Las autoridades de Nuevo México anunciaron el 9 de julio que al menos 200 viviendas resultaron dañadas durante una mortífera riada repentina en Ruidoso el día anterior, y los responsables locales de emergencias advirtieron de que la cifra podría duplicarse a medida que avanzan las investigaciones.
"Las cosas han cambiado", declaró la alcaldesa de Ruidoso, Lynn Crawford, a los periodistas en una rueda de prensa celebrada el 10 de julio. "Los daños son mucho mayores de lo que habíamos supuesto y de lo que pensábamos al principio. ... Hemos tenido que dar un paso atrás para poder avanzar".
Las inundaciones fueron provocadas por las lluvias monzónicas, que hicieron que el agua se desbordara del río Ruidoso y se extendiera por las laderas de las montañas circundantes y por dos zonas quemadas por los incendios del año pasado. Aunque se activó una alerta de inundaciones casi 12 horas antes del suceso, el Servicio Meteorológico Nacional informó de que el río Ruidoso alcanzó el nivel de inundación grave, de 15 pies, en menos de una hora desde la primera alerta de riada repentina.
Las autoridades de Ruidoso dijeron en un comunicado el 8 de julio que el río alcanzó niveles récord de 20 pies, arrastrando a un hombre de entre 40 y 50 años, una niña de 4 años y un niño de 7, que acampaban en un parque de caravanas junto al río. Sus cuerpos fueron recuperados río abajo.
Danielle Silva, del Departamento de Seguridad Nacional y Gestión de Emergencias de Nuevo México, dijo que los equipos de emergencia llevaron a cabo al menos 85 rescates en aguas rápidas en la zona de Ruidoso, incluyendo el rescate de personas atrapadas en sus casas y coches.
"Nuestros corazones están destrozados por las familias que han perdido a sus seres queridos en esta terrible tragedia", dijo la alcaldesa Lynn Crawford. "Todo el pueblo de Ruidoso expresa su más sentido pésame y compasión a estas familias en duelo durante este momento tan difícil e inimaginable".
Crawford añadió el 10 de julio que los daños causados por las inundaciones eran mucho mayores de lo que se pensaba inicialmente, citando los daños en las tuberías de agua y los puntos de distribución de agua potable.
Mientras tanto, la gobernadora Michelle Lujan Grisham realizó un recorrido aéreo por Ruidoso y sus alrededores junto con otros funcionarios con la esperanza de reforzar su petición de más fondos federales para la comunidad. Afirmó que había recibido la aprobación parcial de una declaración de emergencia federal, suficiente para liberar personal para la gestión de incidentes y las labores de búsqueda y rescate.
Afirmó que el gobierno federal probablemente adelantaría 15 millones de dólares para impulsar las labores de recuperación desde el Departamento de Agricultura y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias. Esa cantidad podría ascender a más de 100 millones de dólares en los próximos meses, ya que Ruidoso ha solicitado recientemente esa cantidad en ayuda federal para convertir terrenos privados propensos a las inundaciones en propiedad pública.
Ruidoso ha pasado el último año reconstruyéndose tras los incendios forestales y las posteriores inundaciones.
Con información de The Associated Press
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