El estado de la estrella solitaria pide a la administración Trump reabrir las fronteras al ganado mexicano –después de casi seis meses de cierre–, para reducir los precios de la carne de res en los supermercados estadounidenses.
El comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, presentó un plan de cinco puntos para reducir los precios de la carne de res en los supermercados estadounidenses, además de reconstruir el ganado nacional y proteger los productos nacionales.
Entre los puntos presentados por Miller se encuentra la petición para reabrir la frontera entre México y Estados Unidos cerrada en mayo debido al brote del gusano barrenador del ganado (GBG) en el sur de México.
“La forma más rápida de reducir los precios de la carne —y hacerlo en 24 horas— es importar ganado de engorda en lugar de carne empacada. Normalmente, alrededor del 15 % de nuestro ganado de engorda proviene de México, pero los envíos se han retrasado casi un año, lo que ha generado escasez”, se lee en el comunicado de Rollins.
Miller dijo durante una entrevista para One American News el 27 de octubre que es mejor llevar el ganado a Estados Unidos para ser alimentado y procesado en sus plantas.
“Traer carne empacada agrava un problema que ya tenemos. Ya tenemos un déficit comercial agrícola de unos 48 mil millones de dólares, y eso lo empeora. Es un problema cuando estamos dejando que otro país produzca nuestra comida”, enfatizó.
El plan del comisionado, publicado el 23 de octubre, detalla la importancia de aprovechar la próxima temporada de exportación de ganado de engorda mexicano que se da en la temporada de noviembre a febrero, pero enfatiza que esta reapertura debe darse de manera controlada y gradual para evitar riesgos de propagación de plagas como la del GBG.
Además de la reapertura de la frontera al ganado mexicano, el plan de Miller incluye evitar la dependencia de las importaciones de carne argentina de menor calidad, revertir el déficit comercial agrícola, reabrir y ampliar el acceso al pastoreo en tierras federales y privadas, y crear un crédito fiscal para reconstruir el hato ganadero de EE. UU.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) de México informó el 12 de octubre que los casos activos del GBG han disminuido un 28 % en el país como resultado de la estrategia conjunta con Estados Unidos para controlar la plaga.
En un comunicado del 22 de septiembre, la SADER informó que el sistema de trampeo instalado en todo el norte de México no había detectado hasta ese momento ninguna mosca del GBG.
La secretaria del Departamento de Agricultura de los Estados (USDA) Brooke Rollins anunció a finales de septiembre en X el despliegue de 8000 trampas en Texas, Arizona y Nuevo México para atacar a las moscas del GBG tras el anuncio de un primer caso de GBG en un estado fronterizo de México. Rollins detalló que tras analizar más de 13,000 muestras de detección no identificaron alguna mosca del GBG.
México es uno de los principales proveedores de ganado bovino hacia Estados Unidos, con exportaciones que superan el millón de cabezas al año.
Hasta el mes de agosto, la industria ganadera calculó pérdidas por USD 1300 millones, según datos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) de agosto.
El Consejo señaló que se interrumpió el envío a Estados Unidos de al menos 650,000 cabezas de ganado por el cierre generado ante la proliferación del gusano barrenador.
Con información de Alicia Márquez y Naveen Athrappully.
Siga a Estela Hernández en X: @HGLauraEstela
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
















