ALBUQUERQUE, Nuevo México — Un tiroteo ocurrido en la madrugada del viernes en una residencia universitaria de la Universidad de Nuevo México causó la muerte de un niño de 14 años, hirió a otro de 19 y provocó la evacuación de cientos de estudiantes y una búsqueda por todo el campus del sospechoso, que ya fue detenido.
Las autoridades universitarias levantaron la orden de refugio en el lugar a última hora de la tarde del viernes, indicando que la investigación seguía en curso y que el campus principal de Albuquerque permanecería cerrado. Afirmaron que los estudiantes podían comer en el comedor y regresar a sus residencias, pero que debían evitar la escena del crimen.
El jefe de la Policía Estatal de Nuevo México, Troy Weisler, dijo que los agentes detuvieron a un sospechoso de 18 años alrededor de las 2:30 p. m.
Cuatro personas, incluido el sospechoso, estaban jugando a videojuegos en la habitación de uno de ellos cuando comenzó el tiroteo, según informó John Silva, jefe del Departamento de Policía de la Universidad de Nuevo México, en una rueda de prensa.
El joven de 14 años murió de un disparo y los demás huyeron de la habitación, dijo Weisler. Un joven de 19 años acudió a un hospital y dijo que recibió un disparo en el campus.
Las autoridades estaban investigando por qué el sospechoso disparó un arma, dijo Weisler. La policía estaba trabajando con la fiscalía para redactar los documentos de acusación, dijo.
Las autoridades emitieron una primera alerta poco antes de las 3:30 a. m. informando de que se produjo un tiroteo. Poco después de las 6 de la mañana se envió otra alerta pidiendo a la gente que se refugiara en el lugar. La policía evacuó partes del campus.
"Teníamos una orientación para estudiantes, así que había como 400 chicos en las residencias, por lo que queríamos asegurarnos de que estuvieran a salvo", dijo el teniente Tim Delgado, del Departamento de Policía de la Universidad de Nuevo México.
Durante gran parte del día, las autoridades mantuvieron acordonada con cinta amarilla la zona alrededor del complejo de viviendas estudiantiles, mientras los vehículos policiales bloqueaban las carreteras y los investigadores se reunían.
No muy lejos de las residencias, una fila de autobuses universitarios esperaba a los estudiantes, muchos de ellos con mochilas y tirando de pequeños carritos con sus pertenencias. La universidad estaba llevando a cabo una "evacuación táctica por etapas", dijo la portavoz Cinnamon Blair en un comunicado enviado por correo electrónico. Se pidió a las personas que no se movieran sin instrucciones de la policía del campus.
La universidad, situada en el centro de Albuquerque, cuenta con unos 23,000 estudiantes durante el curso académico. Los nuevos estudiantes, como Beck, estaban visitando las instalaciones como parte de las orientaciones programadas antes del semestre de otoño, que comienza en unas tres semanas.
Se prevé aumentar la presencia policial en el campus y sus alrededores durante los próximos días, según informó el rector de la universidad, Garnett Stokes, en una carta dirigida a la comunidad universitaria.
"Entendemos que este incidente puede ser especialmente angustiante para los nuevos estudiantes y sus familias que se encuentran aquí esta semana para la orientación", escribió Garnett.
El alcalde Tim Keller dijo que sus pensamientos estaban con los seres queridos de la víctima y la comunidad universitaria.
"Estamos desconsolados por la trágica pérdida de vidas que se produjo hoy en el campus de la Universidad de Nuevo México", dijo Keller en un comunicado.
La ciudad más grande de Nuevo México lucha contra los delitos violentos en los últimos años, especialmente entre los jóvenes. El fiscal del distrito Sam Bregman, que se presenta a las primarias demócratas para gobernador, pidió a los legisladores estatales que hagan más para abordar lo que él describe como una crisis.
Los fiscales, las fuerzas del orden y los legisladores republicanos presionaron a la gobernadora demócrata Michelle Lujan Grisham para que convoque una sesión legislativa especial para abordar el problema de la delincuencia en el estado. A pesar de expresar su decepción con la Legislatura controlada por los demócratas al final de la última sesión, la gobernadora no dio indicios recientes de que vaya a convocar a los legisladores de nuevo a Santa Fe.
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