El presidente Donald Trump tomó medidas ejecutivas centradas en el medio ambiente el 12 de junio, emitiendo memorandos sobre los incendios forestales y el río Columbia.
El primero, titulado «Empoderar la prevención y respuesta sensata ante los incendios forestales», pedía la racionalización de la gobernanza federal de los incendios forestales, el fomento de la preparación y respuesta locales ante los incendios forestales, y el fortalecimiento y la modernización de la mitigación y respuesta ante los incendios forestales.
«La devastación causada por los incendios forestales de enero de 2025 en Los Ángeles conmocionó al pueblo estadounidense y puso de relieve las consecuencias catastróficas que se producen cuando los gobiernos estatales y locales son incapaces de responder rápidamente a este tipo de desastres», escribió el presidente en el memorándum. «En demasiados casos, incluido el de California, la respuesta lenta e inadecuada a los incendios forestales es consecuencia directa de una gestión imprudente y de la falta de preparación».
«El gobierno federal puede empoderar a los líderes estatales y locales racionalizando las capacidades federales para combatir los incendios forestales con el fin de mejorar su eficacia y promover estrategias locales sensatas y basadas en la tecnología para la gestión del territorio, la respuesta y mitigación de los incendios forestales», añadió.
El presidente ordenó a los secretarios de Agricultura y del Interior, así como al director de la Agencia de Protección Ambiental, que buscaran formas en las que el gobierno federal pudiera fomentar la eficiencia y potenciar un enfoque local y sensato para la mitigación y respuesta a los incendios forestales.
Esto incluye una directiva para «identificar las normas que impiden la prevención, la detección o la respuesta a los incendios forestales y considerar la eliminación o revisión de dichas normas, de conformidad con la legislación aplicable. Esta consideración y cualquier procedimiento normativo resultante se reflejarán en la Agenda Regulatoria Unificada de otoño de 2025».
El segundo era un memorando dirigido al secretario del Interior, y a otros miembros del gabinete, titulado «Detener el ecologismo radical para generar energía para la cuenca del río Columbia». La cuenca del río Columbia se encuentra en el estado de Washington y desemboca en el océano Pacífico.
El memorándum de Trump revocó uno que el presidente Joe Biden había emitido en 2023 sobre la cuenca. Biden había expresado su preocupación por la gestión de las presas del gobierno federal en la cuenca del río Columbia, afirmando que había «agotado gravemente las poblaciones de peces».
Biden continuó diciendo que la prioridad de su administración era gestionar el sistema del río Columbia «de manera que se garantice un trato equitativo a los peces y la fauna silvestre, junto con los demás fines para los que se gestionan y explotan las presas federales». La política ordenaba a su administración que se esforzara por restaurar las poblaciones de peces autóctonos y «garantizar un futuro energético limpio y resiliente para la región», entre otras cosas.
Según Trump, la política de Biden llevó al gobierno a considerar la posibilidad de romper cuatro presas y «eliminar más de 3000 megavatios de capacidad de generación hidroeléctrica segura, fiable y asequible».
«Los efectos negativos de estas medidas imprudentes, si se llevan a cabo, serían devastadores para la región, y no habría ningún enfoque viable para sustituir la energía de base de bajo coste suministrada; se perderían canales de transporte críticos; se reduciría el suministro de agua vital para los agricultores locales; y dejarían de ser posibles las actividades recreativas como consecuencia de estas medidas», se lee en el memorándum de Trump.
El memorando forma parte de un conjunto más amplio de medidas que el presidente adoptó en materia de energía y medio ambiente durante su segundo mandato. También el 12 de junio, firmó resoluciones para bloquear las normas sobre emisiones de los vehículos de California. El mes pasado, emitió una orden en la que ordenaba al secretario de Energía que revocara las normas sobre el uso del agua.
Tanto en esa orden como en la del 12 de junio, Trump criticó lo que describió como una «agenda verde radical».
«Mi Administración se compromete a proteger al pueblo estadounidense de las políticas de la agenda verde radical que encarecen sus vidas, y a maximizar los usos beneficiosos de nuestra infraestructura energética y nuestros recursos naturales existentes para generar energía y reducir el coste de la vida», afirmó.
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