Una delegación ucraniana encabezada por Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llegó a Washington el 3 de junio y se reunió con el general retirado Keith Kellogg, representante especial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, según Yermak.
«Hablamos de la situación en el frente, los resultados de las reuniones en Estambul, la importancia de reforzar las sanciones contra Rusia y la ayuda en materia de defensa a Ucrania», afirmó Yermak en un mensaje publicado en Telegram, que incluía una serie de fotografías de Kellogg y los delegados ucranianos.
La visita se produjo tras la segunda ronda de conversaciones de paz entre los negociadores ucranianos y rusos, celebrada en Estambul el 2 de junio. La reunión, que duró una hora, dio lugar a un acuerdo sobre un nuevo intercambio de prisioneros, pero no logró avances hacia un alto el fuego más amplio.
El martes, en Washington, Yermak dijo que ambas partes también abordaron la cuestión de los niños ucranianos secuestrados por las fuerzas rusas.
«Hemos presentado listas a Rusia y estamos esperando una respuesta; es vital que estos niños regresen a casa. Agradecemos la participación de Estados Unidos en este asunto crucial», añadió, según una traducción de sus declaraciones.
Yermak acusó a Rusia de evitar deliberadamente un alto el fuego y afirmó que Ucrania había agotado todas las vías diplomáticas para poner fin a la guerra de forma pacífica. «Si Rusia se niega a detener su agresión de forma voluntaria, no nos queda más remedio que llevar a cabo operaciones militares y desmantelar su capacidad bélica por la fuerza», afirmó. Yermak también expresó su gratitud al presidente Donald Trump y al pueblo estadounidense, así como a ambos partidos políticos, por su continuo apoyo.
La visita se produjo tras los comentarios de Zelenski a los periodistas en Kiev el 2 de junio, en los que afirmó que Ucrania está buscando nuevos acuerdos de defensa y un tratado de libre comercio con Washington, según el Kyiv Independent. Zelenski también discutió con Trump la posibilidad de comprar armas, en lugar de depender de donaciones, según el informe. La Administración Trump aún no ha aprobado ningún nuevo paquete importante de ayuda militar, y la ayuda existente de la era Biden está a punto de agotarse.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, encabezó la delegación de Kiev en las conversaciones de paz del lunes en Estambul, mientras que el asesor del Kremlin, Vladimir Medinsky, encabezó el equipo ruso. En una rueda de prensa tras las conversaciones, Umerov dijo que Ucrania había presentado sus condiciones por adelantado, mientras que Rusia presentó sus demandas el mismo día de la reunión, y añadió que Kiev necesita una semana aproximadamente para revisar la posición de Moscú.
«Insistimos en el cese total e incondicional de las matanzas», declaró Umerov, haciendo hincapié en que las negociaciones de paz reales deben tener lugar en última instancia a nivel de los líderes nacionales. Acogió con satisfacción la participación de líderes extranjeros en el proceso, incluidos los esfuerzos de Trump para mediar en un acuerdo de paz.
Las conversaciones se produjeron pocos días después de una ola de ataques con drones contra bases aéreas rusas que, según Ucrania, causaron importantes pérdidas a la flota de bombarderos estratégicos de Moscú. Los ataques de largo alcance, llevados a cabo con drones comerciales introducidos de contrabando y lanzados desde camiones cerca de los objetivos, alcanzaron varias bases en diferentes zonas horarias, incluida una situada a más de 2500 millas de Ucrania. Kiev ha calificado los ataques como un golpe estratégico a la capacidad de lanzamiento nuclear de Rusia.
En una operación separada, el servicio de inteligencia de Ucrania afirmó el 3 de junio que había llevado a cabo un ataque submarino que dañó gravemente el puente de Kerch, que une Rusia con Crimea, la península ucraniana que Moscú reclama como propia.
En declaraciones realizadas el 2 de junio, Zelenski afirmó que tales pérdidas podrían empujar a Moscú hacia la mesa de negociaciones. «Rusia debe sentir lo que significan sus pérdidas. Eso es lo que la empujará hacia la diplomacia», afirmó.
La escalada se produjo tras la continua negativa de Moscú a aceptar la demanda de Trump de entablar conversaciones inmediatas para un alto el fuego. Mientras que Zelenski ha respaldado la propuesta de Trump, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha planteado en cambio una serie de exigencias cambiantes, entre las que destaca la rendición de cuatro regiones del este de Ucrania.
Putin afirma haber anexionado los cuatro territorios —Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporizhia— en 2022, pero las fuerzas rusas no han logrado capturarlos por completo tras más de tres años de guerra. Su postura ha suscitado críticas por parte de la Administración Trump, y el vicepresidente JD Vance declaró recientemente a los líderes europeos en materia de defensa que Putin «pide demasiado» y añadió que, en su opinión, el líder ruso carece de una estrategia para salir de la guerra.
Trump declaró el 28 de mayo que daba a Putin dos semanas para demostrar que se toma en serio el fin del largo conflicto o, de lo contrario, se enfrentará a medidas más duras por parte de Washington, incluida la posibilidad de nuevas sanciones.
Andrew Thornebrooke ha contribuido a este informe.
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