El presidente Donald Trump anunció el 4 de mayo que donaría nuevamente la totalidad de su salario presidencial al gobierno federal, como lo hizo durante su primer mandato.
"Hago algo que ningún otro presidente hizo; creen que tal vez George Washington sí. Dono todo mi salario al gobierno, se lo devuelvo y este año no es la excepción", declaró Trump.
"Es un salario considerable. Es medio millón de dólares al año o 550,000 dólares al año, del periodo de cuatro años: un par de millones de dólares", dijo, refiriéndose al salario más otros beneficios como viáticos.
También lo hizo durante su primer mandato, donando su salario a varios departamentos federales, incluyendo el Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Educación, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en su lucha contra la crisis de opioides, el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Asuntos de Veteranos, la respuesta del Director General de Salud Pública frente al COVID-19 y la Administración de Pequeñas Empresas.
Desde que asumió su primer mandato en 2017, Trump se ha centrado principalmente en reducir el gasto público siempre que sea posible.
Trump se quejó de la cobertura mediática previa del tema.
Nunca se publicó ningún artículo que dijera que lo había donado. A nadie le importó si lo había hecho. Les aseguro que si no lo hubiera hecho, habría un gran revuelo.
La Constitución de los Estados Unidos exige que el presidente reciba una compensación por sus servicios, la cual no se incrementará ni disminuirá durante el período para el que haya sido elegido.
Eso significa que técnicamente es inconstitucional que el presidente rechace directamente el salario establecido por el Congreso.
Actualmente, el presidente recibe un salario de 400,000 dólares, además del reembolso de gastos, una cuenta de viajes y un presupuesto para entretenimiento por un total adicional de 169,000 dólares. 450,000 dólares de esa cantidad deben ser pagados al presidente por ley, pero el destino de la misma depende de él.
Aunque George Washington inicialmente rechazó un salario, como lo hizo mientras se desempeñaba como comandante del Ejército Continental durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, finalmente fue persuadido a aceptar un salario de 25,000 dólares, el equivalente a unos 900,000 actuales. Sin embargo, Washington cubrió sus gastos él mismo.
Después de Washington, solo dos presidentes se negaron a aceptar su paga presidencial.
El presidente Herbert Hoover se convirtió en el primer presidente en 1929 en donar la totalidad de su salario a causas benéficas, pues ya era multimillonario al asumir el cargo.
El presidente John F. Kennedy, cuya familia era adinerada, también donó su salario a causas benéficas, pero conservó el uso de la cuenta de gastos de 50,000 dólares.
A pesar de la rareza de renunciar al salario presidencial, Trump, conocido por su vasto imperio inmobiliario y su estatus de multimillonario, prometió desde el comienzo de su campaña de 2016 que no recibiría un salario si era elegido.
La promesa de devolver su salario al gobierno se produce en medio de los esfuerzos liderados por Elon Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para reducir el gasto público, el despilfarro, el fraude y el abuso.
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