Elon Musk está considerando la posibilidad de crear un nuevo partido político tras su disputa pública con el presidente Donald Trump por un importante proyecto de ley republicano sobre impuestos y gasto público.
En una serie de publicaciones en redes sociales que comenzaron el 5 de junio, Musk planteó la idea de un tercer partido que representara a lo que él denominó «el 80 % de los votantes estadounidenses de clase media». Pidió a sus seguidores en X que opinaran sobre si el país necesitaba una nueva fuerza política, obteniendo una respuesta afirmativa de alrededor del 80 % de los encuestados, lo que Musk describió como «el destino».
Al día siguiente, expresó su apoyo a la sugerencia de llamar al nuevo partido «America Party», un nombre que se hace eco de su actual vehículo político, America PAC, que lanzó el año pasado para respaldar a candidatos alineados con lo que él denomino «los valores fundamentales de Estados Unidos». Esos valores incluyen la seguridad de las fronteras, el gasto sensato, la seguridad en las ciudades, un sistema judicial justo, la autoprotección y la libertad de expresión.
A través de America PAC, Musk donó casi 300 millones de dólares a las campañas republicanas en el ciclo de 2024, incluyendo un importante apoyo a la candidatura presidencial de Trump. Aunque Musk señalo recientemente que planea reducir sus donaciones políticas, dejó la puerta abierta a financiar iniciativas que considere especialmente importantes.
La ruptura con Trump se produjo después de que Musk criticara duramente el «Gran y Hermoso Proyecto de Ley», un amplio paquete legislativo respaldado por la Casa Blanca. Musk, que fue empleado especial del gobierno en la administración Trump hasta finales de mayo, calificó el proyecto de ley de «abominación repugnante» y lo acusó de estar repleto de gastos superfluos.
La Casa Blanca afirmó que el proyecto de ley incluye 1.7 mil millones de dólares en ahorros obligatorios durante la próxima década y representa una piedra angular de la estrategia fiscal de Trump para su segundo mandato con el fin de impulsar la economía estadounidense.
Por su parte, Trump alegó que el multimillonario estaba enfadado porque el proyecto de ley recortaría los créditos fiscales para los vehículos eléctricos, algo que Musk negó.
La disputa se recrudeció cuando Trump cuestionó públicamente si su relación con Musk podía salvarse y declaró a los periodistas en el Despacho Oval el 5 de junio: «Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo».
El presidente también amenazó con recortar las subvenciones y los contratos gubernamentales a las empresas de Musk, escribiendo en Truth Social que «la forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto... es poner fin a las subvenciones y contratos gubernamentales de Elon».
Musk, que es el director ejecutivo de SpaceX y Tesla, respondió inicialmente amenazando con comenzar a desmantelar las cápsulas Crew Dragon de SpaceX, el único medio activo del programa espacial estadounidense para el transporte espacial tripulado, pero luego se echó atrás.
Cuando se le preguntó qué tan en serio hablaba de recortar los contratos, Trump respondió el 6 de junio: «Lo analizaremos todo», señalando la cantidad de recursos de los contribuyentes que están en juego.
«Es mucho dinero. Son muchas subvenciones», dijo Trump a bordo del Air Force One. «Así que lo estudiaremos, solo si es justo para él y para el país... pero tiene que ser justo».
Al ser instado a aclarar si reconsideraría sus vínculos con Musk, el presidente se negó a hacer comentarios exhaustivos y se limitó a decir: «Solo le deseo lo mejor». Añadió que su atención se centraba en cuestiones globales importantes como China, Rusia e Irán y no en desacuerdos personales.
Musk, de 54 años, dio a entender que su implicación política podría estar lejos de terminar, presentándose como un actor a largo plazo en la política estadounidense. «A Trump le quedan tres años y medio como presidente», publicó, «pero yo estaré aquí durante más de 40 años».
Aun así, Musk no llegó a comprometerse a romper formalmente con el Partido Republicano. Cuando un usuario sugirió que «lo mejor que se puede hacer con el dinero» era influir en las primarias republicanas, Musk respondió: «De acuerdo».
Otro seguidor le instó a reformar uno de los dos grandes partidos existentes «desde dentro» en lugar de crear uno nuevo, a lo que Musk respondió con un evasivo «Hmm».
Sigue siendo una incógnita si Musk realmente seguirá adelante con la creación de un partido político, pero sus reflexiones públicas sugieren que él y sus miles de millones tienen la intención de involucrarse en política.
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