La esposa de Charlie Kirk, Erika, se dirigió al público por primera vez el 12 de septiembre, dos días después del asesinato de su marido.
En un mensaje transmitido en directo a través de las redes sociales, describió a Kirk como un mártir y dijo que los responsables de su asesinato "no tienen ni idea de lo que han hecho".
"Mataron a Charlie porque predicaba un mensaje de patriotismo, fe y amor misericordioso de Dios", dijo.
"Si antes pensaban que la misión de mi marido era poderosa, no tienen ni idea", añadió, cambiando de tono. "No tienen ni idea de lo que acaban de desatar en todo el país y en todo el mundo, no tienen ni idea. No tienen ni idea del fuego que han encendido dentro de esta esposa".
Erika habló de pie en un podio en el que se leía "Que Charlie sea recibido en los brazos misericordiosos de Jesús, nuestro amoroso Salvador". A su lado estaba el escritorio que su marido utilizaba para retransmitir "The Charlie Kirk Show", junto con una gorra con el número "47" y un peluche.
"Mi corazón está con todos los empleados de mi marido que han perdido a un amigo y a un mentor", dijo. Mientras tocaba su silla, Erika pareció emocionarse y habló de lo mucho que su marido amaba lo que hacía.
Dijo que Kirk era "el padre perfecto" y "el marido perfecto". Añadió que Kirk "quería que todo el mundo trajera el cielo a la Tierra a través del amor y la alegría que proviene de formar una familia".
Kirk dirigía la organización conservadora Turning Point USA, que tiene delegaciones en campus universitarios. Erika destacó que la misión de su marido no terminaría y animó a la gente a unirse a la organización.
"Haré de Turning Point USA la organización más grande que haya visto esta nación", afirmó.
El discurso de Erika se produjo solo dos días después de que su marido fuera asesinado a tiros en un acto que organizó en el campus de la Universidad de Utah Valley, en Orem, Utah. Su muerte ha provocado una oleada de apoyo y ha aumentado la preocupación por la violencia política en Estados Unidos. Kirk ha sido recordado en las redes sociales por su fe cristiana y su dedicación al debate y la discusión civilizados.
El presidente Donald Trump, que anunció la muerte de Kirk el 10 de septiembre, dijo que le concedería a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil de Estados Unidos. A Kirk le sobreviven su esposa y sus dos hijos pequeños.
"¿Qué le dices a un niño de tres años?", preguntó Erika, señalando que su hija le había preguntado dónde estaba su padre.
Durante su discurso, Erika agradeció tanto a Trump como al vicepresidente J.D. Vance, que ayudó a escoltar el féretro de Kirk el 11 de septiembre. Añadió que Kirk quería al presidente y sabía que el presidente también le quería a él.
El 12 de septiembre, las autoridades dijeron que Tyler Robinson, de 22 años, había sido detenido como sospechoso del asesinato. El gobernador de Utah, Spencer Cox, dijo durante una conferencia de prensa que las autoridades recibieron un aviso sobre Robinson confesando o insinuando que había cometido el asesinato.
"Nuestro mundo está lleno de maldad, pero nuestro Dios... es tan bueno", dijo Erika. Más adelante en su discurso, dijo que "nuestra batalla no es simplemente política. Por encima de todo, es espiritual. ... La guerra espiritual es palpable".
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