Se están formando líneas de batalla en el Congreso después de que el exjefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Elon Musk, lanzara sus críticas más duras hasta la fecha contra el "Gran y hermoso proyecto de ley" de los republicanos.
El 3 de junio, Musk calificó la legislación de "abominación" y escribió: «Lo siento, pero ya no puedo soportarlo más. Este proyecto de ley de gastos del Congreso, enorme, escandaloso y lleno de prebendas, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para los que lo han votado: saben que hicieron mal. Lo saben".
Los comentarios ya han desencadenado desacuerdos en los círculos republicanos entre los conservadores que comparten las preocupaciones de Musk y los alineados con el presidente Donald Trump y los líderes republicanos del Congreso.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), se mostró crítico con los comentarios.
"Con el debido respeto, Elon simplemente se equivoca con respecto al gran y hermoso proyecto de ley, dijo Johnson a los periodistas, aunque indicó que considera a Musk un amigo.
"Nuestra legislación cumple de manera integral todas las promesas importantes de la campaña y la agenda America First, al tiempo que garantiza un ahorro histórico de más de 1.6 billones de dólares", dijo Johnson. "Va a mantener nuestras fronteras seguras, proporcionar un alivio fiscal histórico a los estadounidenses trabajadores, liberar el dominio energético estadounidense, reducir el gasto y restaurar la paz a través de la fuerza".
Al otro lado del espectro político, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), bromeó: "Noticia de última hora: Elon Musk y yo estamos de acuerdo".
En una rueda de prensa semanal tras los últimos comentarios de Musk contra el proyecto de ley, Jeffries coincidió con las críticas de Musk.
"Todos y cada uno de los republicanos que votaron a favor de este proyecto de ley tan grande y feo deberían avergonzarse de sí mismos. No están ayudando a sus electores. Los están perjudicando", afirmó Jeffries.
En una rueda de prensa semanal, el líder de la mayoría en el Senado, John Thune (R-S.D.), reiteró su apoyo general al paquete de medidas.
"Creemos que el proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes, con las modificaciones del Senado para reforzarlo y mejorarlo, será algo que hará que este país sea más seguro y que la gente de este país sea más próspera", dijo Thune.
Citó las disposiciones de la legislación para mejorar la seguridad fronteriza, el desarrollo energético, la modernización militar y evitar un aumento de impuestos que, de otro modo, entraría en vigor a finales de 2025.
Sin embargo, varios legisladores ya se han puesto del lado de Musk en esta cuestión, entre ellos varios senadores.
En respuesta a un posteo en X en la que Musk señalaba que el déficit estaba en camino de alcanzar los 2.5 billones de dólares al año, el senador Mike Lee (R-Utah) calificó la cifra de "nada menos que asombrosa".
"Los republicanos del Senado pueden dar un golpe significativo al problema mediante una combinación de (1) la 'Gran y Hermosa Ley' (para el gasto obligatorio), (2) paquetes de recortes (para el gasto discrecional) y (3) el proceso de asignaciones (también gasto discrecional)", escribió Lee.
"Debemos comprometernos ahora a hacerlo, ya que es lo que los votantes esperan con razón —y de hecho merecen— del Congreso republicano", afirmó Lee.
El senador Rand Paul (R-Ky.) compartió esta opinión.
"Estoy de acuerdo con Elon. Ambos hemos visto el enorme despilfarro del gasto público y sabemos que otros 5 billones de dólares de deuda son un error garrafal", escribió Paul en un posteo en X.
"Podemos y debemos hacerlo mejor".
Las críticas de Musk y otros legisladores giran en torno al impacto previsto del proyecto de ley en el presupuesto federal y el déficit. La Oficina Presupuestaria del Congreso ha estimado que podría aumentar el déficit en hasta 3.8 billones de dólares en su estado actual, pero los líderes republicanos de la Cámara de Representantes han respondido que esto supone una tasa de crecimiento inferior a la que esperan del proyecto de ley.
Actualmente, el Senado está trabajando en modificaciones a la versión de la legislación aprobada por la Cámara de Representantes. Se espera que la cámara alta introduzca cambios radicales.
Para ser aprobada, cualquier versión final del proyecto de ley deberá obtener el apoyo de todos los senadores excepto tres, en cuyo caso el vicepresidente JD Vance aún tendría que emitir un voto de desempate. Tal y como están las cosas, hay indicios de que el proyecto de ley fracasaría en el Senado, ya que varios senadores han expresado sus reservas sobre diversos componentes del mismo.
A continuación, volvería a la Cámara de Representantes, donde se podrían introducir cambios adicionales.
Ambas cámaras deberán aprobar una versión idéntica de la legislación para enviarla al presidente Trump.
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