La exposición a la marihuana podría afectar la salud de los óvulos de una mujer y aumentar el riesgo de problemas genéticos en los embriones, sugiere un nuevo estudio.
En un estudio publicado el martes en Nature Communications, investigadores de una clínica de fertilidad canadiense descubrieron que los niveles elevados de tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto del cannabis que produce el "subidón", pueden interferir en la maduración de los óvulos, lo que podría provocar errores cromosómicos que causen defectos congénitos.
Para su estudio, el equipo examinó más de 1000 muestras de líquido ovárico de mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad. Entre ellas, se compararon los óvulos no fecundados de 62 mujeres que dieron positivo en THC con dos controles emparejados de mujeres que no consumían cannabis.
La comparación sugirió que los óvulos expuestos al THC tendían a madurar más rápido y, como resultado, podían ser menos propensos a desarrollarse en embriones con el número correcto de cromosomas. Cuando los cromosomas no se alinean perfectamente, el óvulo puede no ser fecundado o puede formar un embrión con defectos.
Los óvulos no fecundados, u ovocitos, "necesitan tiempo suficiente para alcanzar la madurez citoplasmática", escribieron los investigadores, refiriéndose a una etapa que marca la finalización de todos los cambios bioquímicos y estructurales necesarios para una fecundación exitosa y el desarrollo de embriones sanos.
El proceso depende del empaquetamiento "preciso y fiel" de materiales clave, incluidas las transcripciones del ARN mensajero (ARNm) de la madre, que son la única fuente de instrucciones para el crecimiento temprano del embrión hasta que los propios genes del embrión se activan.
"En conjunto, la exposición al THC parece afectar a transcripciones críticas que intervienen en procesos clave de maduración de los ovocitos, la fertilización, el desarrollo embrionario temprano y la implantación", concluyen, al tiempo que señalan que se desconocen los mecanismos específicos por los que el THC afecta estos procesos en los ovocitos humanos.
Otra parte del estudio analizó óvulos muy inmaduros cultivados en un tubo de ensayo en un entorno de laboratorio. Estos óvulos, donados por mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad y no aptos para su uso, fueron expuestos al THC en condiciones controladas.
Después de 24 horas, los óvulos expuestos a niveles más altos de THC mostraron más defectos en sus husos, las pequeñas estructuras que guían los cromosomas a su lugar durante la división celular. Estos errores podrían impedir que un embrión se desarrollara con normalidad.
"En conjunto, estos datos presentan pruebas convincentes de que el consumo de cannabis puede afectar negativamente a la fertilidad femenina", escribieron los investigadores.
Los hallazgos se suman a un creciente número de publicaciones sobre cómo el cannabis afecta la reproducción femenina. En mayo, científicos de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón llevaron a cabo una revisión sistemática de 51 estudios en los que participaron más de 21 millones de personas. Descubrieron que el consumo de cannabis durante el embarazo se asociaba con un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer e incluso muerte infantil.
A diferencia del consumo de alcohol y nicotina, que disminuyeron entre las mujeres embarazadas en los últimos años, el consumo de cannabis aumenta a medida que se relajan las leyes y normas sobre la marihuana. Un estudio publicado en junio en la revista American Journal of Preventive Medicine informó que el consumo de cannabis declarado por las propias mujeres embarazadas en el último mes se triplicó con creces entre 2002 y 2020 en Estados Unidos.
El impacto del cannabis en la fertilidad masculina se estudió más exhaustivamente y está mejor documentado. Ya a finales de la década de 1990, investigadores de la Universidad de Búfalo descubrieron que el THC activa los mismos receptores cerebrales que la anandamida, un cannabinoide natural del organismo que puede impedir que los espermatozoides fecunden un óvulo. Según dijeron, los consumidores habituales de marihuana corren el riesgo de poner en peligro su fertilidad al "sobrecargar" este sistema de señalización natural que regula la motilidad de los espermatozoides.
Estudios de seguimiento realizados en la universidad sugirieron que los hombres que fuman marihuana con frecuencia tienden a tener menores volúmenes de líquido seminal, un recuento total de espermatozoides reducido y un comportamiento anormal de los espermatozoides. En muchos casos, los espermatozoides se movían "demasiado rápido y demasiado pronto", agotándose antes de llegar al óvulo y haciendo improbable la fertilización.
Investigaciones más recientes reforzaron estas preocupaciones. Por ejemplo, un estudio de 2020 realizado con 229 hombres jamaicanos descubrió que incluso el consumo moderado de cannabis estaba relacionado con una probabilidad tres veces y media mayor, de producir espermatozoides deformes, lo que reduce significativamente las posibilidades de una fertilización exitosa.
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