(La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica que causa parches inflamados y escamosos en la piel. Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock)

(La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica que causa parches inflamados y escamosos en la piel. Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock)

La psoriasis es la segunda enfermedad autoinmune más común: Cinco hábitos que pueden ayudar

El sistema inmunitario ataca por error las células sanas de la piel, lo que provoca que se acumulen y formen placas gruesas y escamosas

SALUDPor Mercura Wang
18 de agosto de 2025, 3:09 p. m.
| Actualizado el18 de agosto de 2025, 3:09 p. m.

La psoriasis es la segunda enfermedad autoinmune más común en los Estados Unidos.

Lejos de ser solo un "problema de la piel", la psoriasis es una enfermedad autoinmune compleja con una base genética que hace que el sistema inmunitario ataque por error las células sanas de la piel.

Es como si el sistema de seguridad del cuerpo fuera demasiado celoso, trabajando demasiado para protegerlo, pero al hacerlo, crea las placas gruesas y escamosas que caracterizan esta enfermedad. Estas placas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero principalmente en la parte baja de la espalda, los codos, las rodillas o el cuero cabelludo.

Aunque todavía no existe una cura, con la combinación adecuada de tratamientos y cambios en el estilo de vida, muchas personas con psoriasis llevan una vida plena y activa con síntomas mínimos.

En la psoriasis, la hiperactividad de las células inmunitarias desencadena inflamación y una rápida renovación celular, lo que da lugar a placas gruesas y escamosas en la superficie cutánea. (Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock).En la psoriasis, la hiperactividad de las células inmunitarias desencadena inflamación y una rápida renovación celular, lo que da lugar a placas gruesas y escamosas en la superficie cutánea. (Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock).

¿Cuáles son los síntomas y los primeros signos de la psoriasis?

La psoriasis se manifiesta en varias formas distintas que pueden aparecer individualmente o juntas, a veces cambiando con el tiempo. El tipo más común, la psoriasis en placas, representa entre el 85 y el 90 por ciento de todos los casos.

La psoriasis en placas suele comenzar con pequeñas lesiones cutáneas simétricas de aproximadamente 1/8 de pulgada de ancho, que crecen gradualmente. La afección varía mucho de una persona a otra, con una variedad de síntomas comunes, que incluyen:

- Parches rojos y gruesos en la piel cubiertos de escamas blanco plateadas en áreas como los codos, las rodillas y el cuero cabelludo.

- Piel seca y agrietada.

- Picazón, escozor o sangrado.

- Uñas con hoyuelos, decoloración o separación.

- Descamación severa similar a la caspa.

- Dolor y picazón en las articulaciones o los tendones.

La Fundación Nacional de Psoriasis clasifica la psoriasis según la superficie corporal afectada:

- Leve: Afecta menos del 3 por ciento del cuerpo.

- Moderada: Afecta entre el 3 y el 10 por ciento del cuerpo.

- Grave: Afecta más del 10 por ciento del cuerpo.

Otras formas de psoriasis incluyen:

- Cuero cabelludo: Aparece como parches gruesos, rojos y escamosos en el cuero cabelludo que pueden extenderse más allá de la línea del cabello. En casos graves, puede producirse pérdida de cabello debido al rascado o al peinado excesivo.

- Guttata: Aparece como pequeñas manchas rojas en forma de gotas en el torso o las extremidades.

- Uñas: Implica picazón, decoloración, engrosamiento o separación de las uñas y puede confundirse con una infección por hongos.

- Inversa: Aparece en forma de parches lisos, rojos e irritados en los pliegues de la piel, como la ingle, las axilas y debajo de los senos. Los síntomas suelen empeorar con la fricción y la sudoración.

- Pustulosa: Se presenta en forma de protuberancias blancas llenas de pus sobre la piel enrojecida y puede ir acompañada de sensibilidad o ardor.

- Eritrodérmica: Implica enrojecimiento y descamación generalizados en la mayor parte del cuerpo y puede causar picazón intensa, ardor, fiebre, escalofríos, fatiga, taquicardia, dolor en las articulaciones e inflamación de los ganglios linfáticos. Esta es la forma más grave y poco frecuente de psoriasis.

La psoriasis se caracteriza por ciclos impredecibles de brotes y remisiones.

Los brotes se producen cuando los síntomas se intensifican o se generalizan, a menudo desencadenados por factores específicos.

La remisión puede durar desde unos meses hasta varios años, aunque es difícil predecir su duración.

¿Qué causa la psoriasis?

En esencia, la psoriasis se produce cuando el sistema inmunitario acelera la producción de células cutáneas. Normalmente, las células cutáneas tardan aproximadamente un mes en viajar desde las capas más profundas hasta la superficie. En las personas con psoriasis, este proceso solo dura unos días, lo que provoca que las células se acumulen y formen las placas gruesas y escamosas características de la enfermedad.

La psoriasis está provocada por una combinación de factores genéticos y ambientales, entre los que se incluyen el estrés, la obesidad y las sustancias químicas que afectan al crecimiento de las células de la piel.

1. Genética

La genética desempeña un papel importante en la psoriasis, con estimaciones de heredabilidad que oscilan entre el 60 por ciento y el 90 por ciento. Si uno de los padres tiene psoriasis, el niño tiene aproximadamente un 14 por ciento de probabilidades de desarrollarla. Si ambos padres biológicos están afectados, el riesgo aumenta hasta aproximadamente el 40 por ciento.

2. Factores ambientales

Hay diversos factores externos que pueden desencadenar o empeorar la psoriasis, especialmente en personas con predisposición genética. Estos desencadenantes varían de una persona a otra y pueden influir en la frecuencia con la que se producen los brotes y en su gravedad.

- Infecciones: Las infecciones por estreptococos, el virus de la inmunodeficiencia humana y ciertas cepas del virus del papiloma humano se asocian con brotes de psoriasis.

- Estrés: Tanto el estrés físico como el emocional pueden desencadenar los síntomas. Un estudio realizado en 2024 descubrió que los adolescentes con poca resistencia al estrés tenían un 31 por ciento más de riesgo de desarrollar psoriasis en la edad adulta en comparación con sus compañeros con alta resistencia.

- Exposición a sustancias químicas y contaminación: La exposición a contaminantes, como metales pesados como el cadmio y compuestos orgánicos volátiles, puede agravar los síntomas.

- Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos para la presión arterial, el litio y los antiinflamatorios no esteroideos se han relacionado con brotes, especialmente cuando se suspenden de forma brusca.

- Obesidad: La obesidad puede empeorar la psoriasis al aumentar la pérdida de agua, la producción de sebo y la sudoración, al tiempo que deteriora el flujo linfático y la función de barrera de la piel.

- Lesiones cutáneas: Incluso las lesiones leves, como arañazos, pinchazos o quemaduras solares, pueden dar lugar a nuevas lesiones psoriásicas, una reacción conocida como fenómeno de Koebner.

- Tabaquismo: Fumar puede desencadenar o empeorar la psoriasis al aumentar el estrés oxidativo, alterar las vías inmunitarias e interactuar con los genes relacionados con la psoriasis.

- Alcohol: El consumo excesivo de alcohol se asocia con una psoriasis más grave y extendida. A menudo afecta la cara, la ingle y los pliegues de la piel, o se presenta como lesiones engrosadas en las extremidades.

- Vacunas: Las vacunas de ARNm contra COVID-19 se han asociado con la aparición de psoriasis o brotes, principalmente después de la segunda dosis. No se ha establecido una relación causal directa. Otras vacunas, como la H1N1 y la tetánica-difteria, también se relacionan con la psoriasis en algunos casos.

- Clima más frío: La psoriasis es más común y tiende a aparecer antes en climas más fríos. Se ha observado una mayor prevalencia entre los afroamericanos y los caucásicos que viven en regiones frías en comparación con personas de cualquier etnia que viven en África.

Otros factores de riesgo de la psoriasis:

- Raza: Es más común en los caucásicos que en otros grupos étnicos.

- Edad: Suele aparecer durante uno de los dos períodos de mayor incidencia: Entre los 30 y los 39 años o entre los 60 y los 69 años.

¿Cómo se diagnostica la psoriasis?

La psoriasis suele ser diagnosticada clínicamente por un dermatólogo. No existe un análisis de sangre específico para la psoriasis, por lo que los médicos se basan en un examen físico de la piel, las uñas y el cuero cabelludo. También preguntan sobre los antecedentes familiares y comentan los posibles síntomas y los posibles desencadenantes.

Las pruebas utilizadas para diagnosticar la psoriasis y sus complicaciones incluyen:

- Biopsia de piel: Confirma el diagnóstico de psoriasis y descarta otras afecciones cutáneas. Consiste en tomar una pequeña muestra de piel, que es examinada al microscopio por un patólogo.

- Prueba de ácido úrico: Mide el nivel de ácido úrico en la sangre o la orina para detectar la gota, una afección que puede aparecer junto con la psoriasis.

- Índice de área y gravedad de la psoriasis: La herramienta más utilizada para evaluar la gravedad y la extensión de la psoriasis.

¿Cuáles son los enfoques naturales y de estilo de vida para la psoriasis?

Algunas estrategias de estilo de vida pueden ser eficaces y tener menos efectos secundarios, pero es importante consultar a un médico antes de probarlas.

1. Terapia de spa

La terapia de spa, que utiliza recursos naturales como los baños minerales, se utiliza a menudo para tratar determinadas afecciones de la piel. Un estudio realizado en 2022 descubrió que la terapia de spa mejoraba síntomas como el picor tanto a corto como a largo plazo.

La combinación de la exposición al sol con los baños en el mar Muerto demostró una notable mejora a corto plazo de los síntomas de la psoriasis. Incluso los baños de agua salada en interiores combinados con la terapia con rayos ultravioleta B (UVB) demostraron ser más eficaces que la terapia con UVB sola.

2. Tratamientos tópicos naturales

Algunos ingredientes de origen natural pueden ayudar a aliviar los síntomas de la psoriasis cuando se aplican directamente sobre la piel. Aunque los resultados pueden variar, varias opciones tópicas se mostraron prometedoras para reducir la inflamación, la descamación y las molestias.

- Cúrcuma: Planta que contiene curcumina, un potente compuesto antiinflamatorio. Se puede aplicar tópicamente en forma de pasta o tomar como suplemento.

- Uva de Oregón: Utilizada en cremas tópicas al 10 por ciento, demostró que reduce los síntomas en estudios.

- Productos del Mar Muerto: Incluyen baños de agua salada y minerales que pueden ayudar a normalizar las respuestas inmunitarias.

3. Dietas antiinflamatorias y sin gluten

Los cambios en la dieta y la terapia nutricional pueden ayudar a mejorar las lesiones cutáneas psoriásicas y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas. Se ha demostrado que varios patrones alimenticios reducen los síntomas, entre ellos:

Dietas antiinflamatorias

La elección de los alimentos puede afectar significativamente la gravedad de la psoriasis. Céntrese en:

- Pescados ricos en omega-3: Ayudan a reducir la inflamación. Algunos ejemplos son el salmón, la caballa y las sardinas. Una revisión de 2020 con casi 1000 participantes descubrió que el aceite de pescado, cuando se utiliza junto con los tratamientos estándar, puede ayudar a mejorar la psoriasis y afecciones relacionadas, como la obesidad, las enfermedades cardíacas y los trastornos metabólicos.

- Frutas y verduras de colores: Ricas en antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación.

- Cereales integrales y legumbres: Proporcionan energía constante y fibra dietética.

- Frutos secos y semillas: Aportan grasas saludables y minerales.

- Dieta mediterránea: Las investigaciones demuestran de forma sistemática que la dieta mediterránea ayuda a controlar la psoriasis. Rica en aceite de oliva, pescado, verduras y vino tinto moderado, reduce de forma natural la inflamación en todo el cuerpo.

Prueba sin gluten

Algunas personas con psoriasis tienen una sensibilidad silenciosa al gluten. Si tienes psoriasis de moderada a grave, una prueba sin gluten durante 3 meses puede ayudar a revelar si el gluten está provocando tus brotes.

Otros alimentos que se deben limitar o evitar son:

- Alimentos con alto contenido en aditivos y conservantes

- Consumo excesivo de alcohol

- Productos lácteos con alto contenido en grasas

- Alimentos con alto contenido en azúcares añadidos

4. Actividades de bajo impacto

Aunque el ejercicio puede parecer difícil, puede reducir los síntomas de la psoriasis al disminuir el riesgo de padecer afecciones relacionadas y aliviar el estrés, la depresión y la ansiedad.

Las actividades de bajo impacto, como la natación, la marcha y el ciclismo, junto con el entrenamiento de fuerza, se recomiendan habitualmente a las personas con psoriasis.

El ejercicio moderado o intenso también puede ayudar a prevenir la psoriasis. Utilizar el ejercicio como estrategia para controlar el peso puede reducir la gravedad de la enfermedad, especialmente en personas con sobrepeso. Es importante evitar el esfuerzo excesivo y buscar el asesoramiento personalizado de un fisioterapeuta.

5. Meditación

La meditación y la reducción del estrés basada en la atención plena pueden ser tratamientos complementarios útiles. Una revisión sistemática de 2022 descubrió que estas prácticas pueden mejorar los síntomas de la psoriasis a corto plazo. En un estudio, los pacientes que escucharon audios de meditación consciente durante la terapia con UVB o psoraleno más ultravioleta A (PUVA), un tipo de fototerapia, alcanzaron hitos de mejora significativa tanto a mitad del tratamiento como al final del mismo, mucho más rápido que aquellos que solo recibieron tratamiento con luz.

¿Cuáles son los tratamientos médicos para la psoriasis?

La psoriasis no tiene cura conocida, pero el tratamiento se centra en el control eficaz de los síntomas. La atención suele comenzar con terapias más suaves y avanza hacia opciones más fuertes. A menudo se combinan varios tratamientos para obtener mejores resultados.

1. Tratamientos tópicos

Los tratamientos tópicos son la primera opción para la psoriasis leve a moderada. Las cremas y pomadas de baja potencia se pueden adquirir sin receta, mientras que las versiones más fuertes requieren receta médica.

- Emolientes: Hidratantes que suavizan e hidratan la piel.

- Corticosteroides: Cremas que reducen la inflamación, el picor y el crecimiento excesivo de células cutáneas.

- Análogos de la vitamina D: Formas sintéticas de vitamina D (como el calcipotrieno y el calcipotriol) que ralentizan la producción de células cutáneas y reducen la inflamación.

- Inhibidores de la calcineurina: Cremas como el tacrolimus y el pimecrolimus que reducen la inflamación. Son las más adecuadas para zonas sensibles como la cara o los pliegues de la piel.

- Ácido salicílico: Ingrediente exfoliante que suaviza y elimina las placas.

- Retinoides: Tratamientos a base de vitamina A, como el tazaroteno, que reducen la descamación, el enrojecimiento y las placas.

- Alquitrán de hulla: Retrasa el crecimiento celular y reduce la inflamación. Puede causar irritación o manchas y no se recomienda durante el embarazo o la lactancia.

- Ditranol (antralina): Retrasa el crecimiento de las células de la piel y puede conducir a una remisión a largo plazo. Es ideal para la psoriasis crónica, pero no para las zonas inflamadas.

- Crema de tapinarof: Un tratamiento antiinflamatorio más nuevo. Alrededor del 40 por ciento de los usuarios tuvieron la piel clara o casi clara después de 12 semanas.

- Crema de roflumilast: Reduce rápidamente la inflamación y la picazón y funciona bien en pieles sensibles.

- Cintas oclusivas: Se aplican en las palmas de las manos y las plantas de los pies para retener la humedad y aumentar la absorción de los tratamientos tópicos.

2. Fototerapia

La fototerapia, o terapia con luz, utiliza luz natural o artificial para tratar la psoriasis y debe administrarse bajo la supervisión de un dermatólogo.

- Helioterapia: Consiste en la exposición a la luz solar natural para reducir la extensión y la gravedad de la psoriasis.

- UVB: La luz ultravioleta B de onda corta ralentiza el crecimiento de las células de la piel y reduce la inflamación. Se administra normalmente en una cabina con luces fluorescentes, dos o tres veces por semana durante un máximo de tres meses.

- PUVA: Combina un fármaco fotosensibilizante con luz ultravioleta A que penetra más profundamente en la piel. Conlleva riesgos más elevados, como náuseas y un mayor riesgo de cáncer de piel.

3. Tratamientos sistémicos

Cuando la psoriasis está muy extendida o es resistente al tratamiento, se pueden utilizar medicamentos sistémicos. Estos incluyen terapias no biológicas (normalmente orales) y biológicas (normalmente inyectables).

Medicamentos no biológicos: Incluyen metotrexato (retrasa el crecimiento de las células de la piel), ciclosporina (reduce la inflamación), apremilast (elimina las placas), retinoides (como acitretina e isotretinoína) y deucravacitinib. Estos fármacos se denominan a menudo tratamientos con moléculas pequeñas, que son compuestos de bajo peso molecular sintetizados químicamente que se dirigen a vías inflamatorias específicas. No todos los fármacos no biológicos entran en esta categoría.

Biológicos: Este grupo incluye fármacos modificados genéticamente que actúan de forma precisa sobre partes específicas de la respuesta autoinmune. Entre ellos se encuentran los inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) —que bloquean una proteína que provoca la inflamación— como el adalimumab y el etanercept. Otros biológicos son los inhibidores de la interleucina, que actúan sobre otras vías relacionadas con la inflamación.

4. Suplementos

Ciertos suplementos pueden ayudar a mejorar los síntomas de la psoriasis cuando se utilizan junto con el tratamiento habitual.

Genisteína: Una isoflavona presente en la soja con efectos antiinflamatorios y antiproliferativos. La genisteína es segura y bien tolerada, y ha demostrado efectos positivos sobre los marcadores inflamatorios en la psoriasis leve a moderada.

Extracto de corteza de pino: En un estudio observacional realizado en 2014, 73 adultos con psoriasis en placas de moderada a grave tomaron 150 miligramos de picnogenol, un extracto estandarizado de corteza de pino marítimo francés, durante tres meses, además del tratamiento habitual. Los participantes que recibieron el suplemento obtuvieron resultados significativamente mejores que los que recibieron solo el tratamiento habitual, entre ellos una mejor hidratación de la piel y una reducción del enrojecimiento, el grosor y la descamación.

5. Apiterapia

La apiterapia, una práctica de la medicina tradicional popular, utiliza productos de las abejas melíferas para la curación. El propóleo, una resina elaborada por las abejas a partir de sustancias vegetales, tiene propiedades antiinflamatorias e inmunorreguladoras. Un estudio de 2018 descubrió que una pomada con un 50 por ciento de propóleo y un 3 por ciento de aloe vera mejoraba significativamente la psoriasis palmoplantar leve a moderada.

6. Medicina tradicional china (MTC)

La MTC ofrece un enfoque holístico para tratar la psoriasis mediante terapias a base de hierbas y técnicas físicas. Aunque muchos métodos se practican ampliamente en Asia, la investigación sobre su eficacia aún está en sus inicios. Cabe señalar que, según la MTC, cada persona es única y los tratamientos son muy personalizados, por lo que es importante consultar a un profesional que pueda adaptar el enfoque a su tipo de cuerpo específico.

Medicamentos a base de hierbas

Índigo naturalis: Aplicado tópicamente en forma de ungüento al 10 por ciento, redujo los síntomas de la psoriasis en placas crónica en un 81 por ciento en 12 semanas sin que se reportaran efectos secundarios.

Dong quai (Angelica sinensis): Utilizado en la terapia PUVA, contiene psoraleno, un compuesto que ralentiza el crecimiento de las células de la piel y mejora la eficacia del tratamiento.

Terapia de ventosas móviles

La terapia de ventosas móviles consiste en utilizar ventosas sobre la piel para estimular el flujo de energía y la curación. Una revisión de 2020 descubrió que mejoraba significativamente los síntomas y reducía la recurrencia. Cuando se utilizaba sola o con medicación, superaba a la medicación sola, posiblemente al reducir los marcadores inflamatorios como el TNF-alfa y el factor de crecimiento endotelial vascular. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar su eficacia.

Acupuntura

Recomendada por la Fundación Nacional de Psoriasis como tratamiento natural, la acupuntura ha mostrado resultados prometedores en algunos estudios. En un ensayo clínico con 61 pacientes que no respondían a las terapias convencionales, casi el 50 por ciento experimentó una desaparición total o casi total de las lesiones cutáneas después de unas nueve sesiones.

¿Cómo puedo prevenir la psoriasis?

Aunque no se puede prevenir totalmente la psoriasis debido a su componente genético y a sus causas poco claras, es posible reducir el riesgo mediante las siguientes medidas:

- Mantener un peso saludable.

- Evitar fumar.

- Limitar el consumo de alcohol.

- Controlar el estrés de forma eficaz.

- Evitar los factores ambientales desencadenantes conocidos siempre que sea posible.

Si ya padece psoriasis, concéntrese en prevenir los brotes controlando los factores desencadenantes y adaptándose a los factores ambientales.

Control de los desencadenantes:

- Lleve un diario de los síntomas para identificar los desencadenantes personales.

- Proteja la piel de las lesiones utilizando guantes y secándola con suavidad.

- Utilice productos para el cuidado de la piel sin fragancias para reducir la irritación.

Consideraciones climáticas:

- Utilice un humidificador en ambientes secos.

- Proteja la piel de las temperaturas extremas.

- Exponer la piel al sol de forma gradual para evitar desencadenar brotes.

¿Cuáles son las complicaciones de la psoriasis?

La psoriasis puede provocar varias complicaciones y afecciones de salud relacionadas, conocidas como comorbilidades.

Las posibles complicaciones pueden incluir:

- Infecciones secundarias: Rascarse o romper las lesiones puede provocar infecciones.

- Insuficiencia cardíaca: La psoriasis eritrodérmica puede ejercer presión sobre el corazón.

- Deficiencia de folato: La psoriasis grave puede reducir los niveles de folato.

Las comorbilidades comunes incluyen:

- Artritis psoriásica: Una afección articular que afecta entre el 10 y el 20 por ciento de las personas con psoriasis. A menudo incluye cambios en las uñas y brotes articulares o cutáneos.

- Linfoma: Un riesgo ligeramente mayor, posiblemente relacionado con la enfermedad o sus tratamientos.

- Enfermedad cardiovascular: Mayor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y eventos relacionados.

- Diabetes tipo 2: Mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

- Otras afecciones asociadas: Mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer (como el cáncer colorrectal), síndrome metabólico, obesidad, osteoporosis, enfermedades hepáticas y renales, y problemas oculares.

- Problemas de salud mental: Pueden incluir ansiedad y depresión.

- Enfermedad inflamatoria intestinal: Especialmente la enfermedad de Crohn, que es más común en personas con psoriasis.


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