A todos nos encanta la música, ya sea porque nos ayuda a relajarnos o porque nos hace bailar con un buen ritmo, la música clásica es especialmente reconocida por sus efectos positivos en nuestro estado de ánimo.
Sin embargo, más allá de mejorar nuestro bienestar mental, la música también puede tener un efecto profundo y significativo en nuestra salud física, especialmente en cuestiones importantes como la presión arterial.
Un nuevo estudio sugiere que ciertos tipos de música clásica pueden influir en la presión arterial, posiblemente ayudando al cuerpo a regularla de manera más eficaz.
Un estudio realizado con 92 participantes reveló que la presión arterial tiende a sincronizarse más estrechamente con estructuras musicales predecibles, especialmente cuando el volumen y el fraseo de la música son más fáciles de anticipar. Los resultados, presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología de 2025, sugieren que la música podría convertirse en una terapia personalizada para la salud cardiovascular.
Cómo afecta la música al corazón
El equipo de investigación, dirigido por Elaine Chew, profesora de ingeniería en el King's College de Londres, monitorizó continuamente la presión arterial de los participantes mientras escuchaban nueve interpretaciones diferentes de piano. Los oyentes, con un promedio de 42 años, incluían 60 mujeres y 32 hombres.Mediante análisis informáticos, los investigadores identificaron que los cambios en el tempo y el volumen de la música creaban patrones de frases predecibles que se sincronizaban con la presión arterial. La pieza más destacada fue la interpretación de Harold Bauer de la transcripción de Franz Liszt de la "Serenata" de Franz Schubert, conocida por su estructura de frases altamente predecible.
"Esta investigación nos dice que las estructuras de frases musicales más predecibles tienen un mayor impacto en la regulación del sistema cardiovascular", afirmó Chew en un comunicado de prensa.
El mecanismo funciona a través del "arrastre", que es la tendencia del cuerpo a sincronizar los ritmos fisiológicos con los estímulos externos. La presión arterial respondió con mayor intensidad a los cambios de volumen que a los cambios de tempo, pero cuando las frases musicales se volvieron más predecibles, los oyentes pudieron anticipar mejor los cambios, lo que condujo a una sincronización más fuerte.
Los investigadores señalaron que este aumento de la sincronización puede ayudar al cuerpo a regular la presión arterial de manera más eficiente.
Aunque Chew y su equipo utilizaron música clásica de piano porque permitía variaciones controladas y la simulación de una experiencia en directo, señalaron que sus métodos podían aplicarse a cualquier música con señales de frase claras.
La ciencia detrás de la medicina musical
La música activa las mismas vías de recompensa en el cerebro, lo que puede explicar sus poderosos efectos fisiológicos. Chew afirmó que los seres humanos de todas las culturas se mueven al ritmo de la música desde hace mucho tiempo y que la sincronización con ritmos externos ofrece ventajas biológicas y sociales.El estudio se basa en investigaciones previas que demuestran que la respiración y la frecuencia cardíaca también responden a las estructuras de las frases musicales y que los patrones más regulares y predecibles producen una sincronización más fuerte.
Para medir estos efectos, los investigadores utilizaron un método estadístico llamado "distancia de Earth Mover" para evaluar en qué medida los patrones de presión arterial de los participantes coincidían con las estructuras musicales que escuchaban.
Los resultados destacan el potencial de la música como enfoque no farmacológico para controlar la salud cardiovascular.
Chew señaló que esta investigación plantea la posibilidad de diseñar terapias musicales personalizadas que puedan provocar respuestas biológicas específicas. "A largo plazo, es posible que algún día podamos utilizar la música para prevenir enfermedades cardíacas o ralentizar, detener o revertir su progresión", dijo.
Cardióloga entusiasmada por tratar la hipertensión con música
La Dra. Nisha I. Parikh, cardióloga y directora del programa cardíaco para mujeres de Northwell Health en Nueva York, que no participó en el estudio, declaró a The Epoch Times que estaría más que encantada de proporcionar música para ayudar a sus pacientes a controlar la presión arterial."Creo que muchos de mis pacientes acogerían con agrado este tipo de tratamiento no farmacológico para la hipertensión".
Para su uso clínico, Parikh señaló que los médicos deben controlar de cerca la presión arterial de los pacientes, tal vez con un manguito ambulatorio y un registro, para ver si pueden reducir las dosis de medicación.
Destacó que la fuerza del estudio radica en probar piezas musicales específicas en lugar de la música en general, y señaló que la música con frases predecibles y el volumen adecuado puede servir como una terapia eficaz para la hipertensión arterial.
"Me encantaría poder ofrecer música como terapia para la hipertensión a mis pacientes".
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