El presidente Donald Trump reafirmó el 6 de junio que no estaba interesado en hacer esfuerzos para reconciliarse con Elon Musk tras su enfrentamiento en las redes sociales, afirmando que en estos momentos su atención se centra en cuestiones de política exterior.
«Estoy realmente interesado en que el país resuelva sus problemas, incluidos los de tierras muy lejanas», declaró a los periodistas en la Casa Blanca.
Añadió que había pasado el día trabajando en asuntos pendientes con la China comunista, Rusia e Irán, y que no estaba pensando en Musk.
«Solo le deseo lo mejor», afirmó el presidente.
La tensión entre ambos se intensificó después de que Musk calificara de «abominable» el Gran y Hermoso Proyecto de Ley respaldado por Trump y que está siendo estudiada por el Congreso, pocos días después de que el multimillonario tecnológico abandonara la Administración Trump al expirar su mandato como empleado especial del gobierno a finales de mayo. Musk expresó recientemente su preocupación por el posible impacto fiscal de la ley en el gobierno federal.
Trump y altos funcionarios de la administración afirmaron que el proyecto de ley reduciría el déficit, ya que contiene aproximadamente 1.7 billones de dólares en recortes obligatorios durante la próxima década.
«Los 1.7 billones de dólares de ahorro del Gran y Hermoso Proyecto de Ley son cambios permanentes en la legislación, lo que significa que estos ahorros continuarán en el futuro», afirmó la Casa Blanca en una hoja informativa reciente.
En respuesta a una pregunta de la prensa sobre los comentarios de Musk, Trump cuestionó el momento en que se habían vertido las críticas y alegó que Musk estaba molesto porque el proyecto de ley eliminaría los créditos fiscales para los vehículos eléctricos.
«Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo», declaró Trump a los periodistas el 5 de junio junto al canciller alemán Friedrich Merz en el Despacho Oval. «Me ha sorprendido».
Musk, que es el director ejecutivo del fabricante de coches eléctricos Tesla, negó la afirmación del presidente y dijo: «O se aprueba un proyecto de ley grande y feo o uno pequeño y bonito».
«Mantengan los recortes a los incentivos para los vehículos eléctricos y la energía solar en el proyecto de ley, aunque no se toque las subvenciones al petróleo y al gas (¡¡muy injusto!!), pero eliminen la MONTAÑA DE GASTOS SUPERFLOS DEL PROYECTO DE LEY», dijo Musk en una publicación.
Musk también se atribuyó el mérito de haber devuelto a Trump a la Casa Blanca, así como de que el Partido Republicano recuperara la Cámara de Representantes y de que el número de escaños del Partido Republicano en el Senado se mantuviera en 53 en lugar de 51.
Durante su disputa, Trump también amenazó con empezar a recortar los contratos y las subvenciones del gobierno estadounidense a las empresas de Musk.
«La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles de millones y miles de millones de dólares, es poner fin a las subvenciones y contratos gubernamentales de Elon», escribió Trump en una publicación en Truth Social.
En respuesta, Musk dijo que podría empezar a desmantelar las cápsulas SpaceX Crew Dragon, el único medio activo de Estados Unidos para el transporte espacial tripulado en ese momento. Más tarde, Musk se retractó de esa amenaza y, el 6 de junio, se le preguntó a Trump qué tan en serio hablaba de recortar los contratos.
«Lo analizaremos todo», respondió el presidente, haciendo hincapié en la justicia para Musk y para el país, y señalando que «es mucho dinero» y «muchas subvenciones».
Durante sus 130 días en la administración Trump, Musk dirigió el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado por el presidente para encontrar formas de reducir el gasto federal innecesario en medio de una deuda nacional récord y mejorar la eficiencia del gobierno.
En cuanto al DOGE, Trump afirmó que su trabajo no había terminado y que su administración «básicamente se hacía cargo», con muchas personas a bordo.
«Es fantástico», dijo el presidente. «Hemos ahorrado cientos de miles de millones de dólares».
Cuando se le preguntó si iba a devolver su Tesla, Trump respondió que no lo había pensado y que esperaba que Musk tuviera éxito con su empresa de autos eléctricos.
Con información de Jackson Richman y Andrew Moran.
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