A Lyle Menéndez se le negó la libertad condicional el viernes, solo un día después de que a su hermano Erik también se le negara la salida de prisión tras el asesinato de sus padres en el sur de California en 1989.
Menéndez compareció virtualmente desde la prisión de San Diego ante un panel de dos comisionados, diferentes a los que se encargaron de las audiencias de su hermano el 21 de agosto.
La Junta de Audiencias de Libertad Condicional de California decidió que Menéndez no debería tener derecho a la libertad condicional durante tres años, alegando problemas de conducta, similares a los motivos por los que se denegó la libertad condicional a Erik.
Durante la audiencia, Menéndez se disculpó por el crimen y dijo a los comisionados que él era el único responsable de los asesinatos de sus padres.
"Nunca podré compensar el daño y el dolor que causé a todos los miembros de mi familia", dijo. "Lo siento mucho por todos y lo lamentaré para siempre".
La comisionada Julie Garland dijo que el panel reconocía que su arrepentimiento era sincero, pero añadió que seguía mostrando "rasgos de personalidad antisocial, como el engaño, la minimización y el incumplimiento de las normas".
"Entendemos que tenía muy pocas esperanzas de ser liberado durante años", dijo Garland. "Se espera que los ciudadanos cumplan las normas, haya o no algún incentivo para hacerlo".
El panel señaló su uso de teléfonos móviles en prisión, lo que Menéndez dijo que era su forma de mantener un contacto cercano con su familia.
"Me convencí a mí mismo de que no era un medio que perjudicara a nadie más que a mí mismo al infringir las normas", dijo.
Los hermanos, que tenían 18 y 21 años en el momento de los asesinatos, dijeron que actuaron en defensa propia tras años de abusos sexuales por parte de su padre, José Menéndez, que fueron ignorados por su madre, Kitty Menéndez, mientras que los fiscales afirmaron que los hermanos mataron a sus padres para quedarse con una herencia multimillonaria.
Los dos fueron condenados inicialmente a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. En mayo, sus condenas fueron reducidas a entre 50 años y cadena perpetua, lo que les da derecho a solicitar la libertad condicional tras cumplir más de 30 años en prisión. A Erik se le denegó la libertad condicional el 21 de agosto por violar las normas de la prisión, entre ellas el uso de un teléfono móvil y las acusaciones de que colaboraba con una banda de la prisión.
El fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, emitió un comunicado tras la audiencia de Erik, en el que afirmaba que la decisión del panel "refleja una evaluación cuidadosa y basada en pruebas de los hechos y los factores que influyen en la libertad condicional".
"La Junta determinó correctamente que las acciones de Erik Menéndez hablan más que las palabras y que su conducta en prisión y su mentalidad actual demuestran que sigue representando un riesgo irrazonable de peligro para la comunidad", declaró Hochman.
El gobernador de California, Gavin Newsom, tiene la última palabra sobre si los dos serán puestos en libertad. En febrero, Newsom ordenó a la junta de libertad condicional del estado que investigara si su puesta en libertad supondría un riesgo para el público.
Con información de Associated Press.
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