperan en el agua estancada. El agua de las alcantarillas suele fluir, por lo que no es un lugar que atraiga a los mosquitos. Si las alcantarillas se han estancado, el objetivo es limpiarlas y hacer que el agua fluya", afirmó. "Por lo tanto, añadir una supuesta película protectora o pantalla sobre las alcantarillas solo aumenta la obstrucción del flujo de agua".
Con información de Luo Ya y Xin Ling
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