La mayoría de las calorías que consumen los estadounidenses provienen de alimentos ultraprocesados, según informaron el 7 de agosto los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Alrededor del 55 % de las calorías totales ingeridas por los estadounidenses de 1 año o más procedían de alimentos ultraprocesados, una categoría que incluye hamburguesas, productos de panadería y pastelería, aperitivos salados, pizza y refrescos, según un informe de los CDC.
Los jóvenes son más propensos a consumir productos ultraprocesados. Los jóvenes de entre 1 y 18 años obtuvieron el 61.9 % de sus calorías de este tipo de alimentos, según los datos, que proceden de una encuesta nacional realizada entre agosto de 2021 y agosto de 2023. Los adultos consumieron el 53 % de sus calorías a partir de estos alimentos.
Los CDC utilizaron la definición de alimentos ultraprocesados del sistema de clasificación NOVA.
El sistema define los alimentos ultraprocesados como productos resultantes de uno o más procesos múltiples, entre los que se incluyen la transformación de alimentos integrales en sustancias, la modificación química de las sustancias y su uso para crear alimentos. Por lo general, están diseñados para incluir ingredientes baratos, durar mucho tiempo y estar listos para consumir con un mínimo esfuerzo.
Los estudios demostrado que los alimentos ultraprocesados están relacionados con problemas de salud, entre ellos el cáncer.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y la Comisión Make America Healthy Again (Hagamos que Estados Unidos vuelva a estar sano) han puesto en el punto de mira estos alimentos, describiéndolos en el primer informe de la comisión como causantes del agotamiento de nutrientes, el aumento de la ingesta de calorías y la exposición a aditivos nocivos.
Las directrices dietéticas del gobierno para 2020-2025 recomiendan comer una variedad de alimentos integrales y limitar los alimentos con azúcares añadidos. La comisión afirmó que las directrices se centran erróneamente en reducir el consumo de alimentos con determinados ingredientes, como el sodio, en lugar de hacer hincapié en la importancia de minimizar los alimentos ultraprocesados.
Según Kennedy, en septiembre se publicará una nueva versión de las directrices. A finales de este año se publicará un segundo informe de la comisión en el que se analizarán las soluciones a los problemas planteados en el informe.
Según los nuevos datos de los CDC, el consumo de alimentos ultraprocesados ha disminuido en los últimos años. En 2017 y 2018, los jóvenes consumieron el 65.6 % de sus calorías a partir de alimentos ultraprocesados, mientras que los adultos obtuvieron el 55.8 % de sus calorías de estos alimentos en esos años.
Anne Williams, experta en nutrición de los CDC, se negó a especular sobre el motivo de este descenso.
Andrea Deierlein, que estudia nutrición en la Universidad de Nueva York y no participó en la investigación, sugirió que podría haber una mayor conciencia de los posibles daños de los alimentos ultraprocesados.
“La gente está intentando, al menos en algunas poblaciones, reducir el consumo de estos alimentos”, afirmó.
Deierlein recomendó a los estadounidenses que limitaran el consumo de alimentos ultraprocesados. Por ejemplo, en lugar de avena instantánea, que puede contener azúcar añadido, sodio, colorantes artificiales y conservantes, pueden utilizar avena natural endulzada con miel o sirope de arce.
Con información de The Associated Press.
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