Las autoridades elogiaron a los niños de la escuela Annunciation Catholic School de Minneapolis que se pusieron en peligro para proteger a sus amigos durante un tiroteo masivo el 27 de agosto.
Las autoridades del Hennepin County Medical Center hablaron con los periodistas el 28 de agosto para informarles sobre el estado de los heridos después de que un hombre matara a dos niños e hiriera a otros 17 al abrir fuego durante la misa en una escuela católica de Minneapolis.
El tirador, Robert "Robin" Westman, fue identificado por las fuerzas del orden como un hombre de unos 20 años que murió tras pegarse un tiro momentos después de llevar a cabo el tiroteo masivo.
El Dr. Tom Clemens, del Centro Médico del Condado de Hennepin, dijo a los periodistas que era "realmente increíble" escuchar cómo los niños protegían a sus amigos y compañeros de clase.
"Hubo un niño que cubrió a otro y recibió un disparo de escopeta en la espalda", dijo.
El medio de comunicación local Fox 9 entrevistó a Weston Halsne, un alumno de quinto curso de la escuela que describió el heroico acto de su amigo durante el tiroteo, diciendo que —cuyo nombre fue ocultado en el video— "se tumbó encima" de él para protegerlo, y que, como resultado, su amigo recibió un disparo en la espalda y tuvo que ser hospitalizado.
Halsne describió el suceso como "muy aterrador", en parte porque solo habían realizado simulacros de tiroteos en su colegio, nunca en la iglesia donde se produjo la violencia.
"Nos metimos en los bancos y él disparó a través de las vidrieras", dijo Halsne.
Clemens ofreció información actualizada sobre los heridos y dijo que había nueve víctimas del tiroteo siendo atendidas en el hospital. Dijo que seis de esos pacientes, cinco de ellos niños, se encontraban en estado satisfactorio.
Dos pacientes se encontraban en estado grave, un adulto y un niño, y otro niño seguía en estado crítico.
La policía dijo tras el tiroteo que el autor utilizó tres armas de fuego diferentes compradas legalmente para llevar a cabo el acto, y que creen que Westman actuó solo.
El Dr. Jon Gayken, uno de los cirujanos jefe de traumatología del hospital, dijo que los daños podrían haber sido mucho peores.
"Hubo muchas heridas de bala en lugares que tenían como objetivo matar a personas", dijo Gayken. "Si hay algo positivo en todo esto, es que hubo menos víctimas de las que podría haber habido".
El jefe de los servicios de emergencia de Hennepin, Martin Scheerer, elogió la formación de los niños y dijo que su rápida actuación "dio sus frutos" y mantuvo a los niños a salvo.
"Todos se tumbaron en el suelo y se cubrieron unos a otros. Eso fue clave".
La policía ejecutó cuatro órdenes de registro en la iglesia y otros tres lugares de la zona metropolitana, pero dice que el motivo aún no está claro.
Los responsables del hospital también señalaron a los periodistas que hay una grave escasez de sangre en el estado de Minnesota y que el hospital continúa utilizando sangre para atender a las víctimas. Instaron a quienes puedan donar a que lo hagan lo antes posible.
Con información de Jacob Burg.
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