QUANTICO—El presidente Donald Trump y el secretario de Guerra Pete Hegseth se dirigieron el 30 de septiembre a cientos de generales, almirantes y soldados de alto rango en la Base del Cuerpo de Marines de Quantico, Virginia, para explicar sus esfuerzos por reestructurar las fuerzas armadas y reformar sus políticas.
Durante su discurso, Trump destacó la mejora en las cifras de reclutamiento y retención, el aumento del gasto en defensa y los planes para desarrollar nuevos sistemas y capacidades de armas, incluyendo el caza furtivo F-47 y una red de defensa antimisiles renovada.
"Estamos invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en modernizar nuestras capacidades de disuasión nuclear como nunca antes, y hemos comenzado la construcción de lo que llamamos el escudo de defensa antimisiles 'Cúpula Dorada'. Sería el más sofisticado del mundo", declaró Trump.
Trump también anunció que la Armada de EE. UU. planea construir 19 nuevos buques de guerra el próximo año.
Trump promocionó el uso de las movilizaciones de tropas por parte de su administración para proteger las instalaciones federales en Los Ángeles y ayudar a combatir la delincuencia en Washington. También habló sobre los planes para despliegues adicionales en ciudades como Chicago, Illinois, y Portland, Oregón.
"Es una misión realmente muy importante. Y le dije [a Hegseth] que deberíamos usar algunas de estas ciudades peligrosas como campos de entrenamiento para nuestras fuerzas armadas, la Guardia Nacional, porque muy pronto iremos a Chicago", declaró el presidente.
La reunión de Quantico forma parte de una tendencia más amplia de cambios culturales, políticos y de liderazgo en las fuerzas armadas. Recientemente, la administración rebautizó el Departamento de Defensa como Departamento de Guerra.
"En los próximos meses, haremos aún más anuncios históricos para abrazar plenamente la identidad del Departamento de Guerra", declaró Trump. "Me encanta el nombre. Me parece fantástico. Creo que detiene las guerras. El Departamento de Guerra va a detener las guerras".
Las declaraciones del presidente se produjeron tras un discurso en el que Hegseth enfatizó un cambio en la cultura militar que rechaza la disminución de los estándares de aptitud física y cuidado personal, y las llamadas agendas culturales "conscientes".
"La nueva regla de oro del Departamento de Guerra es esta: Trate a su unidad como si fuera a la de su propio hijo", dijo Hegseth a los líderes militares.
"¿Les gustaría que sirviera con tropas obesas, no aptas o con poco entrenamiento, o junto a personas que no cumplen con los estándares básicos, o en una unidad donde se rebajaron los estándares para que ciertos tipos de tropas pudieran ingresar, o en una unidad donde los líderes ascendían por razones distintas al mérito, el rendimiento y la lucha en la guerra? La respuesta no es un no, es un rotundo no".
Hegseth anunció que ordenó que todas las tropas en funciones de combate deberán cumplir con los más altos estándares masculinos.
Además, Hegseth ordenó que el Departamento de Guerra ya no haga excepciones a las normas de aseo personal en todas las ramas militares, como permitir que las tropas lleven barba.
"Cuando se dejan de lado los detalles menores, los mayores eventualmente desaparecen", dijo Hegseth. "Así que hay que abordar los detalles menores. Esto aplica tanto al servicio en el campo como en la retaguardia. Si quieren barba, pueden unirse a las Fuerzas Especiales. Si no, aféitense".
Durante sus declaraciones del martes, Hegseth anunció además planes para reformar las políticas del inspector general y de igualdad de oportunidades del departamento, adoptando lo que él llamó una política de "no más andar con pies de plomo".
Con información de Joseph Lord y Tom Ozimek.
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