LA HAYA, Países Bajos — El presidente Donald Trump concluyó el 25 de junio una visita de 24 horas a los Países Bajos para asistir a la cumbre de la OTAN, en la que logró un importante acuerdo para aumentar los compromisos de gasto en defensa de los aliados.
A diferencia de la cumbre del año pasado, celebrada en Washington por el presidente Joe Biden en medio de la atención mediática tras su debate con Trump, el evento de este año reflejó un notable cambio de tono y de prioridades.
Durante la cumbre, la atención se centró en las declaraciones de Trump sobre el alto el fuego en Medio Oriente, un informe de inteligencia filtrado sobre los ataques militares estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes y su postura sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.
A continuación se presentan las principales conclusiones de la cumbre de este año.
“Hito histórico”
En la cumbre de este año, los aliados de la OTAN acordaron aumentar drásticamente sus objetivos de gasto en defensa hasta el 5% del producto interior bruto (PIB), un plan que Trump lleva mucho tiempo defendiendo.Durante una rueda de prensa en la cumbre, Trump elogió el nuevo acuerdo, conocido como el Compromiso de La Haya en materia de Defensa, como un “hito histórico”, algo que, según él, “nadie creía realmente posible”.
Según la declaración de la cumbre, los miembros de la OTAN acordaron destinar al menos el 3.5% de su PIB anual a las necesidades básicas de defensa para 2035. Los miembros acordaron presentar planes anuales que muestren una vía creíble para alcanzar este objetivo.
Además, los miembros de la OTAN destinarán otro 1.5% de su PIB anual a invertir en infraestructuras críticas, ciberseguridad, preparación civil e innovación, así como a impulsar la base industrial de defensa.
Trump afirmó que el compromiso en materia de defensa supondrá más de un billón de dólares al año para la defensa colectiva de la OTAN.
Dijo que quería que los nuevos fondos se destinaran a equipamiento militar y no a la burocracia.
“Esperemos que ese material se fabrique en Estados Unidos, porque tenemos el mejor material del mundo”, afirmó, promocionando la industria de defensa estadounidense, que se perfila como la principal beneficiaria del aumento del gasto en defensa.
Irán cobra protagonismo en la cumbre
Aunque se esperaba que la cumbre fuera el momento de Trump para celebrar los recientes ataques estadounidenses que destruyeron tres instalaciones nucleares iraníes, el presidente dedicó gran parte de su tiempo a rebatir las noticias que ponían en duda el éxito de la operación militar.Durante la rueda de prensa de la cumbre, Trump afirmó que los reportajes menospreciaban a los pilotos, incluidos los que pilotaban los bombarderos B-2, que participaron en la operación militar del fin de semana.
Trump criticó a la CNN y a otros medios de comunicación por informar de que una evaluación clasificada de la inteligencia estadounidense filtrada concluía que los ataques no destruyeron componentes críticos del programa nuclear del país.
En respuesta, Trump citó una declaración del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, quien afirmó que las instalaciones nucleares del país habían sufrido “graves daños” por los ataques.
Durante su reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la mañana del 25 de junio, Trump también dijo que los ataques estadounidenses ayudaron a poner fin al conflicto entre Israel e Irán, comparándolos con los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial.
Dinámica Trump-Rutte
En la cumbre de La Haya, la relación entre Trump y el secretario general de la OTAN fue particularmente notable.Rutte elogió el liderazgo de Trump al presionar a los aliados de la OTAN para que aumentaran el gasto en defensa y alabó su "acción decisiva" para desmantelar las capacidades nucleares de Teherán.
Durante su reunión bilateral en la mañana del 25 de junio, Trump comparó el conflicto entre Israel e Irán con “una gran pelea” entre “dos niños en el patio de un colegio”.
“Ya sabes, pelean como locos, no puedes detenerlos. “Déjalos pelear durante unos dos o tres minutos, luego es fácil detenerlos”, dijo Trump.
Rutte respondió con una broma, diciendo: “Entonces papá a veces tiene que usar un lenguaje fuerte”.
El intercambio se volvió rápidamente viral, y los críticos acusaron al jefe de la OTAN de ser excesivamente adulador con Trump.
Rutte defendió sus comentarios, calificando a Trump de “buen amigo” y añadiendo: “Creo que se merece todos los elogios”.
Trump se reúne con Zelenski
Otro momento destacado de la cumbre fue la reunión de Trump con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski el 25 de junio, al margen de la cumbre. Cuando se le preguntó si había hablado de un posible alto el fuego, Trump respondió a los periodistas: “No, solo quería saber cómo estaba”.“La verdad es que fue muy agradable. Pasamos por momentos difíciles», dijo Trump. “No podría haber sido más amable”.
Trump expresó su intención de hablar con el presidente ruso, Vladimir Putin, para explorar formas de negociar un alto el fuego. No hizo comentarios sobre si aún consideraba planes para imponer sanciones adicionales a Rusia.
Los líderes europeos esperaban que Trump cumpliera su promesa anterior de promulgar sanciones secundarias contra el Kremlin, pero esa expectativa parece estar en suspenso por ahora.
El comunicado de la cumbre también reflejó un cambio en el lenguaje. La declaración de 2024 afirmaba: “El futuro de Ucrania está en la OTAN”. Esto ha sido sustituido por: “Los aliados reafirman sus compromisos soberanos duraderos de proporcionar apoyo a Ucrania, cuya seguridad contribuye a la nuestra”.
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