Dos perturbaciones tropicales en el océano Atlántico podrían convertirse en una depresión tropical en las próximas 48 horas, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en la tarde del 20 de agosto.
La agencia declaró que está vigilando dos perturbaciones tropicales al este de Erin que muestran signos de organización y podrían convertirse en tormentas con nombre. Con miles de kilómetros de aguas oceánicas cálidas, los huracanes conocidos como tormentas de Cabo Verde se encuentran entre los más peligrosos que amenazan a América del Norte.
Según una previsión de dos días publicada por el NHC el 20 de agosto, una perturbación a cientos de kilómetros de la costa de África occidental podría desarrollarse durante el día siguiente, con un 40 por ciento de probabilidades de desarrollo en las próximas 48 horas y también en los siete días siguientes.
"Para finales de la semana, se espera que las condiciones ambientales sean desfavorables para que siga desarrollándose", afirmó el NHC, señalando que podría convertirse en una "depresión tropical de corta duración".
La otra perturbación tropical, situada cerca de las islas de Sotavento que separan el Caribe y el océano Atlántico, podría desarrollarse y convertirse en una depresión tropical "este fin de semana, mientras se desplaza cerca o al norte de las islas de Sotavento del norte".
Ese sistema podría girar hacia el norte y luego hacia el noreste, al igual que el huracán Erin, que sigue azotando cientos de kilómetros al este de Estados Unidos, según un modelo de pronóstico.
El huracán Erin se desplaza hacia el norte, paralelo a la costa este de Estados Unidos, y se prevé que gire pronto hacia el noreste. El 20 de agosto se emitieron alertas de tormenta tropical en vigor para las zonas costeras de Carolina del Norte y Virginia.
Aunque es poco probable que Erin toque tierra en la costa este antes de alejarse hacia el mar, las autoridades esperan que sus grandes olas corten las carreteras que conducen a los pueblos y las casas de vacaciones de los Outer Banks de Carolina del Norte y provoquen corrientes de resaca que pondrán en peligro la vida desde Florida hasta Nueva Inglaterra.
La ciudad de Nueva York cerró sus playas a bañistas el 20 y el 21 de agosto. Algunas playas de Nueva Jersey, Maryland y Delaware también estarán temporalmente cerradas.
Frente a Massachusetts, la isla de Nantucket podría registrar olas de más de 10 pies a finales de esta semana. Pero la mayor amenaza seguía siendo la costa exterior de Carolina del Norte.
Erin seguía siendo un fuerte huracán de categoría 2 el 20 de agosto, con vientos máximos sostenidos de unas 110 millas/hr, según la agencia. Se encontraba a unas 365 millas al sur-sureste del cabo Hatteras, en Carolina del Norte.
El NHC advirtió que las carreteras de las islas barrera bajas podrían quedar intransitables, con olas de hasta 20 pies de altura rompiendo en la costa. El fuerte oleaje probablemente provocará una erosión significativa de las playas, según informó en una actualización del 20 de agosto.
El gobernador de Carolina del Norte, Josh Stein, declaró el estado de emergencia el 19 de agosto, liberando fondos y personal estatales para ayudar durante la tormenta y sus consecuencias.
A principios de semana, los condados costeros de Dare y Hyde ordenaron a los residentes y turistas que evacuaran las vulnerables islas de Ocracoke y Hatteras, cuya población aumenta durante los meses de verano.
Erin, la quinta tormenta con nombre de la temporada atlántica de 2025 y la primera en alcanzar la categoría de huracán, se intensificó hasta convertirse en una tormenta de categoría 5. La última tormenta atlántica que alcanzó esa intensidad fue el huracán Milton en octubre de 2024.
Con información de Associated Press y Reuters.
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