Un nuevo informe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB) indica que un récord de 6,8 millones de hogares estadounidenses compartían su vivienda con compañeros no relacionados. Si bien los miembros de más edad de la generación Z (de 18 a 28 años) y los millennials más jóvenes (de 29 a 34 años) constituyen el grupo más numeroso de personas que comparten vivienda, con un 41 %, el grupo de más de 55 años representa ahora el 30 % del total.
El informe de la NAMB muestra que la tendencia a compartir vivienda entre personas no emparentadas es consecuencia del aumento de los costos de la vivienda y del alquiler de apartamentos. En 2023, más de uno de cada cinco arrendatarios o propietarios de entre 18 y 24 años compartía vivienda con compañeros de piso no relacionados.
Mientras tanto, el número de hogares encabezados por personas de entre 55 y 64 años que compartían vivienda casi se duplicó entre 2005 y 2023, alcanzando el millón. El número de personas que comparten vivienda en el grupo de edad de 65 años o más también aumentó, hasta representar el 15 % de todos los hogares que comparten vivienda.
El informe afirma que el aumento de los hogares de personas mayores que comparten vivienda con personas sin parentesco refleja el envejecimiento de la población estadounidense, ya que muchos baby boomers se encuentran ahora en el grupo de edad de más de 55 años.
"La tendencia de este tipo de acuerdos de vivienda está aumentando y cada vez es más común ver a baby boomers involucrados", declaró Natalia Siniavskaia, vicepresidenta adjunta de investigación de políticas de la NAHB, a The Epoch Times.
"Muchos adultos mayores están abriendo sus hogares a inquilinos para poder hacer frente a sus gastos mensuales".
En su barrio de Washington D. C., Siniavskaia señaló que dos abuelas sin parentesco entre sí comparten una casa, mientras que otra mujer mayor alquila el apartamento del sótano a un estudiante de posgrado.
"Todas estas mujeres son viudas, y estos acuerdos les ayudan económicamente", afirmó. "También creo que muchas personas mayores quieren poder quedarse en sus propias comunidades, en lugar de mudarse a residencias de ancianos, que pueden ser muy caras".
Por otro lado, estas oportunidades de alquiler están ayudando a los jóvenes a encontrar una alternativa a los costosos alquileres de apartamentos, dijo Siniavskaia.
"La asequibilidad de la vivienda ha empeorado, y esta es una forma estupenda para que los jóvenes tengan su propio espacio y sigan ahorrando dinero", dijo.
También señaló que alrededor del 19 % de los adultos jóvenes de entre 20 y 30 años siguen viviendo con sus padres como otra forma de ahorrar dinero.
Justin Ellerby, cofundador de HomeShare American River en Sacramento, California, dirige un programa local sin ánimo de lucro de intercambio de viviendas que ayuda a propietarios y personas que buscan alojamiento de cualquier edad a encontrar las mejores opciones de intercambio de viviendas para satisfacer sus necesidades individuales.
"Queremos que sea seguro y justo que personas que no tienen relación entre sí compartan una vivienda, ya sea alquilada o en propiedad", declaró a The Epoch Times. "Ofrecemos selección de inquilinos, búsqueda de personas compatibles y apoyo continuo".
Los interesados pueden postularse como invitado o anfitrión y luego spasan por una entrevista y evaluación con HomeShare. Una vez que se encuentra una pareja, se redacta un acuerdo y comienza un periodo de prueba de dos semanas.
Durante el proceso de solicitud, se pregunta a los huéspedes cuál es el alquiler mensual máximo que pueden pagar y los gastos de servicios públicos. El proceso de selección incluye informe de crédito, historial de direcciones anteriores, cheques sin fondos, desalojos en California y verificaciones de antecedentes penales, de delincuentes sexuales y terroristas a nivel nacional o federal. No hay ningún costo para el anfitrión ni para el huésped.
Ellerby compara este servicio con Uber, la empresa de transporte que conecta a conductores con pasajeros que necesitan un medio de transporte. Uber también selecciona a sus conductores y proporciona a los pasajeros fotos del conductor y una descripción de su coche.
“En este caso, nosotros hacemos el trabajo de campo y llenamos un vacío que hoy es muy necesario”, dijo.
Dado que muchos posibles anfitriones e invitados pueden dudar a la hora de utilizar búsquedas de compañeros de piso más genéricas, como Craig's List o Facebook Marketplace, confían en HomeShare para que se encargue de comprobar los antecedentes y de encontrar la pareja ideal.
"A veces no quieren la molestia de encargarse ellos mismos y quieren estar seguros de que vivirán en un entorno seguro".
Ellerby trata con personas de todas las edades y procedencias, y ha observado que cada vez hay más personas de entre 50 y 60 años que solicitan ser anfitriones o huéspedes.
"A veces la gente es muy exigente con pequeños detalles, como la temperatura de la habitación", afirma. "Si hace demasiado calor o demasiado frío en algún lugar, eso puede ser determinante".
Ellerby, que también ha compartido piso, recuerda una experiencia en la que el anfitrión insistía en usar un trapo en la cocina en lugar de una esponja. “Terminé guardando la esponja en mi dormitorio”, cuenta.
"A veces los anfitriones o los invitados buscan compañeros de casa que también sean su compañía. Sin duda, hay que prestar atención a los detalles para encontrar a la persona adecuada". En otras situaciones, un huésped con recursos económicos limitados puede aceptar encargarse de las tareas domésticas como parte del acuerdo de convivencia.
HomeShare forma parte del National Shared Housing Resource Center, una red de programas independientes y sin ánimo de lucro de alojamiento compartido en todo Estados Unidos.
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