La enfermedad de Chagas, transmitida por los "insectos besadores", se considera ahora endémica en Estados Unidos, según afirmó la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) en una publicación del 2 de septiembre, citando un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los chinches besucones, también conocidos como chinches de cono o chinches barberas, transmiten a los seres humanos el parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad de Chagas.
Estos insectos pican a los seres humanos para alimentarse de su sangre. A continuación, depositan sus excrementos, que contienen los parásitos, sobre la piel humana. Si los excrementos entran en el cuerpo a través de un corte, los ojos o la boca, la persona puede acabar infectándose, señaló el CDC en una publicación del 20 de septiembre de 2024.
Por ejemplo, cuando una persona se rasca la picadura, los parásitos pueden entrar en la herida y pasar al torrente sanguíneo. Los CDC advirtieron que la enfermedad puede provocar la muerte súbita en algunas personas.
Los insectos besucones se identificaron en 32 estados, con infecciones autóctonas registradas en ocho: California, Arizona, Texas, Tennessee, Luisiana, Misuri, Misisipi y Arkansas, según el informe del CDC citado por la UCLA.
La agencia concluyó que había pruebas suficientes para declarar que el país se considera ahora endémico para la enfermedad de Chagas.
Se estima que más de 300,000 estadounidenses están infectados con estos parásitos, 45,000 de ellos solo en Los Ángeles, según dijo la UCLA en su publicación, añadiendo que menos del 2 % sabe que es portador de los parásitos.
Según la UCLA, muchas personas con la enfermedad de Chagas permanecen asintomáticas durante las fases aguda y crónica de la enfermedad.
En la fase aguda, las personas infectadas pueden experimentar una inflamación grave de los párpados. Shaun Yang, profesor de microbiología clínica de la UCLA, afirma que esto es "casi un sello distintivo de la infección aguda por Chagas".
Otros síntomas de la fase aguda son vómitos, dolores corporales, fiebre, diarrea y fatiga. Sin embargo, dado que estos síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades, muchas personas no logran determinar si están infectadas por los parásitos, según la UCLA.
La fase crónica, que puede durar toda la vida, presenta más retos, ya que alrededor del 20 % de las personas afectadas desarrollan problemas digestivos y cardíacos graves, según la UCLA.
Si la enfermedad no se trata, "mata el corazón muy lentamente", afirmó Yang.
Las personas que viajan a México, Sudamérica y Centroamérica, así como las personas de estas regiones, deben hacerse pruebas para detectar la enfermedad en caso de que experimenten algún problema cardíaco, añadió.
Yang aconsejó a las personas que visitan las regiones latinoamericanas que duerman bajo una mosquitera como precaución contra las picaduras de los chinches besadores.
"Los chinches besadores de la zona endémica, Latinoamérica, son casi todos portadores del parásito", advirtió.
La situación en Estados Unidos varía, ya que los insectos de Los Ángeles son menos propensos a transmitir parásitos, mientras que los de Texas sí los transmiten, según la UCLA.
Judith Currier, jefa de enfermedades infecciosas de UCLA Health, dijo que "la mayoría de las personas que padecen la enfermedad de Chagas desconocen su diagnóstico, a menudo hasta que es demasiado tarde para recibir un tratamiento eficaz".
Desde 2007, las reservas de sangre recibidas de donantes en Estados Unidos se someten a pruebas para detectar la enfermedad de Chagas, según un documento de los CDC, que añade que aproximadamente uno de cada 27,500 donantes da positivo en la prueba de infección.
Exposición y tratamiento
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 7 millones de personas en todo el mundo, principalmente en América Latina, se infectan con el parásito que causa la enfermedad de Chagas, lo que provoca más de 10,000 muertes al año.Según los CDC, además de la exposición a los excrementos del insecto besador, hay otras formas en que el parásito Trypanosoma cruzi puede entrar en el cuerpo humano.
Esto puede ocurrir a través de productos sanguíneos contaminados durante transfusiones, alimentos o bebidas contaminados, accidentes de laboratorio o un trasplante de órganos de un donante infectado, según la agencia.
En espacios interiores, estos insectos pueden esconderse en las grietas de las paredes y el techo durante el día. En exteriores, los insectos pueden verse entre estructuras rocosas, gallineros, nidos de roedores, madrigueras de animales y debajo del cemento.
En Estados Unidos, los insectos "rara vez infestan los hogares porque las casas están bien selladas y tienen paredes enlucidas. Sin embargo, encontrarlos en interiores, especialmente las ninfas más jóvenes y sin alas, puede indicar una infestación", afirma el CDC.
"Si estos insectos se encuentran en el interior, suelen estar cerca de donde duermen las mascotas, donde hay roedores o alrededor de las camas y los dormitorios, especialmente debajo o cerca de los colchones o las mesitas de noche".
En Estados Unidos se recomiendan dos tratamientos principales para la enfermedad de Chagas.
El primero es un tratamiento antiparasitario que tiene como objetivo eliminar el parásito causante de la enfermedad, según los CDC.
El segundo es un tratamiento sintomático centrado en ayudar a controlar los signos y síntomas de la infección, según indican.
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