Liu Yuejin, excomisario antiterrorista de China, fue condenado a muerte con dos años de suspensión por cargos de corrupción.
El 23 de junio, un tribunal de la provincia sudoriental de Fujian dictó la sentencia, ordenando también la confiscación de todos los bienes personales de Liu.
Las autoridades chinas afirmaron que Liu abusó de su cargo entre 1992 y 2020 —incluida su función como director de la Oficina de Control de Narcóticos del Ministerio de Seguridad Pública— para ayudar a personas y entidades con operaciones comerciales y préstamos. A cambio, supuestamente aceptó pagos por más de 121 millones de yuanes, unos USD 16.7 millones.
Liu fue puesto bajo investigación en marzo de 2024, cuatro años después de dimitir como primer comisario antiterrorista del régimen chino con rango de viceministro. En septiembre de ese mismo año, las autoridades anunciaron una lista formal de cargos contra él, entre los que figuraban "deslealtad al Partido", resistencia a la investigación, retención ilegal de documentos clasificados, abuso de poder y soborno.
También fue expulsado del Partido Comunista Chino (PCCh), una pena severa que suele suponer el fin de la carrera política y la pérdida de la protección política del Partido, quedando los expulsados totalmente sujetos al sistema judicial ordinario.
La caída de Liu se ha interpretado como parte de un esfuerzo más amplio del líder del PCCh, Xi Jinping, por purgar a los subordinados que aún quedan del exjefe de seguridad chino Meng Jianzhu, quien cayó del poder durante una campaña anticorrupción en 2018.
Liu era considerado un aliado cercano de Meng. En 2010, el entonces ministro de Seguridad Pública Meng lo ascendió a director de la Oficina de Control de Narcóticos, cargo que ocupó durante cuatro años.
El momento más destacado de Liu llegó en 2011, cuando dirigió una operación de gran repercusión contra una banda de narcotraficantes responsable del asesinato de 13 marineros chinos en el río Mekong, un caso que reforzó considerablemente su posición dentro del aparato de seguridad.
Para el PCCh, la detención internacional y la extradición de narcotraficantes extranjeros para ser juzgados en China supuso un hito que puso de manifiesto la expansión del alcance global del régimen. En 2016, el Ministerio de Seguridad Pública patrocinó la producción de la película "Operación Mekong", un thriller de acción que glorifica a la policía del régimen chino, con Liu como asesor jefe. La película se convirtió en un éxito de taquilla tras su estreno y desde entonces se considera un ejemplo destacado del llamado cine propagandístico de la melodía principal del PCCh.
En 2015, Liu fue nombrado zar antiterrorista, un cargo que le encargaba reforzar el control de Beijing sobre la región occidental de Xinjiang. La región comparte una estrecha frontera con Afganistán, uno de los mayores productores de opio del mundo, lo que alimenta la preocupación de los funcionarios del PCCh de que los narcotraficantes y los separatistas puedan unir sus fuerzas y el dinero de la droga para financiar actividades destinadas a socavar el control del régimen.
La supervisión de Liu de los esfuerzos antiterroristas coincidió con el creciente escrutinio internacional de la situación de los derechos humanos en Xinjiang, en particular la detención masiva de uigures y otras minorías musulmanas en los llamados campos de reeducación. Según grupos de derechos humanos, los supervivientes de los campos describieron que sufrieron trabajos forzados, esterilizaciones forzadas, adoctrinamiento político y otros abusos durante su estancia en los campos.
El gobierno de Estados Unidos reconoció la represión del régimen chino en Xinjiang como genocidio.
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