El presidente Donald Trump tiene previsto anunciar el 8 de diciembre un paquete de ayuda económica de 12,000 millones de dólares para los agricultores, según un funcionario de la Casa Blanca.
La administración Trump se ha visto envuelta en una guerra comercial con China, en la que ambos países se han impuesto aranceles mutuamente a sus exportaciones. Esto ha provocado que algunos agricultores estadounidenses tengan dificultades para vender sus cosechas, ya que Beijing ha reducido este año las compras de productos como la soja estadounidense y ha comprado en otros mercados y países, entre ellos Argentina.
Trump celebrará una mesa redonda en la Casa Blanca el lunes por la tarde para debatir su paquete de ayuda económica para los agricultores estadounidenses, según informó un alto funcionario de la Casa Blanca a The Epoch Times.
El presidente estará acompañado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, miembros del Congreso y agricultores de los sectores del maíz, el algodón, el sorgo, la soya, el arroz, el ganado, el trigo y la papa, según ha dicho el funcionario.
Hasta 11,000 millones de dólares del paquete de ayuda total se destinarán al programa Farmer Bridge Assistance del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), que ofrecerá pagos puente puntuales y específicos a los agricultores de cultivos en hileras que se están recuperando de las medidas comerciales impuestas a la agricultura estadounidense por gobiernos extranjeros, la inflación preexistente y diversas perturbaciones del mercado, añadió el funcionario.
Los 1000 millones de dólares restantes se destinarán a cultivos no incluidos en el programa Farmer Bridge Assistance, y el USDA tomará las decisiones finales en función de las condiciones del mercado.
"El presidente Trump está ayudando a nuestra industria agrícola negociando nuevos acuerdos comerciales para abrir nuevos mercados de exportación a nuestros agricultores y reforzando la red de seguridad agrícola por primera vez en una década", dijo en un comunicado la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly.
"El anuncio de hoy refleja el compromiso del presidente de ayudar a nuestros agricultores, que contarán con el apoyo necesario para salvar la brecha entre los fracasos de Biden y las exitosas políticas del presidente que están entrando en vigor".
El paquete de ayudas tiene por objeto proporcionar seguridad a los agricultores estadounidenses mientras llevan la cosecha de este año al mercado y planifican las cosechas del próximo año, según la funcionaria, proporcionando un puente financiero como extensión de las políticas económicas existentes del presidente en materia de acuerdos comerciales, recortes fiscales y desregulación.
Trump había dicho a finales de septiembre que quería utilizar los ingresos procedentes de sus aranceles masivos a los socios comerciales de Estados Unidos para proporcionar ayuda a los agricultores estadounidenses que luchan contra las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En ese momento, el presidente no dijo si la ayuda se daría a los agricultores en forma de cheques directos, pero dijo que consultaría con la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, sobre "cómo hacer llegar el dinero a los agricultores".
El anuncio de la ayuda a los agricultores se produce dos días después de que Trump firmara una orden ejecutiva por la que se crean grupos de trabajo dentro del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) para proteger la competencia en toda la cadena de suministro alimentario de Estados Unidos.
"Los sectores de suministro alimentario, incluidos el procesamiento de carne, las semillas, los fertilizantes y los equipos, tienen vulnerabilidades similares a la fijación de precios y otras prácticas anticompetitivas", escribió el presidente en la orden.
“Mi Administración actuará para determinar si el comportamiento anticompetitivo, especialmente por parte de empresas controladas por extranjeros, aumenta el costo de vida de los estadounidenses y abordará cualquier amenaza para la seguridad nacional relacionada con las cadenas de suministro de alimentos”.
La orden instruye a la fiscal general Pam Bondi y al presidente de la FTC, Andrew Ferguson, a emprender “acciones coercitivas” y proponer “nuevos enfoques regulatorios” si las investigaciones de sus respectivos grupos de trabajo descubren cualquier comportamiento anticompetitivo.
Algunos economistas y demócratas han criticado los aranceles de Trump por provocar un aumento de los precios en los supermercados, y el mes pasado la Corte Suprema escuchó los argumentos sobre la legalidad de que el presidente invoque la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) para imponer aranceles a todos los socios comerciales de Estados Unidos.
Trump dijo el domingo que tenía "otros métodos para cobrar aranceles" incluso si la Corte Suprema finalmente falla en contra de su uso de esa ley de 1977 para imponer amplios gravámenes a las importaciones.
