El régimen comunista chino anunció que tiene planes para cobrar a los buques estadounidenses que atraquen en puertos chinos, en represalia contra las próximas tasas portuarias establecidas por Washington dirigidas a los buques construidos en China.
Los buques propiedad de entidades y particulares estadounidenses, así como los buques construidos en Estados Unidos y que enarbolan pabellón estadounidense, estarán sujetos a estas nuevas tasas portuarias, según un comunicado del Ministerio de Transporte de China del 10 de octubre.
Según el comunicado, cada buque estadounidense deberá pagar una tasa de 400 yuanes (56 dólares) por tonelada neta de carga. La tasa aumentará anualmente hasta alcanzar los 880 yuanes (124 dólares) por tonelada neta a partir del 17 de abril de 2027.
Las tasas adicionales se aplicarán a partir del 14 de octubre, según el Ministerio, quien las calificó como una respuesta directa a los planes de Estados Unidos de aplicar nuevas tasas portuarias a los buques chinos.
La decisión de la Administración Trump de introducir tasas portuarias a los buques construidos en China forma parte de un esfuerzo más amplio por igualar las condiciones en la industria naval mundial y mejorar la capacidad naval nacional.
La decisión se originó de una investigación de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) que duró varios meses y concluyó que las políticas y prácticas comerciales del régimen eran "irrazonables" y perjudicaban gravemente a las empresas, los trabajadores y la economía estadounidenses, según un informe publicado en enero.
La USTR describió en el informe las prácticas discriminatorias y ajenas al mercado de Beijing, entre las que se incluyen el control estatal de las empresas públicas y privadas, los subsidios generalizados y las prácticas laborales injustas. También destacó el apoyo del Gobierno al exceso de capacidad de producción de acero, junto con la consolidación industrial impulsada por el Estado con el objetivo de crear barreras para que las empresas extranjeras accedan al mercado chino.
Según el informe, estas políticas han «debilitado la competencia y han arrebatado cuota de mercado con efectos dramáticos», aumentando la cuota de China en la producción mundial de buques, que en 1999 representaba menos del 5 por ciento, a más del 50 por ciento en 2023. Este nivel de dominio otorga a China una influencia considerable sobre los precios y la disponibilidad de los buques que se utilizan en el comercio internacional.
Según la propuesta presentada por la USTR en abril, Estados Unidos cobrará una tasa de 50 dólares por tonelada neta de carga a los buques construidos, operados o propiedad de entidades chinas. La tasa, que entrará en vigor el 14 de octubre, aumentará cada año hasta 2028, cuando alcanzará los 140 dólares por tonelada neta.
En una declaración separada el 10 de octubre, el Ministerio de Comercio de China reiteró la oposición del régimen a los planes de tasas portuarias de Estados Unidos, afirmando que tales medidas perjudicaban los intereses de sus empresas.
Aumenta la tensión entre Estados Unidos y China La tensión entre las dos mayores economías del mundo se intensificó esta semana después de que el régimen chino pusiera en marcha una serie de medidas comerciales dirigidas a Estados Unidos.
El 9 de octubre, el Ministerio de Comercio del régimen emitió seis avisos que ampliaban las restricciones a la exportación de tierras raras y otros materiales fundamentales para la fabricación de semiconductores y equipos militares. Ese mismo día, casi una docena de empresas de defensa que operan en Estados Unidos fueron añadidas a la lista negra comercial de China.
El 10 de octubre, el regulador del mercado del régimen inició una investigación sobre el fabricante estadounidense de chips Qualcomm por la adquisición de la empresa israelí de chips para vehículos Autotalks, un acuerdo que se dio a conocer hace cuatro meses.
Además, China, el mayor comprador de soja del mundo, no ha realizado ninguna compra a Estados Unidos desde mayo, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha dicho que la negativa del régimen comunista a comprar soja estadounidense es simplemente una táctica de negociación.
En una publicación en las redes sociales el 10 de octubre, Trump dijo que China se está volviendo "extraordinariamente agresiva" en materia comercial. El presidente indicó que le gustaría cancelar una reunión prevista con Xi Jinping, líder del régimen comunista chino, en el próximo foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Corea del Sur.
"Iba a reunirme con el presidente Xi dentro de dos semanas, en la APEC, en Corea del Sur, pero ahora parece que no hay razón para hacerlo", dijo Trump en una publicación en Truth Social.
En otra publicación en las redes sociales, afirmó que, a partir del 1 de noviembre, Estados Unidos impondrá un arancel adicional del 100 por ciento a China y realizará otros controles de exportación "sobre todo el software crítico".
Con información de Bill Pan y Reuters.
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