En las conversaciones de alto nivel celebradas el jueves en París, Estados Unidos presentó a sus aliados europeos una serie de propuestas para lograr la paz entre Rusia y Ucrania, esbozando las condiciones para detener las hostilidades y suavizar las sanciones a Moscú, supeditadas al establecimiento de un alto al fuego duradero.
Según el Elíseo —la oficina del presidente francés— se discutieron todos los «componentes clave» de un alto al fuego, así como las garantías de seguridad. Uno de los elementos de la propuesta estadounidense, según el Elíseo, consiste en congelar efectivamente el conflicto a lo largo de los frentes actuales.
«El hecho es que una serie de territorios están actualmente ocupados por Rusia, y si el objetivo inicial es obtener un alto al fuego, entonces debe basarse en la actual línea de contacto tal como es», dijo a The Epoch Times un funcionario del Elíseo, hablando bajo condición de anonimato. «Tenemos que partir de las realidades sobre el terreno».
Sin embargo, Kiev ofreció una firme refutación. En declaraciones a Le Monde, Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, dijo que el país rechazaba la idea de cualquier «reconocimiento de la ocupación de sus territorios por Moscú», calificándola de «línea roja».
El Elíseo caracterizó el propósito de la reunión como un esfuerzo para que Ucrania comprendiera mejor las propuestas estadounidenses. El funcionario afirmó que el siguiente paso corresponde a Kiev.
«El siguiente paso en el proceso es que Ucrania comparta sus propias demandas y su voluntad de participar en el seguimiento de las negociaciones iniciadas por los estadounidenses con los rusos», dijo el funcionario.
Funcionarios franceses, alemanes y británicos expresaron su apoyo al «objetivo del presidente Trump de poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania», según el Elíseo. «Coincidimos en la necesidad de un alto al fuego total lo antes posible», añadió el funcionario.
La Presidencia francesa describió la reunión como «un excelente intercambio que nos permitió converger en lo que más importa: una paz sólida en beneficio de Ucrania y, al hacerlo, también en beneficio de los europeos».
Se espera que las conversaciones de seguimiento tengan lugar la próxima semana en Londres.
En su intervención del viernes en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, elogió a los participantes europeos por ser «muy serviciales y constructivos» durante la reunión. También pidió «más concreción» en la próxima ronda.
Rubio también lanzó una advertencia que la administración Trump podría abandonar la iniciativa si no se logran avances rápidos.
«Tenemos que averiguar ahora, en cuestión de días, si esto es factible a corto plazo, porque si no lo es, entonces creo que vamos a seguir con otros temas», dijo. «También tenemos otras prioridades en las que centrarnos».
Más tarde ese día en Washington, el presidente Donald Trump hizo eco del mensaje, advirtiendo que Estados Unidos podría abandonar las conversaciones a menos que haya un progreso rápido de Moscú y Kiev.
«Ahora bien, si por alguna razón una de las dos partes lo pone muy difícil, simplemente diremos 'son tontos. Son tontos, son personas horribles'», dijo Trump. «Y simplemente lo dejaremos pasar. Pero esperemos que no tengamos que hacerlo».
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