El presidente Donald Trump dará a Rusia hasta el 8 de agosto para aceptar un acuerdo de alto al fuego con Ucrania o enfrentarse a nuevas sanciones.
Trump dijo a los periodistas en el Air Force One el 29 de julio que concedería al presidente ruso Vladimir Putin "10 días" para sentarse a la mesa de negociaciones de buena fe o, de lo contrario, se enfrentaría a una nueva tanda de sanciones y aranceles secundarios por parte de Estados Unidos.
El presidente expresó cierto escepticismo sobre la medida en que tal movimiento podría influir en el cálculo de Putin a la hora de tomar decisiones, pero esperaba que ayudara a poner fin a la guerra en Ucrania.
"No sé si va a afectar a Rusia, porque [Putin] quiere, obviamente, probablemente continuar con la guerra", dijo Trump.
"Puede que les afecte o puede que no, pero podría".
Trump calificó el conflicto de Rusia con Ucrania como "una guerra repugnante" y afirmó que las muertes por los bombardeos rusos estaban aumentando.
El Kremlin no se ha puesto en contacto con la Casa Blanca en relación con el ultimátum, afirmó.
"No he tenido ninguna respuesta. Es una pena", dijo Trump.
Trump había dado anteriormente a Putin 50 días para poner fin a sus ataques contra Ucrania y aceptar un alto al fuego, pero el lunes dijo que acortaba ese plazo debido a los continuos ataques rusos contra centros civiles ucranianos, incluida la capital, Kiev.
Las nuevas medidas coercitivas incluirán aranceles, dijo Trump, y posiblemente otras sanciones destinadas a aislar la economía rusa si Moscú sigue negándose a comprometerse a negociar un alto el fuego.
En respuesta, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el martes que Moscú había "tomado en cuenta la declaración del presidente Trump de ayer", según los medios estatales rusos.
Trump dijo a principios de semana que estaba "muy decepcionado" con Putin y criticó al líder ruso por seguir permitiendo los ataques contra ciudades ucranianas.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo que las nuevas medidas económicas contra Rusia podrían adoptar la forma de sanciones directas o "aranceles secundarios", que la administración Trump ha defendido.
Estos aranceles imponen derechos sobre los productos procedentes de terceros países que comercian con países sancionados por Estados Unidos.
Esto significa que China y la India, que son los principales socios comerciales de Moscú y han seguido comerciando con Rusia tras su invasión a gran escala de Ucrania en 2022, podrían verse sometidos a fuertes aranceles para socavar el apoyo económico internacional de Rusia.
Trump ya había amenazado con un arancel del 100 por ciento sobre los productos de terceros países que comercian con Rusia si Moscú no aceptaba un acuerdo de paz con Kiev en un plazo de 50 días.
"Vamos a aplicar sanciones secundarias, a menos que lleguemos a un acuerdo", declaró Trump el 28 de julio.
"[Putin] tiene que llegar a un acuerdo. Están muriendo demasiadas personas. Es una guerra realmente sangrienta".
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí