La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el 20 de octubre la compra de dos aviones Gulfstream por valor de 172 millones de dólares, alegando que eran necesarios para sustituir los aviones de la Guardia Costera de Estados Unidos, que tenían décadas de antigüedad, después de que los legisladores demócratas criticaran la medida.
Durante una rueda de prensa en Sarasota, Florida, Noem dijo que el Congreso había aprobado y asignado fondos para los aviones en virtud del Gran y Hermoso Proyecto de Ley, que el presidente Donald Trump promulgó en julio.
"Estos aviones son de la Guardia Costera y sustituyen a otros con 25 años de antigüedad que son necesarios para la misión de la Guardia Costera", dijo a los periodistas. "El Congreso asignó los fondos y los pagó en el Gran y Hermoso Proyecto de Ley, y estamos agradecidos de poder seguir adelante".
El proyecto de ley establece que se asignaron más de 2.3 mil millones de dólares a la Guardia Costera para "la adquisición y compra de aeronaves de ala giratoria, equipos relacionados con dichas aeronaves y simuladores de entrenamiento y gestión de programas para dichas aeronaves, con el fin de garantizar la seguridad de la frontera marítima".
Las declaraciones de Noem se produjeron después de que algunos legisladores criticaran al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) por gastar millones de dólares mientras los presupuestos gubernamentales se ven limitados por el cierre.
La representante Rosa DeLauro (D-Conn.), miembro destacado del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, y la representante Lauren Underwood (D-Ill.), miembro destacado del Subcomité de Seguridad Nacional, enviaron una carta a Noem el 18 de octubre solicitando información sobre un contrato de fuente única que la Guardia Costera de Estados Unidos firmó con Gulfstream para la compra de dos aviones privados G700.
Los legisladores dijeron que el contrato va en contra de "la estrategia de adquisición y las necesidades operativas" de la flota de aviones de mando y control de largo alcance de la Guardia Costera.
"Además de plantear serias dudas sobre su capacidad para dirigir eficazmente una agencia cuyas estrategias de adquisición parecen variar según su antojo, la adquisición de nuevos aviones de lujo para su uso sugiere que se ha ordenado a la [Guardia Costera de Estados Unidos] que dé prioridad a su propia comodidad por encima de las necesidades operativas de la USCG, incluso durante un cierre del gobierno", dijeron.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), instó a la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) a abrir una investigación completa sobre la adquisición de aviones por parte de la Guardia Costera.
"Exijo que la GAO realice una investigación completa sobre cuál es la justificación para comprar estos aviones", dijo Schumer en un video publicado en las redes sociales el 20 de octubre.
El representante Bennie Thompson (D-Miss.) dijo el 18 de octubre que el Congreso había rechazado una solicitud del DHS para adquirir un jet de 50 millones de dólares a principios de este año. Instó al Congreso a investigar la compra del jet Gulfstream.
The Epoch Times se puso en contacto con el DHS para recabar sus comentarios, pero no recibió respuesta antes de la publicación.
El DHS también refutó un informe del New York Times que sugería que los aviones se compraron para uso del secretario. El departamento dijo que los aviones son para los miembros del Servicio de Guardacostas que llevan a cabo misiones de seguridad nacional.
En una declaración del 19 de octubre en X, el DHS dijo que los nuevos aviones son vitales para garantizar la "seguridad y la preparación para las misiones" de la Guardia Costera, y añadió que los altos mandos militares y los miembros del gabinete necesitan "un mando y control seguros y una movilidad rápida a larga distancia".
El lunes, la administración Trump anunció sus planes de movilizar a la Guardia Costera para proteger el Río Grande contra la inmigración ilegal.
El comandante en funciones de la Guardia Costera, el almirante Kevin Lunday, dijo que la operación dará a la Guardia Costera el control de la frontera sur en el este de Texas.
"La Guardia Costera de Estados Unidos es la mejor del mundo en operaciones tácticas con embarcaciones y en la interceptación marítima en el mar, a lo largo de las costas y en entornos fluviales", dijo Lunday.
Con información de Jill McLaughlin.
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