Ruanda inició conversaciones para acoger a inmigrantes ilegales deportados de Estados Unidos, según anunció el 4 de mayo el ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe.
«Estamos en conversaciones con Estados Unidos», declaró Nduhungirehe en una entrevista con Rwanda TV, una emisora estatal.
Afirmó que las conversaciones se encuentran en sus primeras fases.
«Todavía no se llega a una fase en la que podamos decir exactamente cómo van a proceder las cosas, pero las conversaciones están en curso», declaró el ministro de Asuntos Exteriores.
En respuesta a una petición de comentarios de The Epoch Times, un portavoz del Departamento de Estado estadounidense dijo que el departamento sigue colaborando con países extranjeros para ayudar a disuadir la migración ilegal y masiva hacia Estados Unidos. El portavoz declinó comentar directamente las conversaciones con el gobierno ruandés.
The Epoch Times también se puso en contacto con la Casa Blanca para solicitar comentarios, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
Desde que asumió el cargo, el presidente Donald Trump trató de ampliar los esfuerzos para deportar a los inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Trabajando para facilitar el proceso de deportación más amplio, la administración Trump busca acuerdos para que otros países acojan a esos deportados.
En febrero, el secretario de Estado Marco Rubio ayudó a restablecer un acuerdo que estuvo en vigor durante el primer mandato de Trump, por el que El Salvador acogería a deportados de nacionalidad salvadoreña y de terceros países. Rubio también ayudó a negociar un acuerdo similar por el que Guatemala acogería a deportados de cualquier nacionalidad.
En su intervención en una reunión de gabinete la semana pasada, con motivo de los 100 días de Trump en el cargo, Rubio detalló la búsqueda continua de la administración de naciones asociadas para acoger a deportados estadounidenses.
«Estamos trabajando con otros países para decir: 'Queremos enviarles a algunos de los seres humanos más despreciables a sus países. ¿Nos harían ese favor? Y cuanto más lejos de Estados Unidos, mejor, para que no puedan volver a cruzar la frontera», dijo el secretario de Estado estadounidense.
Ruanda se posicionó recientemente como uno de los posibles puntos de acogida para los países que buscan enviar a sus deportados.
En 2022, el entonces primer ministro británico Boris Johnson anunció que llegó a un acuerdo con el gobierno ruandés por el que los inmigrantes ilegales en el Reino Unido podrían ser reubicados en la nación centroafricana sin salida al mar.
El acuerdo entre el Reino Unido y Ruanda pronto se topó con desafíos legales tanto en el sistema judicial británico como ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados también expresó su preocupación por la posibilidad de que Ruanda enviara a los solicitantes de asilo a los países represivos de los que huyeron. El gobierno ruandés rechazó la acusación calificándola de mentira.
Tras asumir el cargo en julio, el primer ministro británico, Keir Starmer, dijo: «El plan de Ruanda estaba muerto y enterrado antes de empezar».
Con información de Reuters.
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