Los representantes de China y Estados Unidos se enfrentaron el lunes en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU por el Canal de Panamá, en medio de una batalla en curso por el control de la vía fluvial que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
La embajadora interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, expresó su preocupación por la “desmesurada influencia” de Beijing en la zona, mientras que el embajador chino, Fu Cong, negó que la influencia china en los puertos haya afectado a la neutralidad del canal.
El enfrentamiento tuvo lugar en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre seguridad marítima, en la que el presidente de la reunión, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, destacó la neutralidad del canal y la propiedad de su país sobre la vía acuática.
Fu afirmó que Panamá ha “gestionado de forma coherente y eficaz el canal” y que Beijing “siempre ha respetado la neutralidad permanente del canal”.
Shea afirmó que el régimen chino tiene una “influencia desmesurada sobre la zona del Canal de Panamá, especialmente sobre las infraestructuras críticas y las operaciones portuarias”, y que dicha influencia “no solo supone un riesgo para Panamá y Estados Unidos, sino también una amenaza potencial para el comercio y la seguridad mundiales”.
En respuesta, Mulino dijo que quería subrayar la soberanía de Panamá “en cuanto a la propiedad del canal” y el tratado multilateral que rige su administración. Calificó la neutralidad del canal como “la única y mejor defensa” frente a cualquier amenaza específica o global.
Estados Unidos construyó el canal entre 1904 y 1914 y controló la zona hasta 1999, cuando cedió el control a Panamá en virtud de un tratado firmado en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el líder militar panameño Omar Torrijos.
El control de la vía acuática ha sido un tema central para el presidente de EE. UU., Donald Trump, quien sugirió que Estados Unidos debería recuperarla debido a la creciente influencia china sobre el canal y al supuesto cobro excesivo a los barcos estadounidenses por utilizar la vía acuática.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, también ha dado la voz de alarma sobre el control de las instalaciones portuarias en ambos extremos del canal por parte de una empresa china, afirmando que el régimen podría utilizar el canal «como punto de estrangulamiento para impedir el comercio en un momento de conflicto» durante su audiencia de confirmación en enero.
Desde marzo, un consorcio liderado por la empresa de inversión estadounidense BlackRock y la empresa suiza Mediterranean Shipping Company ha intentado comprar Panama Ports Company a la empresa hongkonesa CK Hutchison, una operación que requeriría la aprobación del régimen chino.
Desde el anuncio del acuerdo, los medios de comunicación alineados con el Estado chino han lanzado una campaña de propaganda coordinada contra CK Hutchison y su fundador, el multimillonario Li Ka-shing, de 97 años.
CK Hutchison dijo en julio que estaba tratando de añadir “un importante inversor estratégico de China continental” al grupo de compradores, “para que la transacción obtenga la aprobación de todas las autoridades y departamentos reguladores pertinentes”.
Mientras tanto, Mulino señaló en julio que Panamá podría tomar el control de dos puertos situados a ambos extremos del Canal de Panamá, lo que podría poner en peligro la venta prevista de los puertos al consorcio estadounidense.
Bill Pan contribuyó a este artículo.
Con información de The Associated Press.
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