El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), evitó el viernes pronunciarse sobre si los demócratas deberían aprovechar la pública disputa entre Elon Musk y el presidente Donald Trump como una oportunidad para forjar lazos políticos con el multimillonario tecnológico.
Musk y Trump se enfrentaron abiertamente el jueves por la ley presupuestaria Gran y Hermoso Proyecto de ley, que está pendiente en el Senado tras ser aprobada por un estrecho margen en la Cámara de Representantes la semana pasada. Musk, alineándose con el ala fiscalmente conservadora del Partido Republicano, criticó la legislación respaldada por Trump por estar plagada de gastos clientelistas y alertó sobre su potencial para agravar la deuda nacional, que se acerca a los 37 billones de dólares.
En un acalorado intercambio en las redes sociales, Musk acusó a Trump de estar relacionado con Jeffrey Epstein, una afirmación que Trump ha negado durante mucho tiempo. El presidente respondió diciendo que el apoyo público a Musk se estaba «desvaneciendo» y sugirió que el Gobierno federal debería rescindir los contratos con las empresas de Musk como medida de ahorro.
Cuando se le preguntó el viernes si la ruptura de Musk con Trump podría crear una oportunidad para que los demócratas se alinearan con el director ejecutivo de SpaceX y Tesla, Jeffries desvió el tema hacia los esfuerzos del partido para derrotar el proyecto de ley presupuestaria.
«La oportunidad que existe ahora mismo es acabar con la estafa fiscal del Partido Republicano», declaró Jeffries a los periodistas en su rueda de prensa semanal. «Es una legislación a la que nos hemos opuesto firmemente y de forma unánime desde el principio».
Al ser presionado sobre si Musk debería ser «bienvenido de nuevo» al Partido Demócrata, Jeffries volvió a eludir la pregunta.
«La misma respuesta», dijo.
En otro momento del evento, Jeffries dijo que no ha participado en ninguna discusión sobre si Musk debería ser llamado a testificar ante los comités de la Cámara de Representantes.
«No he mantenido conversaciones con miembros de las comisiones pertinentes, entre las que presumiblemente podrían figurar la de Presupuesto, la de Medios y Arbitrios, la Judicial o la de Supervisión», afirmó Jeffries. «En estos momentos, estamos centrados en acabar con el proyecto de ley».
Las cautelosas declaraciones del congresista reflejan las complicaciones a las que podrían enfrentarse los demócratas si decidieran colaborar con Musk, quien ha pasado los últimos meses encabezando la agenda de Trump para reducir rápidamente la plantilla federal y erradicar el gasto fraudulento y superfluo.
Los demócratas del Congreso se han opuesto firmemente a estas medidas. Acusaron al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Musk, de desmantelar ilegalmente agencias federales, abolir programas que salvan vidas y acceder a datos sensibles almacenados en los sistemas gubernamentales.
Aun así, algunos demócratas sostienen que la influencia de Musk es lo suficientemente importante como para justificar los esfuerzos por acercarse a él, especialmente ahora que está públicamente en desacuerdo con Trump.
«Si [Joe] Biden tuviera un gran partidario que lo criticara, Trump lo habría abrazado al día siguiente», publicó el jueves en X, la plataforma de redes sociales propiedad de Musk, el representante Ro Khanna (demócrata por California), que representa a partes de Silicon Valley y anteriormente trabajó como abogado para empresas tecnológicas.
«Cuando nos negamos a reunirnos con [Robert F. Kennedy Jr.], Trump lo abrazó y ganó», afirmó. «Podemos ser el partido de los sermones moralistas o el partido de [Franklin D. Roosevelt], que sabe cómo ganar y construir una mayoría progresista».
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