Eastman Kodak se enfrenta a una grave crisis financiera que podría obligarla a cerrar, según informó el emblemático fabricante de equipos fotográficos a sus inversores el 11 de agosto.
En su informe de resultados del segundo trimestre presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores, la empresa con sede en Rochester, Nueva York, afirmó que existen "dudas sustanciales" sobre su capacidad para continuar operando, una advertencia que las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a hacer cuando sus finanzas se deterioran.
La advertencia se debe a las dificultades de Kodak para pagar unos 500 millones de dólares en obligaciones de deuda pendientes. Para el trimestre que finalizó en junio de 2025, Kodak registró una pérdida neta de 26 millones de dólares, lo que supone un fuerte revés con respecto a los 25 millones de dólares de beneficio registrados en el mismo periodo del año anterior.
Las reservas de efectivo de la empresa también han disminuido en la primera mitad de este año, cerrando el trimestre con 155 millones de dólares en fondos disponibles, 46 millones menos que en diciembre de 2024.
“Kodak tiene deudas que vencen en un plazo de 12 meses y no cuenta con financiación comprometida ni liquidez disponible para hacer frente a dichas obligaciones si vencen de acuerdo con sus condiciones actuales”, afirmó la empresa en el documento presentado.
En medio de las sombrías perspectivas, Kodak se mostró ligeramente optimista y afirmó que los recientes cambios en la política comercial de Estados Unidos, incluidos los nuevos aranceles, han tenido poco impacto en su negocio, ya que la empresa fabrica la mayoría de sus productos y obtiene las materias primas en el mercado nacional.
De cara al futuro, Kodak afirmó que se centrará en recortar gastos y convertir las inversiones actuales en oportunidades de crecimiento a largo plazo.
En un comunicado separado, el director ejecutivo Jim Continenza mantuvo que la empresa "ha seguido avanzando en su plan a largo plazo a pesar de los retos que plantea un entorno empresarial incierto".
Mientras tanto, Kodak ha dejado de enviar los cheques de jubilación a sus exempleados para ahorrar dinero con el que pagar su deuda.
“La terminación de nuestro Plan de Ingresos de Jubilación de Kodak en EE. UU. y la posterior reversión de los fondos excedentes para pagar la deuda están avanzando según lo previsto”, dijo Continenza, y agregó que la compañía espera tener “una comprensión clara” de cómo satisfará sus obligaciones con todos los participantes del plan a finales de esta semana, y que el proceso de reversión de los fondos se completará en diciembre.
Kodak, que en su día fue un nombre conocido en todo el mundo, dominó la industria de las cámaras y las películas durante más de un siglo. En 1975 introdujo la primera cámara digital.
En 2012, Kodak se declaró en quiebra, con una deuda de 6750 millones de dólares a más de 100,000 acreedores.
En 2019, Kodak emitió una advertencia sobre su futuro, similar a la del lunes. Al año siguiente, obtuvo un breve respiro tras conseguir un préstamo gubernamental de 765 millones de dólares para producir ingredientes para medicamentos genéricos, como parte del esfuerzo de la administración Trump por reducir la dependencia de los proveedores extranjeros.
Desde entonces, Kodak ha dado un giro hacia industrias como la impresión industrial y los productos químicos, sin dejar de fabricar cámaras y películas.
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