El vicepresidente JD Vance se dirige hacia Los Ángeles este viernes para visitar a los mandos militares y recorrer las instalaciones de la zona tras varios días de disturbios civiles.
Vance tiene previsto visitar los centros de mando y operaciones federales, reunirse con los marines enviados para proteger la región y hablar con el grupo reunido, según informó la Casa Blanca en un comunicado el 20 de junio.
Los Ángeles se convirtió en el epicentro del debate nacional sobre la política de inmigración en las últimas semanas, después de que los manifestantes tomaran las calles para protestar contra el programa de deportaciones masivas del presidente Donald Trump.
Los detalles de la agenda del vicepresidente son vagos, y el breve itinerario no menciona al gobernador de California, Gavin Newsom, ni a otros funcionarios estatales.
La oficina de Newsom expresó su deseo de colaborar con Vance durante su estancia en el Estado Dorado.
“El gobernador agradecería la oportunidad de reunirse con el vicepresidente en servicio a los californianos”, dijo Brandon Richards, portavoz de la oficina de Newsom, a The Epoch Times por correo electrónico.
“Siempre estamos abiertos a trabajar juntos, lo que hace aún más decepcionante que la Casa Blanca haya decidido no comprometerse con nosotros directamente antes de la visita. Aún no hemos recibido ninguna notificación oficial del viaje del vicepresidente, que, según tenemos entendido, se centra en una recaudación de fondos de gran alcance".
Vance recibirá a las tropas desplegadas por Trump para frenar las violentas protestas que estallaron el 9 de junio después de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas llevaran a cabo una serie de redadas en comunidades latinas de Los Ángeles, deteniendo a cientos de personas por presuntas infracciones migratorias.
Después de que algunos manifestantes atacaran a agentes de las fuerzas del orden, con videos que mostraban coches en llamas y agitadores enmascarados ondeando banderas mexicanas, Trump federalizó la Guardia Nacional de California el 7 de junio y desplegó miles de soldados para restablecer el orden. Inicialmente se enviaron 2000 efectivos, y posteriormente se duplicó el número.
Newsom y el fiscal general de California, Rob Bonta, respondieron presentando una demanda el 9 de junio, alegando que el gobierno federal estaba violando la Ley Posse Comitatus y tratando de impedir que el presidente tomara el control de las fuerzas de la Guardia Nacional del estado.
El 13 de junio, se enviaron 700 marines para proteger los bienes federales.
Aunque un tribunal falló a favor del estado, una decisión posterior de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU. revocó ese fallo el 19 de junio, otorgando así al presidente la autoridad para desplegar la guardia.
“GRAN VICTORIA... sobre el poder fundamental del presidente para llamar a la Guardia Nacional”, escribió Trump en su plataforma Truth Social el 19 de junio, después de que se anunciara la decisión.
“En todo Estados Unidos, si nuestras ciudades y nuestro pueblo necesitan protección, somos nosotros quienes debemos proporcionársela si la policía estatal y local no puede, por cualquier motivo, hacer su trabajo. Esta es una gran decisión para nuestro país, y seguiremos protegiendo y defendiendo a los estadounidenses que respetan la ley. Enhorabuena al Noveno Circuito, ¡Estados Unidos está orgulloso de vosotros esta noche!”.
Las impugnaciones legales continuarán, posiblemente hasta llegar a la Corte Suprema, según un comunicado publicado por Newsom tras el fallo, en el que “expresó su decepción” por la decisión, pero destacó aspectos de la orden escrita del tribunal que exigen un escrutinio judicial de las acciones presidenciales.
"El presidente no es un rey y no está por encima de la ley", afirmó Newsom. "Seguiremos adelante con nuestra impugnación del uso autoritario que el presidente Trump ha hecho de los soldados del ejército estadounidense contra los ciudadanos".
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