Los dos senadores estadounidenses por Pensilvania —John Fetterman, demócrata, y Dave McCormick, republicano— condenaron el 2 de junio, en una comparecencia conjunta, el antisemitismo en Estados Unidos tras dos ataques de gran repercusión contra judíos en el país.
Los comentarios se produjeron un día después de un ataque en una manifestación judía en Boulder, Colorado, que dejó ocho personas heridas. Los testigos afirman que el agresor gritó «Palestina libre» durante el incidente, el mismo eslogan utilizado por el tirador que mató a dos empleados israelíes a las puertas de un museo en Washington la semana pasada.
Fetterman afirmó que el antisemitismo está «fuera de control».
«Hemos perdido el debate en algunas partes de mi partido— y para mí, esa claridad moral está firmemente [del lado] de Israel», afirmó en un debate con McCormick en el Instituto Edward M. Kennedy para el Senado de Estados Unidos en Boston.
Fetterman fue criticado dentro de su propio partido por su firme apoyo a Israel durante la guerra en curso contra el grupo terrorista Hamás. Algunos progresistas se opusieron a la guerra debido al elevado número de víctimas mortales en Gaza.
McCormick coincidió con Fetterman en la cuestión del antisemitismo. También habló de los esfuerzos de Estados Unidos para negociar un alto el fuego en Gaza, afirmando que la desmilitarización de Hamás es una prioridad máxima en las negociaciones y que, sin ella, no se puede alcanzar ningún acuerdo.
«Tienen que suceder dos cosas al mismo tiempo. Es necesario ejercer una presión constante sobre Hamás para destruir su capacidad militar... No se puede vivir a 600 metros de personas que quieren degollarte en mitad de la noche», afirmó McCormick. Añadió que Israel debía permitir la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, lo que, según él, se veía complicado por el uso que Hamás hacía de la ayuda para financiar sus operaciones militares.
McCormick hizo estas declaraciones tras un reciente viaje a Israel. El enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Wikoff, rechazó el 31 de mayo una contrapropuesta de Hamás durante las negociaciones, calificándolo de «totalmente inaceptable».
Mientras las negociaciones seguían en curso, McCormick afirmó que Estados Unidos debe «mantener la presión sobre Hamás y al mismo tiempo, proporcionar ayuda».
Tanto Fetterman como McCormick criticaron a Irán, al que culpan del ataque terrorista perpetrado por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que dio inicio a la guerra. Irán, que respalda al grupo terrorista, niega cualquier implicación en el ataque.
«Tenemos la oportunidad de destruir las instalaciones nucleares [de Irán]», afirmó Fetterman, en referencia a las recientes informaciones de los medios de comunicación que sugieren que Israel y Estados Unidos podrían lanzar una operación conjunta para atacar con bombardeos aéreos las instalaciones nucleares iraníes.
«Ahora enriquecen uranio activamente. Están al 60 %. Creo que tienen quizás 900 libras y están a un paso de alcanzar el 90 %, que es el nivel necesario para fabricar armas. ... Israel entiende que tenemos una oportunidad para atacar».
El presidente Donald Trump dijo la semana pasada que le dijo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no llevara a cabo ataques militares contra las instalaciones nucleares de Irán para permitir que Estados Unidos llegara a un acuerdo nuclear con el régimen.
«Le dije: 'No creo que sea apropiado [llevar a cabo ataques contra Irán]'», afirmó el presidente, añadiendo que se estaban manteniendo «muy buenas conversaciones» para garantizar que el programa nuclear de Teherán no condujera a la producción de armas nucleares.
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