El enviado especial del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú el 25 de abril para mantener tres horas de conversaciones centradas en el plan de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania. El Kremlin calificó las conversaciones como productivas y útiles para acercar las posiciones de ambas partes.
El medio estatal ruso Tass citó al asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, quien afirmó que la reunión entre Witkoff y Putin fue «constructiva y muy útil».
«Esta conversación le permitió a Rusia y Estados Unidos acercar aún más sus posiciones, no solo sobre Ucrania, sino también sobre otras cuestiones internacionales», declaró a los periodistas.
Ushakov también confirmó que en las conversaciones se había planteado la posibilidad de reanudar las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, congeladas desde las primeras semanas de la guerra que comenzó en 2022.
Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa y representante especial para la cooperación económica, se hizo eco de la valoración de Ushakov y calificó la reunión como «productiva», afirmando que se estaban logrando avances.
Esta fue la segunda reunión entre Putin y Witkoff en dos semanas y la cuarta desde principios de año. La reunión anterior, celebrada el 11 de abril en San Petersburgo, duró cuatro horas. El Kremlin calificó las visitas de Witkoff como parte de una iniciativa diplomática en curso, y el portavoz ruso Dmitry Peskov señaló que las conversaciones cara a cara permiten un intercambio de posiciones más preciso.
Witkoff no hizo comentarios inmediatos tras las conversaciones del viernes, que coincidieron con la muerte de un alto mando militar ruso en un atentado con coche bomba cerca de Moscú.
Witkoff se ha convertido en una figura central en los esfuerzos de la Administración Trump por negociar un alto el fuego en la guerra entre Rusia y Ucrania, un conflicto que ya dura cuatro años y es el más sangriento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Su último viaje se produce en medio de la creciente resistencia de los líderes ucranianos y europeos a algunos elementos de la última propuesta de plan de paz de Estados Unidos, en particular las disposiciones relativas a la OTAN y al estatuto de los territorios ocupados por Rusia.
Aunque la Casa Blanca no ha dado a conocer oficialmente los detalles, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, afirmó que el plan congelaría efectivamente el frente, consolidando las ganancias territoriales actuales y poniendo fin a los combates activos.
En una entrevista con la revista Time publicada el 25 de abril, Trump reiteró que cree que las ambiciones de Ucrania de entrar en la OTAN fueron un factor clave que desencadenó la guerra y afirmó que Crimea, anexionada por Rusia en 2014, debe permanecer bajo el control de Moscú.
«Crimea seguirá siendo parte de Rusia», afirmó Trump, añadiendo que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y «todo el mundo lo entiende».
Sin embargo, Zelenski rechazó firmemente cualquier acuerdo que reconozca la soberanía rusa sobre Crimea u otros territorios ocupados desde 2014, calificando tales concesiones como inconstitucionales e inaceptables.
En respuesta al plan estadounidense, Ucrania y varios gobiernos europeos han propuesto una contraoferta en la que piden un alto el fuego total e incondicional, el levantamiento gradual de las sanciones a Rusia en función del cumplimiento de su alto el fuego y el uso de los activos rusos congelados para ayudar a reconstruir Ucrania.
Tanto Trump como Vance advirtieron que, si ninguna de las partes llega pronto a un acuerdo, Estados Unidos podría retirarse de su papel de mediador.
«Hemos presentado una propuesta muy explícita tanto a los rusos como a los ucranianos, y es hora de que digan que sí o de que Estados Unidos se retire de este proceso», declaró Vance a los periodistas durante una visita a la India el 23 de abril.
Trump expresó su frustración con ambas partes.
«No estoy contento con los ataques rusos contra Kiev. No son necesarios y son muy inoportunos. Vladimir, ¡BASTA! Están muriendo 5000 soldados a la semana. ¡Hagamos el acuerdo de paz!», escribió Trump en las redes sociales el 24 de abril, expresando su consternación por los nuevos ataques rusos contra Kiev.
También criticó el continuo rechazo de Zelenski a las concesiones territoriales, calificándolo como un obstáculo para las negociaciones.
«Son declaraciones incendiarias como las de Zelenski las que hacen tan difícil resolver esta guerra», escribió Trump en una publicación en las redes sociales. «La situación de Ucrania es grave: puede tener la paz o puede luchar durante otros tres años antes de perder todo el país».
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