La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) está más cerca que nunca de descubrir indicios de vida antigua en Marte, según Nicky Fox, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas.
La agencia espacial anunció el 10 de septiembre que, tras un año de investigación revisada por pares, una muestra de roca encontrada en Marte podría contener pruebas de que alguna vez existió vida microbiana en el planeta.
La muestra, llamada Sapphire Canyon, fue tomada por el rover Perseverance de la NASA en julio de 2024 mientras exploraba un antiguo lecho fluvial en un lugar llamado cráter Jezero.
Se tomó de una roca de miles de millones de años de antigüedad llamada Cheyava Falls, que se describió como con "manchas de leopardo" y que podría constituir una prueba de vida microbiana antigua.
Se descubrió que esas manchas de leopardo estaban compuestas por carbono orgánico y dos minerales ricos en hierro: greigita (sulfuro de hierro) y vivianita (fosfato de hierro hidratado), este último, según la NASA, se encuentra con frecuencia en las turberas de la Tierra, rodeando la materia orgánica en descomposición.
El científico Joel Hurowitz, de la Universidad Stony Brook de Nueva York, miembro del equipo Perseverance y autor principal del artículo, explicó que esos minerales suelen ser un subproducto de la vida microbiana que consume materia orgánica.
Fox dijo que "es como ver restos de fósiles, ya sabes, restos de una comida, y tal vez esa comida haya sido excretada por un microbio".
Hurowitz dijo que también había formas no biológicas en las que se podían formar esas características.
Añadió que aún no se podían descartar basándose en los datos recopilados con el rover.
"Lo que tenemos que hacer a partir de ahora es seguir investigando en laboratorios aquí en la Tierra y, en última instancia, traer la muestra que hemos recogido de esta roca a la Tierra para poder determinar definitivamente qué proceso dio lugar a estas fantásticas texturas", afirmó.

El administrador en funciones de la NASA, Sean Duffy, afirmó que, aunque ha habido otros posibles indicios que luego se han desmentido, el potencial de esta muestra para contener signos de vida microscópica fue el primero en superar el escrutinio necesario para ser objeto de un artículo publicado en la revista científica Nature.
El consenso fue que las muestras debían ser estudiadas por instrumentos en la Tierra para saberlo con certeza.
"En última instancia, concluimos que el análisis de la muestra del núcleo recogida de esta unidad utilizando instrumentos de alta sensibilidad en la Tierra permitirá realizar las mediciones necesarias para determinar el origen de los minerales, los compuestos orgánicos y las texturas que contiene", afirma el artículo.
Construida y gestionada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y Caltech, la misión del rover Perseverance de la NASA se puso en marcha en 2020 para responder a la pregunta de si alguna vez existió vida en Marte, así como para recoger muestras del suelo marciano que se devolverán a la Tierra.
Duffy afirmó la importancia de traer estas muestras a la Tierra, especialmente antes de la misión de retorno de muestras de la China comunista prevista para 2028. Sin embargo, señaló que sería diferente de lo previsto inicialmente.
"Tenemos que examinar todas nuestras misiones y tenemos que examinar el coste y el tiempo de cada una de las misiones que se van a desplegar y se han desplegado", afirmó.
"Y como nos preocupan los recursos, nos preocupa el plazo, creemos que hay una forma mejor de hacerlo, una forma más rápida de recuperar estas muestras".
"No las vamos a traer de vuelta en el Percy", dijo, refiriéndose a la misión Perseverance. "Vamos a buscar otra forma de traerlas de vuelta, y creemos que podemos hacerlo más rápido y de forma más rentable".
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