El presidente Donald Trump expresó su apoyo al movimiento “lock the clock” (bloquear el reloj).
“La Cámara y el Senado deberían esforzarse por tener más luz al final del día”, escribió en una publicación en Truth Social el 11 de abril, calificando el cambio de hora como “una gran molestia y, para nuestro gobierno, ¡¡¡UN EVENTO MUY COSTOSO!!!”
Los comentarios de Trump se produjeron un día después de que un grupo bipartidista de legisladores realizara una audiencia sobre la eliminación del horario de verano.
La audiencia del Comité del Senado sobre Comercio, Ciencia y Transporte, titulada “If I Could Turn Back Time: Should We Lock The Clock?” (“Si pudiera retroceder el tiempo: ¿Deberíamos bloquear el reloj?”), contó con testimonios de expertos del sector público y privado, así como del ámbito de la salud, todos abogando por poner fin al cambio de hora dos veces al año.
El horario de verano fue inicialmente una estrategia durante la Primera Guerra Mundial para reducir el consumo de energía en las noches.
Sin embargo, según el presidente del Comité de Comercio, Ted Cruz (R-Texas), la eficiencia energética y los avances tecnológicos actuales demuestran que el cambio de hora ya no genera beneficios en términos de ahorro de costos.
“El Congreso tiene la autoridad para poner fin a esta práctica obsoleta y perjudicial. Esta audiencia es una excelente oportunidad para analizar un enfoque reflexivo y racional sobre cómo gestionamos el tiempo”, dijo Cruz en sus palabras de apertura.
“Ya sea que fijemos el reloj en el horario estándar durante todo el año o en el horario de verano, pongamos en primer lugar nuestra salud, la economía y el bienestar, y adoptemos un enfoque sensato para la gestión del tiempo”.
El senador Scott (R-Fla.) presentó la Ley de Protección de la Luz Solar (Sunshine Protection Act) el 7 de enero de este año. La propuesta fue remitida al Comité de Comercio, Ciencia y Transporte, pero aún no ha sido sometida a votación.
El senador se dirigió al comité, alentando una acción rápida sobre el proyecto de ley.
Scott calificó el cambio de hora como “confuso, innecesario y completamente obsoleto”.
Afirmó que su legislación bipartidista cuenta con el apoyo de 17 senadores y que el representante Vern Buchanan (R-Fla.) presentó un proyecto de ley complementario en la Cámara de Representantes.
“Tenemos una gran oportunidad de lograrlo finalmente con el presidente Trump apoyando la iniciativa de bloquear el reloj”, dijo Scott.
Entre los testigos que participaron en la audiencia se encontraban representantes del Instituto de Seguridad en las Carreteras para Aseguradoras (Insurance Institute for Highway Safety), la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine), la Asociación Nacional de Propietarios de Campos de Golf (National Golf Course Owners Association) y el Movimiento Lock the Clock.
Todos los testimonios presentados respaldaron el fin del cambio de hora dos veces al año, citando preocupaciones de salud, seguridad y economía.
Si bien existe un amplio apoyo para fijar el horario, no todos están de acuerdo sobre en cuál de los dos —horario estándar o de verano—, debería congelarse.
El horario estándar se basa en la posición del sol para definir la hora, mientras que el horario de verano ofrece mañanas más oscuras y tardes más claras durante la primavera y el verano.
Opiniones de expertos
Trump expresó su apoyo a tener más luz al final del día, lo que convierte al horario de verano en el modelo más probable a seguir.Ese mismo esquema fue promovido por Jay Karen, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Propietarios de Campos de Golf (National Golf Course Owners Association), quien testificó sobre el impacto económico del cambio de hora en la industria del golf.
Karen destacó los beneficios de contar con más horas de luz para la recreación al aire libre y afirmó que establecer el horario estándar de forma permanente costaría a la industria del golf aproximadamente USD 1.6 mil millones en ingresos anuales.
“Retroceder en el horario le costaría a un campo de golf público promedio al menos entre un siete y ocho por ciento de sus ingresos anuales, al quitarle el mejor inventario que tenemos en nuestras estanterías: aproximadamente 37 millones de rondas de golf”, dijo Karen.
El Dr. David Harkey, presidente del Instituto de Seguridad en las Carreteras para Aseguradoras (Insurance Institute for Highway Safety), testificó sobre las implicaciones del cambio al horario de verano en la seguridad vial, afirmando que dicho cambio está asociado con un mayor riesgo de accidentes mortales.
Harkey señaló que, aunque ajustar el reloj no incrementa la cantidad de horas de luz, sí puede modificar cómo esas horas se alinean con los horarios laborales y escolares.
“La conclusión más clara de la investigación del Instituto de Seguridad en las Carreteras es que existe una fuerte relación entre el aumento de la oscuridad y los accidentes mortales, especialmente para peatones y ciclistas”, afirmó.
La Dra. Karen Johnson, médica especializada en medicina del sueño y representante de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine), citó evidencia sobre los efectos negativos del cambio de hora en la salud, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades crónicas, depresión y suicidio.
“El horario estándar permanente permitiría que más estadounidenses mejoraran su sueño sin siquiera intentarlo”, dijo Johnson.
“El sol es uno de los impulsores más poderosos de la salud y el bienestar, pero lo que realmente importa es el momento en que recibimos esa luz solar”.
Johnson aboga firmemente por el horario estándar permanente, argumentando que el horario de verano priva a los estadounidenses de una luz matutina esencial y que, aunque el cambio de hora en primavera es perjudicial, “el horario de verano permanente es aún peor”.
“El horario de verano permanente no hace que los días sean más largos, ni es la razón por la cual las personas se sienten mejor en verano”, afirmó Johnson.
“En realidad, el horario de verano permanente es un mandato oculto para que los estadounidenses se despierten una hora antes, no con su alarma ni con el sol.
“Si lo llamáramos la ‘Ley para Ir al Trabajo una Hora Antes’, en lugar de ‘Ley de Protección de la Luz Solar’, nadie votaría a favor”, dijo Johnson.
Scott Yates, fundador del movimiento Lock the Clock, testificó sobre diversas repercusiones negativas atribuidas a los cambios de hora anuales, incluyendo su impacto en las sentencias judiciales.
Un estudio de 2016 realizado por investigadores de la Universidad de Washington encontró que, en un periodo de 11 años, el día posterior al cambio de hora en marzo —conocido como “lunes con sueño”—, fue el día con las sentencias más severas de todo el año.
"Los jueces, como todos nosotros, han sido despertados bruscamente una hora antes de lo que su cuerpo esperaba; ese único mandato gubernamental que parece inofensivo —atrasar nuestros relojes una hora—, significa que algunas personas reciben sentencias más severas de las que habrían recibido en otras circunstancias”, dijo Yates.
Opinión pública
Una encuesta de Gallup realizada en enero mostró que el 54 % de los estadounidenses está listo para abolir el horario de verano, el 40 % de los adultos dice estar a favor de mantenerlo, y otro 6 % está indeciso.La encuesta fue la primera vez que Gallup midió la opinión pública sobre esta práctica en más de 25 años.
En 1999, un impresionante 73 % de los estadounidenses apoyaba el cambio de hora en marzo, una cifra apenas inferior al 74 % registrado en 1990.
Por su parte, una encuesta de Monmouth realizada en 2022 reveló que el 13 % de los estadounidenses prefiere el horario estándar durante todo el año, mientras que el 44 % prefiere que se utilice el horario de verano de forma permanente.
Otro 35 % se mostró dispuesto a mantener el cambio de hora dos veces al año.
El exsenador de Florida y actual secretario de Estado, Marco Rubio, fue un defensor temprano de la iniciativa para fijar el horario, al presentar la Ley de Protección de la Luz Solar (Sunshine Protection Act) al 118.º Congreso en marzo de 2023.
Su proyecto de ley también contó con apoyo bipartidista de un grupo de senadores de Oklahoma, Alabama, Massachusetts, Minnesota, Florida, Misisipi y Oregón.
En su impulso a la legislación, Rubio ofreció varios argumentos similares a los del debate actual y también citó un informe de 2015 del Brookings Institution, que indicaba que uno de los posibles beneficios del horario de verano permanente sería la disminución de robos gracias a la luz adicional en las tardes.
Aunque el horario de verano se introdujo por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, fue modificado en 2005 cuando el Congreso lo extendió para que comenzara el segundo domingo de marzo y terminara el primer domingo de noviembre, en lugar del mandato inicial de seis meses.
Como resultado, actualmente hay ocho meses de horario de verano en Estados Unidos y solo cuatro meses de horario estándar.
Estados Unidos experimentó el horario de verano durante todo el año en dos periodos: de 1942 a 1945 y de 1974 a 1975.
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