Más de 100 aficionados fueron detenidos tras los disturbios que estallaron en las gradas durante un partido de la Copa Sudamericana entre el equipo Independiente de Argentina y Universidad de Chile, que dejaron al menos 20 heridos, uno de ellos en estado crítico, según informaron las autoridades locales el jueves.
Las imágenes muestran a dos aficionados saltando, o cayendo, desde la grada superior para escapar del ataque, y a otro que se derrumbó tras recibir un golpe en la cabeza con un palo. Varios aficionados más, algunos en ropa interior, estaban cubiertos de sangre e intentaban escapar de los agresores.
Los disturbios provocaron la suspensión del partido, que se disputaba el miércoles por la noche en el estadio Libertadores de América, en Avellaneda, una localidad de la provincia argentina de Buenos Aires.
"Condeno enérgicamente la impactante violencia que provocó la cancelación del partido de la Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile", declaró el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en un comunicado. "La violencia no tiene cabida en el fútbol: los jugadores, los aficionados, el personal, los árbitros y todos los que disfrutan de nuestro hermoso deporte deben poder hacerlo sin miedo".
La CONMEBOL, el organismo rector del fútbol sudamericano, dijo el jueves que estaba investigando el incidente.
Según la policía argentina, el incidente comenzó cuando los aficionados de la Universidad de Chile, situados en las gradas superiores, rompieron asientos y los baños del estadio y lanzaron objetos contundentes hacia la sección inferior, donde se encontraban los aficionados locales. También fueron agredidos policías y personal de seguridad privada.
Las autoridades locales informaron que 125 aficionados del club chileno fueron detenidos por agresión y resistencia a la autoridad. De ellos, 101 permanecían detenidos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Boric ordenó al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, que viajara a Buenos Aires y afirmó que trabajaría para "proteger los derechos" de los chilenos afectados.
Se trata del último incidente violento en las competencias sudamericanas de fútbol. En abril pasado, el Colo Colo de Chile fue sancionado con deducción de puntos y una multa económica después de que dos aficionados murieran durante el partido contra el Fortaleza de Brasil en la primera ronda de la Copa Libertadores.
En las últimas semanas también se han registrado enfrentamientos entre aficionados argentinos y la policía en estadios de Brasil y Uruguay.
Por Debora Rey
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